El lugar de trabajo es un entorno que puede favorecer o dificultar el desempeño y la productividad. Existen factores en el ámbito laboral que influyen directamente en el cerebro de forma negativa.
¿Cómo afecta a tu cerebro el entorno laboral?
Las personas pasan buena parte del día en el trabajo y esto puede afectar a la salud cerebral. Qué factores influyen.
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Cuando el cerebro debe invertir energía en variables que no están relacionadas con la tarea específica del trabajo, se genera un desgaste innecesario. Son situaciones que modifican el estado de ánimo y que repercuten sobre la concentración, la motivación y la productividad.
Factores negativos para el cerebro
El estado de ánimo negativo de los compañeros
El estado de ánimo de las demás personas, tanto positivo como negativo, tiende a ser "contagioso". Pero en el lugar de trabajo suele vivirse con mayor intensidad, ya que es un espacio en el que el contacto con los compañeros es muy estrecho y por largas horas. Los expertos sugieren que lo ideal es aprender a protegerte de estas situaciones, para evitar situaciones de estrés.
La falta de libertad para decorar el espacio de trabajo
La imposibilidad o dificultad para colocar cada elemento en un lugar que sea perfecto para vos, influye de manera directa con tu día a día en el espacio laboral. En general, las personas que tienen autonomía para decorar su ambiente, a su gusto, se sienten más motivadas a trabajar.
Pero, cuando el espacio no es suficiente, la privacidad se reduce. Si el lugar que ocupan determinados objetos se colocaron para satisfacer necesidades ajenas, es mucho más fácil que surja la desmotivación, lo que en algún momento se reflejará en el rendimiento.
La luz artificial
Un estudio reveló que las personas que trabajan con luz artificial se cansan antes, rinden menos y tienen más dificultades para descansar, en comparación con que quienes trabajan con luz natural.
La luz artificial puede alterar la liberación de melatonina, una hormona que se segrega por estímulos lumínicos. Cuando los ciclos de luz y de oscuridad se alteran, el organismo lo resiente, lo que termina afectando los ciclos de descanso.
No poder descansar cuando se quiere
El cerebro necesita descansar correctamente para funcionar de forma adecuada. Un estudio de Microsoft, que cita varias investigaciones, corroboró que "lo ideal es que una persona tome un breve descanso de un par de minutos, cada media hora".
Sin embargo, esto no tiende a cumplirse en ningún entorno laboral. En cambio, los trabajadores permanecen en su lugar de trabajo durante varias horas seguidas. Esto no solo afecta el cerebro y su funcionamiento, conduciendo a la fatiga, sino que reduce la productividad y aumenta los errores.
No beber suficiente agua
El cerebro necesita beber suficiente agua para funcionar bien. Si no se toma con frecuencia, aparecen señales de deshidratación y esto influye en la actividad cerebral, afecta la memoria y la concentración. También es posible que provoque dolores de cabeza y señales de depresión.
Lo indicado es tomar entre 1,5 y 2 litros durante una jornada de ocho horas. El lugar de trabajo también es un espacio de vivencia y convivencia. Para administrarlo de forma adecuada no solo se deben tener en cuenta las necesidades de producción, sino las de los seres humanos que trabajan allí.
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