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UCR intenta frenar corrida de votos a otras fórmulas
Roberto Iglesias
No es extraño que esto suceda: los caciques locales ven por un lado que está en peligro su subsistencia y la de sus listas de diputados, senadores e intendentes, y por el otro que la propia UCR puede perder su segundo puesto en el Congreso Nacional.
Los primeros que arrancaron propiciando el corte de boleta sin pudor alguno fueron los mendocinos. Roberto Iglesias, candidato a gobernador, tiene experiencia en mantener relaciones peligrosas con el radicalismo nacional. Cuando en 2007 él mismo era presidente del Comité Nacional de la UCR, se cansó de las negociaciones para armar la fórmula presidencial con Roberto Lavagna y partió a Mendoza. Ese trámite lo terminó el jujeño Gerardo Morales, porque Iglesias se hartó. La historia le dio luego la razón.
Mientras en Mendoza se propicia cortar boleta y votar a cualquier candidato a presidente mientras se apoye la fórmula local, en la provincia de Buenos Aires las espadas del alfonsinismo tratan de frenar el proceso. Ayer, el diputado bonaerense Juan Pedro Tunessi salió a criticar con dureza a los mendocinos Iglesias y Víctor Fayad, el radical que ganó la intendencia de Mendoza capital con casi el 60% de los votos.
«Me parece que se equivocan los dirigentes que niegan la existencia de un partido nacional», dijo Tunessi. Junto a él, Miguel Bazze, presidente de la UCR de Buenos Aires y primer candidato a diputado, también batalla todos los días en un intento por frenar la mufa que avanza sobre el partido y amenaza con derivar votos en su mayoría hacia el santafesino Hermes Binner.
«Se equivocan. La UCR es un partido nacional o no es nada, ésa es la verdad. En una época en la que faltan partidos nacionales, los partidos tienen un valor importante para la democracia», dijo ayer Tunessi. «Creo que es un error; somos un partido democrático y lo aceptamos, pero no estamos de acuerdo».
La declaración vino luego de que Fayad emitiera una de las sentencias políticas más duras que se recuerde, sobre todo en un partido como el radicalismo, contra Alfonsín.
Fayad cuestionó a Alfonsín porque «todos los días formula una declaración que desalienta». Y luego lo sentenció: «En la UCR hemos acompañado a Ricardo hasta donde hemos podido. Cuando la gente se muere, uno va y lleva a esa persona al cementerio y después vuelve a la casa, no se queda ahí, porque uno sigue con vida».
Le respondía Fayad a los dichos de Alfonsín, que había considerado «improbable» ganar las elecciones del próximo 23 de octubre para 24 horas después cambiar de opinión.
Iglesias también mostró su descontento con Alfonsín y sacó esta semana un jingle de campaña que pasan todas la radios mendocinas: «Cortá, cortá, cortá, cortá boleta, sumalo a Iglesias, cortá boleta. Cortá, cortá, cortá, cortá boleta, votalo a Iglesias gobernador», dice la campaña que hizo estallar la ira en la UCR nacional.
De ahí que Tunessi pidiera al Comité Nacional: «Debería sacar una declaración diciendo que este tipo de actitudes no ayudan ni consolidan un partido. Pero son cosas que debe decidir el comité». La respuesta será en una semana.


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