10 de mayo 2025 - 13:50

Científicos logran transformar el plomo en oro bajo una condición especial

Uno de los grandes anhelos de la especie humana es poder fabricar materiales a su antojo. Esto fue uno de los grandes objetivos de la rama conocida como alquimia, una mezcla entre la química y la metafísica.

Científicos lograron tranformar el plomo e oro.

Científicos lograron tranformar el plomo e oro.

La alquimia se basa en un principio elemental: si la naturaleza puede transformar unas cosas en otras, entonces esa capacidad tiene que poder replicarse. En los últimos días, el experimento ALICE, consiguió lo que ningún alquimista pudo y transformó núcleos de plomo en oro, según informó el propio Centro Europeo de Física de Partículas (CERN).

En detalle, el experimento logró transformar plomo en oro de manera momentánea, a una tasa de 89.000 núcleos por segundo. El Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus cifras en inglés) y sus técnicos publicaron un artículo sobre lo descubierto en Physical Review Journals, donde el equipo explica cómo generó la transformación a partir del rozamiento entre átomos de plomo.

La transformación del plomo en oro

La posibilidad de transformar plomo en oro, un sueño que durante siglos obsesionó a los alquimistas, es hoy una realidad científica, aunque efímera y poco rentable. En el corazón del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, los núcleos de plomo se aceleran en direcciones opuestas a velocidades cercanas a la luz.

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El Gran Colisionador de Hadrones fue construido por la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) entre 1989 y 2001.

El Gran Colisionador de Hadrones fue construido por la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) entre 1989 y 2001.

Cuando estos átomos se rozan –sin llegar a chocar de frente–, los campos electromagnéticos generados son capaces de arrancar protones del núcleo, lo que provoca que el plomo se transforme en otros elementos.

En detalle, el plomo tiene 82 protones. Si pierde tres, se convierte en oro, que tiene 79. Si pierde uno o dos, el resultado es talio o mercurio, respectivamente.

Esta transmutación fue detectada por el equipo de ALICE, un gigantesco sensor diseñado para estudiar partículas subatómicas, gracias a sus calorímetros de cero grados, desarrollados por el Instituto Nacional de Física Nuclear (INFN) de Italia.

Entre 2015 y 2018, el LHC produjo cerca de 86.000 millones de núcleos de oro. Pero el oro resultante es casi simbólico: su masa total equivale a 29 millonésimas de millonésima de gramo y su existencia es fugaz, ya que los núcleos se fragmentan casi de inmediato en otras partículas.

"Los núcleos de oro emergen de la colisión con una energía muy elevada y golpean el tubo del haz del LHC o los colimadores, donde se fragmentan inmediatamente", explicó la organización científica.

El fenómeno ocurre por disociación electromagnética: los núcleos de plomo emiten pulsos de fotones que alteran las partículas vecinas. Esta técnica permite comprender mejor las interacciones subatómicas, aunque está lejos de ser una fuente de riqueza. Como resume el equipo del LHC: "Técnicamente, el sueño es una realidad, pero hacerse rico de esta manera sigue siendo una quimera".

Esta no es la primera vez que la ciencia convierte un elemento en oro. En 1980, el químico nuclear Glenn T. Seaborg logró transformar bismuto-209 en oro en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, utilizando un acelerador de partículas. Sin embargo, al igual que en el LHC, el resultado no tenía aplicación práctica.

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