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Aguafiestas, el valijero dice que venía más dinero
Imparable hasta el mediodía de ayer la euforia en la delegación argentina que acompaña a Cristina de Kirchner por el acuerdo con bonistas. Pero desde que comenzaron a conocerse los dichos que salían de boca del valijero Guido Antonini Wilson ante un tribunal de Miami, desaparecieron funcionarios, legisladores y otros entornistas de los salones de los hoteles en que viven y de los bares que frecuentan. La orden era que nadie se expusiera a las preguntas de los periodistas sobre las afirmaciones de Antonini acerca de una segunda valija con u$s 4,2 millones, que Claudio Uberti le agradeció haber intentado pasar el maletín y que luego se vio en Casa de Gobierno con éste y con Julio De Vido. Néstor Kirchner, a media tarde, apareció solitario en el hall del Four Seasons Hotel para tomarse un café, pero pidió que la guardia del servicio secreto (que custodia a los presidentes en viajes como éstos) tendiera un corralito con un cordel sobre el rincón en donde se tomó un cortado. También para evitar respuestas.
Antonini aseguró ayer que después de que le decomisaran los 800.000 dólares en la Aduana, tuvo una conversación en un hotel con Diego Uzcátegui Matheus, que era gerente general de PDVSAAmérica y tuvo que renunciar luego debido al escándalo.
Uzcátegui preguntó a Antonini qué había sucedido y dónde estaba el otro maletín «con la plata».
«¿Qué otra plata?», preguntó Antonini, a lo que Uzcátegui respondió que se refería a los 4,2 millones de dólares que iban en otro maletín. Antonini sostuvo en el juicio que desconocía que en el equipaje del avión llevasen maletines con dinero.
Agregó que cuando aterrizaron, los pasajeros tomaron sus valijas y que quedó un último maletín que él mismo tomó.
En ese momento, prosiguió Antonini, un aduanero argentino le pidió que lo abriese. «¿Qué lleva usted?», preguntó el funcionario, a lo que Antonini respondió que no sabía, pero que podían ser libros por el peso.
En el mismo vuelo viajaron también Claudio Uberti, entonces titular del Organismo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) y encargado de las relaciones del gobierno con Venezuela, puesto al que tuvo que renunciar a los pocos días de estallar el escándalo, además de funcionarios de Petróleos de Venezuela ( PDVSA) y la empresa estatal argentina ENARSA.
En su declaración, Antonini confirmó también que estuvo en una recepción que se le hizo por aquellos días al presidente venezolano, Hugo Chávez, en la Casa Rosada, y que fue acompañado por Victoria Bereziuk, asistente de Uberti.
Antonini no afronta cargos en el juicio en Miami, pero en la Argentina es investigado por presunto lavado de dinero e intento de contrabando, y se solicitó a Estados Unidos que lo extradite. Venezuela también dictó una orden de captura contra él hace poco más de un mes.
Ayer, antes de la comparecencia de Antonini, subió al estrado el director de la DEA en Venezuela, Thomas Adler, quien negó que haya conversado con Durán sobre el caso del maletín. Agregó que nunca mandó a Durán un mensaje de texto y tampoco le prestó un avión.
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