En medio de una gran expectativa, el carismático Johnson sorprendió al mundo político al comunicar que, después de consultar con sus colegas del Parlamento, había llegado a la conclusión de que él no es la persona adecuada para asumir el poder.
El anuncio se conoció poco después de que su compañero de campaña a favor del "brexit" -la salida del país de la Unión Europea (UE)-, el titular de Justicia, Michael Gove, anunciara, también por sorpresa, que entraba en la lucha por el liderazgo "tory".
La victoria del "brexit" y el anuncio el viernes de la semana pasada de dimisión del primer ministro Cameron habían situado al exalcalde al frente de la pugna por el liderazgo conservador.
Pero la salida de Johnson, de 52 años y figura clave del éxito del "brexit", puso de manifiesto las fisuras internas en el ala más euroescéptica del partido que desde hace décadas ambicionaba con cortar los vínculos con Bruselas.
Al defender su entrada en la carrera del Partido Conservador, Gove comunicó que ya no respaldaba a Johnson por entender que no es el político ideal para ocupar el número 10 de Downing Street.
"Respeto y admiro a todos los candidatos que aspiran al liderazgo. En particular, quería ayudar a construir un equipo en torno de Boris Johnson para que un político que argumentó a favor de la salida de la Unión Europea nos pudiera liderar hacia un futuro mejor", dijo el ministro en su declaración.
Sin embargo, "a regañadientes", dijo Gove, "llegué a la conclusión de que Boris no aporta el liderazgo ni formará un equipo para la labor que hay por delante".
Aunque ganó dos elecciones a la Alcaldía de Londres (en 2008 y 2012), Johnson nunca ocupó un cargo clave en el Gobierno, por lo que generaba dudas entre los diputados sobre si podía asumir un puesto en momentos decisivos para el Reino Unido, pues deberá negociar con los 27 la retirada del país del bloque comunitario.
Con su salida, la ministra de Interior, Theresa May, quedó instalada como clara favorita para reemplazar a Cameron una vez completada la elección interna entre los diputados, aunque la decisión final estará, en septiembre, en manos de los afiliados conservadores.
Aunque May apoyó la permanencia británica en la UE, tuvo poca participación en la campaña para el referendo y casi no tomó parte en los debates, lo que la sitúa como una figura más unificadora para una formación partida por la mitad: euroescépticos y proeuropeos.
Con mucha experiencia y dureza en sus discursos, May se presentó ayer como la dirigente ideal para unificar al partido y al país.
"Tras el referendo de la semana pasada, nuestro país necesita un liderazgo fuerte que nos conduzca en este período de incertidumbre económica y política y que negocie los mejores términos posibles cuando nos vayamos de la UE", afirmó May.
May tendrá como principal contrincante a Gove, ya que los otros aspirantes no son figuras destacadas y parecen tener menos respaldo entre el grupo parlamentario.
La lista de aspirantes la completan el extitular de Defensa, Liam Fox; el ministro de Trabajo y Pensiones, Stephen Crabb, y la secretaria de Estado de Energía, Andrea Leadsom.
El partido fijó el 9 de septiembre como fecha para determinar quién será el nuevo líder del Partido Conservador y, consiguientemente, primer ministro.
La deserción de Boris Johnson produjo irritación en muchos, que creen que desertó después de desatar una enorme crisis en el país.
Agencias EFE, AFP y Reuters, y Ámbito Financiero |
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