25 de julio 2016 - 00:00

Un escándalo hizo renunciar a la jefa del partido

“FEEL THE BERN”. Los votantes jóvenes independientes y demócratas mantienen el entusiasmo en torno al senador Bernie Sanders.
“FEEL THE BERN”. Los votantes jóvenes independientes y demócratas mantienen el entusiasmo en torno al senador Bernie Sanders.
 Filadelfia - La presidenta del Partido Demócrata estadounidense, Debbie Wasserman Schultz, anunció ayer que renunciará a su cargo al finalizar la Convención de investidura de Hillary Clinton, presionada por el escándalo de mails donde pedía boicotear la campaña de Bernie Sanders y que fueron divulgados por WikiLeaks.

"La mejor forma para mí de cumplir esos objetivos es renunciar a mi puesto de presidenta del partido al finalizar la convención", escribió en un comunicado, refiriéndose a la campaña electoral de los próximos meses, luego de que el sitio WikiLeaks publicara la noche del viernes unos 20.000 mensajes internos del Partido Demócrata develando una posible tentativa de desestabilización del senador por Vermont, rival de Clinton en la interna primaria para la Casa Blanca.

"Lo dije desde hace meses por una variedad de razones. Debbie Wasserman Schultz no debería ser la presidenta del partido. Y creo que estos mensajes de correo electrónico reiteran la razón por la que no debería ser la presidenta", subrayó ayer Sanders en una entrevista en el programa This Week del canal ABC. Esta congresista de Florida era cuestionada desde meses atrás por Sanders y sus partidarios, que la acusaban de parcialidad y reclamaban su renuncia a fin de unificar el partido.

La publicación de WikiLeaks puso de relieve las conocidas tensiones entre el establishment del Partido Demócrata y la campaña del progresista Sanders, que durante las primarias acusó al Comité Nacional Demócrata de favorecer a Clinton.

En respuesta a la polémica, el director de campaña de la exprimera dama, Robby Mook, acusó a piratas informáticos rusos de haber filtrado los correos electrónicos a WikiLeaks para dividir a la fuerza y ayudar a Donald Trump a hacerse con la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.

Anoche, el candidato republicano pidió a su rival, Clinton, que renuncie igual que hizo Wasserman Schultz.

El Comité Nacional Demócrata reconoció en junio que piratas informáticos ligados al Gobierno ruso atacaron durante aproximadamente un año su red de ordenadores en una operación de espionaje en la que accedieron, entre otros, a datos que habían reunido para hacer campaña contra el polémico magnate.

Agencias AFP y EFE

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