Los gatos domésticos experimentan cambios significativos a medida que envejecen. A partir de los 7 años, estos felinos inician una transición hacia la vejez que se hace más evidente alrededor de los 11 años. Identificar estos cambios a tiempo permite implementar cuidados específicos que mejoren su calidad de vida durante esta etapa.
¿Tu gato está haciendo alguna de estas cosas? Entonces está envejeciendo
Los felinos mayores de 7 años presentan síntomas de que se volvieron viejos y que requieren de un cuidado especial a pesar de que ellos lo oculten.
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Los gatos empiezan a sufrir su envejecimiento a los 7 años y esta es una forma de cuidarlos.
Los felinos suelen ocultar sus malestares, lo que dificulta la detección temprana de problemas de salud. Sin embargo, ciertos comportamientos y cambios físicos pueden indicar que el gato está entrando en la etapa senior. Reconocer estos signos resulta fundamental para brindarles los cuidados adecuados y prevenir complicaciones.
Cómo darse cuenta cuando un gato está envejeciendo
Los gatos muestran señales específicas cuando comienzan a envejecer. Entre los cambios más comunes se destacan una menor actividad física y más horas de descanso. Este comportamiento puede parecer normal, pero también podría indicar problemas articulares como artritis o sarcopenia.
La pérdida o aumento de peso sin causa aparente constituye otra señal de alerta. Estos cambios pueden reflejar alteraciones metabólicas como hipertiroidismo, diabetes o enfermedad renal crónica. Los problemas dentales también se vuelven más frecuentes, con entre el 52% y 68% de los gatos mayores de tres años desarrollando enfermedades orales.
La disminución de la visión y audición afecta a muchos gatos mayores de 9 años. Condiciones como esclerosis lenticular, cataratas o glaucoma pueden comprometer su calidad de vida. Los cambios de comportamiento, como mayor irritabilidad o desorientación, podrían indicar un síndrome de disfunción cognitiva similar al Alzheimer.
El pelaje pierde brillo y puede presentar zonas sin pelo o enmarañado. La higiene personal se descuida y las uñas crecen excesivamente, especialmente si el gato presenta dolor al moverse. Estos signos requieren atención veterinaria para determinar si se trata de un envejecimiento normal o de patologías que necesitan tratamiento.
Cómo cuidar a un gato adulto
El cuidado preventivo resulta esencial para garantizar una vejez saludable en los gatos. Las visitas veterinarias cada seis meses permiten controlar enfermedades silenciosas como la enfermedad renal crónica o el hipertiroidismo. El monitoreo regular del peso y el apetito ayuda a detectar problemas de salud en etapas tempranas.
Una dieta específica para gatos mayores, con alimentos altamente digestibles y equilibrados en proteínas, grasas y micronutrientes, contribuye a mantener su salud. La adaptación del hogar facilita el acceso a comida, agua y áreas de descanso, evitando escaleras o lugares de difícil acceso.
El cepillado regular y el corte de uñas mantienen la higiene y permiten detectar bultos o lesiones cutáneas. El enriquecimiento ambiental con juegos suaves, estímulos auditivos y visuales, y rutinas predecibles ayuda a preservar su función cognitiva. Estos cuidados mejoran significativamente la calidad de vida de los gatos durante su vejez.
La clasificación por edades establece que los gatos de 7 a 10 años se consideran maduros, los de 11 a 14 años son sénior, y los de 15 años o más se catalogan como geriátricos. Cada gato envejece de manera diferente, pero el contexto genético, el entorno, la nutrición y el estado de salud influyen en su longevidad. Con los cuidados adecuados, muchos felinos pueden llegar a los 20 años o más.
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