Periodista: ¿Por qué se decidió a escribir su segunda novela distópica?
"Los cisnes no solo saben amar": una distopía donde la política y la economía atraviesan las pasiones sociales en la argentina de finales del Siglo XXI
Con ‘Los cisnes no solo saben amar', el economista y doctor en Relaciones Internacionales Pablo Kornblum vuelve a incursionar en el terreno de la ficción para presentar su segunda novela distópica ambientada en la Argentina de finales de Siglo XXI.
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Pablo Kornblum: Luego de mi primera novela distópica, ‘La equilibrista que llegó del espacio’, quise volver a conjugar mis conocimientos de economía, política y relaciones internacionales, con todo lo que he absorbido a través de las lecturas sobre escenarios de distopía. Ello implicó plasmar la dinámica social de un modo diferente; que los dilemas morales y las pasiones que existen en cada ser humano, lleguen al lector a través de una historia de ciencia ficción que los atrape, por un lado, pero que también los haga reflexionar sobre el complejo mundo en que vivimos.
P.: ¿De qué trata la novela?
P.K.: Habla sobre la pasión de un grupo de jóvenes que desean lo mejor para sus vidas, con historias familiares donde las miserias socio-económicas se conjugan con el ocultamiento y las mentiras que genera la tecnología. Este escenario se embebe en una guerra mundial entre el capitalismo más despiadado y un enmascarado comunismo tardío; de la cual deriva un monumento que refleja una foto de la historia. Y allí, en el trascender de la memoria, es donde se genera un proceso de comprensión holístico, con el amor como faro que alimenta la esperanza de los protagonistas.
P.: ¿Qué temáticas se encontrará el lector en sus páginas?
P.K.: Un nacionalismo que propugna el clonar para matar, una política internacional falaz que busca atemperar las tensiones sociales, la utilización de la ciencia y la difusión de la información para lograr ‘discutidos’ cometidos, y la promoción permanente de incentivos marginales para generar una fantasía de progreso dentro del ‘modo de vida’ sistémico venerado, entre otros. Todo ello enmarcado en confusos imperativos ideológicos, los cuales conllevan a un premeditado final de destrucción y muerte. Por el contrario, también se perciben la ética, el deseo y el cariño; variables que se tornan fundamentales para poder ‘respirar’, tomar distancia de la complejidad y las miserias, las cuales nos permiten anhelar un próspero futuro colectivo.
P.: Más allá de que el lector visualizará con un futuro distópico, ¿se puede realizar alguna semejanza con la actualidad?
P.K.: En la historia de la humanidad los dilemas son cíclicos, se ‘aggiornan’ a cada coyuntura espacial y temporal, pero nunca desaparecen: la puja de intereses, la ambición por el poder y la riqueza, la permanente lucha - prolongada y compleja - por la libertad y la justicia, la comprensión del posicionamiento que tiene cada uno en un mundo eminentemente clasista, y así podríamos continuar. Si bien podrá existir un diferencial en cuanto a lo tecnológico, la esencia, aquella que conjuga lo que nos apasiona, los deseos, lo que nos motiva a perseguir nuestros sueños, no cambia.
P.: Finalmente, ¿Por qué recomendaría al público la lectura de ‘Los cisnes no solo saben amar?
P.K.: Es una novela muy dinámica, que toca una diversidad de problemáticas sociales y nos hace reflexionar sobre los dilemas que tenemos como individuos y como sociedad. Pero también nos interpela a pensar en qué tipo de mundo queremos vivir, cuáles son nuestras prioridades, y hasta que tipo de injusticias estamos dispuestos a tolerar. En un ‘mundo liquido’, donde todo parece ser negociable, creo que es un debate interno que nos debemos dar.
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