26 de julio 2018 - 00:00

Una feroz contraofensiva del Estado Islámico dejó más 221 muertos en Siria

Los ataques y atentados explosivos, con un saldo que se cuenta entre los peores desde el inicio de la guerra en 2011, se produjeron en diferentes puntos del país. Informes hablan incluso de ejecuciones de civiles dentro de sus casas. El conflicto ya suma 350.000 víctimas.

destrozos. Así quedó la escena de la explosión de un coche bomba del Estado Islámico en la ciudad siria de Sueida.
destrozos. Así quedó la escena de la explosión de un coche bomba del Estado Islámico en la ciudad siria de Sueida.
Damasco - Al menos 221 personas murieron ayer en una oleada de ataques y atentados reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, uno de los saldos más elevados desde el inicio de la guerra en 2011.

El presidente Bashar al Asad denunció los hechos como un "crimen" y señaló a países extranjeros que no precisó, acusándolos de apoyar al EI.

"Estos crímenes muestran que los Estados que apoyan el terrorismo tratan de reanimar a las organizaciones terroristas para servirse de ellas como moneda de cambio con fines políticos, pero esas tentativas fracasarán", dijo Al Asad al recibir a Alexander Lavrentiev, emisario del presidente ruso, Vladímir Putin.

"El saldo de los ataques subió a al menos 221 muertos, entre ellos 127 civiles que en su mayoría murieron en el norte (de la provincia de Sueida), ejecutados en sus casas" indicó el director del Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

"Se trata del balance más crítico en esta provincia desde el inicio del conflicto" en 2011, aseguró. En los poblados, "los yihadistas asesinaron a habitantes en sus casas", continuó.

"Algunas personas que huyeron del ataque (del EI) regresaron a las aldeas recuperadas (por el régimen) y encontraron a vecinos muertos en sus casas", precisó al final de la tarde Abdel Rahman.

Se trató de los primeros ataques de esta amplitud perpetrados por el EI desde hace meses en el país, donde la organización yihadista sufrió numerosos reveses militares que terminaron desmantelado su autoproclamado califato.

Asaltos contra varias aldeas, sumados a atentados suicidas, se produjeron también en la provincia de Sueida (sur), controlada por completo por el régimen de Al Asad. Los yihadistas del EI están presentes en una zona desértica ubicada al noreste de esa región.

Según los medios de comunicación oficiales, las fuerzas del régimen lanzaron contraataques para rechazar a los yihadistas. Al mismo tiempo, los extremistas fueron objetivo de ataques aéreos después que tomaran tres aldeas durante la mañana, indicó el OSDH.

Tras finalizar los combates, las fuerzas del régimen habían recuperado esos tres poblados. "Los yihadistas fueron obligados a replegarse hacia el desierto", indicó el director del OSDH.

En un comunicado en la aplicación Telegram, el EI dijo que "soldados del califato" atacaron posiciones de seguridad y blancos del Gobierno en la ciudad de Sueida.

La agencia oficial Sana y la cadena de televisión estatal confirmaron la presencia de muertos y heridos por estos ataques en la provincia de Sueida, aunque no dieron un balance exacto.

"Unidades del Ejército iniciaron una contraofensiva (para detener a) los terroristas de Daesh", el acrónimo en árabe, de significado despectivo, con el que se conoce al EI, informó la televisión estatal.

Las imágenes difundidas de los ataques por los medios oficiales sirios muestran un cadáver al lado de una pared derruida en la ciudad de Sueida, que yace en el suelo en medio de charcos de sangre.

"Las Naciones Unidas condenan los ataques contra los civiles" en Sueida, afirmó en un comunicado el coordinador humanitario de la ONU en Siria, Alí Zaatari.

Según el director del OSDH, los ataques de ayer del EI son los más sangrientos de los últimos meses en Siria, donde la organización yihadista no deja de encadenar derrotas y ya controla menos de un 3% del territorio. Por su parte, el EI habría sufrido 38 bajas, según la fuente.

Estos atentados se producen cuando el Gobierno ya controla el 90% de las provincias meridionales de Deraa y Quneitra, tras su devastadora ofensiva militar en junio.

Según la agencia Sana, los atentados del EI pretendían "disminuir la presión militar" del Ejército oficial contra los últimos yihadistas, "que serán abatidos en de Deraa".

Los combates contra el EI en Deir Ezor, todavía durarán "al menos dos o tres meses", informó el general François Parisot, comandante de las fuerzas francesas en la coalición internacional liderada por Estados Unidos

Más de 350.000 personas han muerto desde el inicio de la guerra en Siria en 2011, un conflicto que se intensificó con la implicación de países extranjeros y grupos yihadistas.

Agencias AFP y DPA

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