17 de septiembre 2007 - 00:00

Coleccionar no es acumular sino elegir

Retrato de Carlos Pedro Blaquier, el coleccionista más activode nuestro país, especializado en impresionismo y arteargentino.
Retrato de Carlos Pedro Blaquier, el coleccionista más activo de nuestro país, especializado en impresionismo y arte argentino.
Hoy en día se está viviendo el siglo de oro del mercado de arte contemporáneo, y es gracias a la aparición de nuevos coleccionistas rusos, chinos e indios entre otros. Las ferias de arte contemporáneo los invitan con todos los gastos pagos para que concurran y arrebaten las obras expuestas; en nuestro país, la inteligente gestión de Mauro Herlitzka y de Alex Reynal lo pone en práctica con Arte Ba, y están cosechando grandes éxitos.

El volumen de venta del mercado ha subido 52% en tan sólo un año, y se venden cerca de cinco millones de lotes en subastas durante el año. Un 75% son pinturas, 11% acuarelas, dibujos y témperas, 8% esculturas, 3% grabados y 2% fotografias, tomando el volumen de ventas como referencia y no la cantidad de lotes en las nueve mil subastas inventariadas, a razón de 45 por día, tomando 200 jornadas con días hábiles.

En las quinientas galerías que hay en Nueva York se estima que se venden 3100 millones de dólares, destronando a la histórica Londres que tiene 27% del mercado de subastas. España no reúne ni uno por ciento del mercado aunque las grandes figuras como Picasso, Miró, Gris y Dalí son españolas.

Christie´s y Sotheby´s son dueñas de 80% del mercado de subastas y van por más. Han abierto oficinas en China e India y también están por desembarcar en Dubai. Los chinos no se quedan atrás: la casa de remates China Guardian vendió mil millones de dólares el año pasado, superando a todos los comisarios de precios de Francia.

Son los artistas y los coleccionistas los importantes operadores del mercado, en tanto que los marchands de tableaux o mercaderes de arte, los art dealers y las galeríaas hacen de intermediarios en la relación de estos personajes del mercado. Hay un gran recambio de compradores en todo el mundo, se renuevan permanentemente y más personas quieren disfrutar del prestigio que da coleccionar arte, y luego se dan cuenta del placer que es vivir rodeados de arte.

Hoy las grandes empresas textiles de lujo coleccionan arte, como Prada y Vuitton. También los fondos en inversión de arte comienza a incrementarse. La realidad es que pocos artistas pueden vivir exclusivamente de la venta de sus obras; en España hay registrados 11.236 artistas profesionales, y más de la mitad gana 360 euros por mes (1500 pesos). En nuestro país las cosas son parecidas. Las ferias de arte tratan de ser cada vez más intelectuales y se están olvidando que son ferias comerciales. En nuestro país hay una dinastía de grandes coleccionistas, Antonio Santamarina y su hermana Mercedes, que vendieron campos para comprar obras. Mario Hirsch, que siempre disponía de tiempo para ir a salas de arte y anticuarios en cada uno de sus viajes, y que los sábados a la mañana los dedicaba a ver arte y mejorar su estupenda colección. Horacio Porcel, que ha dedicado gran parte de su vida a recopilar todo lo que hace a nuestra historia y tradiciones. Y sin duda Amalita Fortabat ha realizado una colección única con obras de Turner, Cézanne, Van Gogh y todos los grandes del arte argentino, con mas de quinientas obras que serán exhibidas dentro de pocos meses en el museo que generosamente está terminando en Puerto Madero. Hoy sin duda es Carlos Pedro Blaquier el coleccionista más activo de nuestro país; no sólo hizo la colección más importante de impresionismo que hay en América del Sur, sino que su colección del arte de los argentinos es inigualable; sus obras de Pettoruti, Guttero, Malharro, Quinquela Martin, Fader y Curatella Manes, entre otros, son fundamentales en la historia de nuestro arte. Coleccionar no es tener muchas obras, es seleccionar un período, una escuela o un grupo de pintores y a partir de un criterio reunir un conjunto de obras.

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