18 de marzo 2010 - 00:00

Una vertiginosa animación apocalíptica

Shane Acker, sostenido por Tim Burton, pone el foco en la fluidez de los movimientos de sus personajes de trapo y logra formidables despliegues de acción.
Shane Acker, sostenido por Tim Burton, pone el foco en la fluidez de los movimientos de sus personajes de trapo y logra formidables despliegues de acción.
«Numero 9» («9», EE.UU., 2009, dobl. al esp.) Animación. Dir.: Shane Acker. Prod.: Tim Burton.

Surgida de la imaginacion de Shane Acker cuando lo filmó como cortometraje durante sus estudios en la UCLA, «Número 9» tiene un espíritu un poco mas oscuro que otras producciones de Tim Burton, probablemente debido a que el Apocalipsis no es un tema que de para la misma clase de chistes que la noches de Halloween.

Sobre todo el primer acto de «Número 9» sorprende por su lograda descripción de un mundo desolado en el que un desconcertado muñeco de trapo despierta y debe enfrentarse a unos engendros robóticos realmente temibles. La historia de Acker tiene puntos en comun con la saga de Terminator de James Cameron, sólo que con el agregado poético de un film de animación para adolescentes, y un extraño y original énfasis en la organización social de este puñado de de muñecos de trapo que no saben que tienen el poder de revivir la desaparecida humanidad.

Uno de los muñecos cumple la función del poder religioso, otro el militar, otro el científico y el recién llegado «número 9» intenta descubrir una explicación en medio de tanto caos y desolación enfrentando los dogmas que le impnen los mayores. Pronto descubren el legado del científico que les dio vida y que espera que ellos puedan vencer a las máquinas que provocaron ese holocausto, lo que da lugar a impactantes flashbacks de la involución de la raza humana hacia una espiral belicista de final previsible.

Acker, que debuta aquí como director luego de encargarse de las imágenes animadas de «El Señor de los anillos» no sólo pone el foco en la fluidez de los movimientos de sus personajes de trapo, sino que logra formidables despliegues de acción en las numerosas escenas de combates desiguales entre sus esmirriados protagonistas y las ominosas creaciones mecánicas que dominan lo que queda del mundo.

El resultado es un muy recomendable film de animación para grandes y chicos, con imágenes que persisten en la memoria mucho tiempo despues de visto el film, y un ritmo vertiginoso que supera al de muchos otros films del género.

D.C.

Dejá tu comentario