El sacerdote Julio Grassi continuó ayer su declaración en la sexta audiencia del juicio que se sigue en su contra por presunto abuso de tres menores, aunque aún no comenzó a responder las preguntas de la Fiscalía y la querella.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
En la jornada de ayer, además participó de las audiencias por primera vez desde que se inició el debate una veedora de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, luego de que el tribunal negara el planteo de Grassi de no permitir el ingreso de estas observadoras.
El debate -para el cual está vedada la presencia de público y periodistas- se retomará hoy en los tribunales de Morón, cuando Grassi continuará con su declaración. Antes de ingresar a la audiencia reiteró que no nombró a Susana Giménez en el marco de un supuesto complot que denunció en su contra.
En ese sentido, pidió a los periodistas que «no le crean» al abogado querellante en la causa, Juan Pablo Gallego, al afirmar que «una cosa pasa en el tribunal y otra es la que le dice él a la prensa».
«No le crean a Gallego, una cosa pasa en el tribunal y otra es la que le dice él a la prensa, les está mintiendo, me denigra constantemente», se quejó el religioso.
Luego, al retirarse de los tribunales, Grassi reconoció que deberá hacer un «mea culpa» por haberse negado a la presencia de veedores, y en ese sentido manifestó que la observadora que ingresó al juicio le pareció «una persona buena, objetiva, que también estaba preocupada cuando vio algunas cosas que yo declaré».
Por su parte, el abogado querellante Juan Pablo Gallego volvió a manifestar su descontento por la manera en que el cura realiza sus exposiciones en el recinto y reiteró que Grassi sigue «sin hablar de las acusaciones» que pesan en su contra.
Dejá tu comentario