16 de mayo 2025 - 11:42

Acciones, dólar, inflación y el resultado electoral

Hay quienes votan por principios, hay quienes votan por su bolsillo, pero no importa la razón, la economía -reflejada en alguna de sus principales variantes- importa. Pero así como la economía afecta a la política, la política afecta a la economía, y dependiendo del resultado de una elección es lo que puede pasar con las acciones, el dólar o la inflación.

La situación del mercado financiero afecta al resultado de las elecciones y el resultado de las elecciones al mercado financiero. ¿Cuánto y Como?.  

La situación del mercado financiero afecta al resultado de las elecciones y el resultado de las elecciones al mercado financiero. ¿Cuánto y Como?.  

Este domingo comienza de lleno la guerra electoral, con la elección de legisladores para la Ciudad de Buenos Aires. La Madre de Todas las Batallas sobrevendrá el 7 de septiembre con la elección de diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires y la contienda final la veremos el 26 de octubre -para entonces al menos 9 provincias, que comprenden a poco mas del 65% de la población total del país, ya habrían celebrado sus elecciones locales), cuando se realizarán las “medio término” a nivel nacional.

El mercado y las medio término

Si lo que suceda este domingo importa, es porque esta vez las elecciones de medio término importan. E importan porque son la clave para que el gobierno pueda avanzar o no -tenga los votos suficientes en el Congreso o no- con las reformas fiscal, laboral, previsional y judicial.

Esto implica el comienzo de un cambio de radical en la estructura argentina a partir de octubre que bien puede o no darse, y donde lo económico tiene un lugar preponderante. Así las próximas medio término podrían ser diferentes a todas las que vimos este siglo.

Aclarado esto, viene bien tratar de entreverar como se comportó el mercado financiero local en torno a las elecciones legislativas puras, no con el objeto de tomar decisiones de inversión, sino para analizar los contextos y lo que vendrá.

Desde la vuelta a la democracia en la década de 1980, tuvimos 11 elecciones de medio término (legislativas puras), que en general no han sido favorables para los oficialismos (las excepciones 1985, 1993, 2017 y en menor medida 2005), perdiendo en promedio 14 diputados (entre +14 y -42) y dos senadores (de +6 a -10).

La esperanza del gobierno es entonces repetir y superar la elección que tuvo el PRO/Cambiemos en 2017 cuando sumó 14 diputados y 3 senadores.

ACCIONES

Independientemente de quien gane en los doce meses previos a la elección las acciones han tendido a ganar en dólares (mediana 17.4%, suba en el 73% de los casos), lo mismo que durante los doce meses posteriores, aunque aquí de manera mucho más temperada (7.5%; 73% de los casos).

El único caso de una caída subsiguiente a una victoria de la oposición fue tras la elección de 2017 (-7.4%).

Es interesante que las victorias de los oficialismos estuvieron precedidas por una suba media mayor del Merval en dólares (22.6%), que cuando ganó la oposición (4.3%), en tanto el comportamiento posterior fue prácticamente indistinguible (9.9% y 6.1%).

La pregunta aquí es si la suba accionaria mejora “per se” las chances del oficialismo o es un mejor escenario económico -reflejado en la suba de las acciones- lo que incrementa el apoyo al gobierno de turno (y viceversa).

Si bien los datos son muy pocos como para sacar “conclusiones fuertes” (lo que obliga al empleo de valores medios y no promedios), lo que es claro es qué tras la elección, el mercado tiende a perder “entusiasmo”, sin importar quien haya salido ganador.

DÓLAR

Durante los seis meses previos a la mediotérmino el dólar ha tendido a comportarse en línea con la inflación (-0.2%), si bien en los seis siguientes, pareciera empinarse frente al peso (+5.1%).

Cuando segregamos por quien ganó la contienda, vemos que cuando les tocó a los oficialismos se tendió a experimentar cierto “atraso cambiario” previo (-2.6%; promedio -4.3%), que persistió en los seis meses posteriores (-2.5%; promedio -5.1%). En cambio, cuando las oposiciones ganaron el billete venía ligeramente picante (mediana 0.2%; promedio 9%), revirtiendo esta tendencia a posteriori (-8.2%; -8.8%).

De sugerir algo, esto nos hablaría de que cuando los gobiernos logran “pisar el billete” o “el billete está tranquilo” por una situación económica favorable antes de la elección, mejoran sus chances y que luego que gana la oposición tiende a empinarse.

INFLACIÓN

Tal vez el actor mas relevante al momento de definir quien ganará una elección legislativa a nivel nacional sea el incremento de los precios.

En los últimos 42 años cuando los oficialismos ganaron el IPC había trepado durante los seis meses previos una media mensual de 1.2% (promedio 2.7%). Cuando perdieron fue de 2.1% (3%). Tras las victorias gubernamentales y durante los seis meses posteriores el IPC trepó 1.7% (promedio 1.8%) mientras que cuando perdió, la suba se empinó a 2.6% (4.1%).

Si esto grafica algo es que la victoria o derrota oficialista no se vincularía únicamente a una cuestión de “reprimir precios”, sino un esquema económico que favorece la moderación inflacionaria.

El consejo de un “Viejo Sabio”

Cuando ingresé hace algunas décadas a estas cosas del mercado, una de las primeras cosas que me dijo mi “padrino” J.B.Peña -después descubrí que lo tomó de las declaraciones de Bernard Baruch durante las audiencias del Congreso de los EE.UU. en 1955- fue que nunca perdiera de vista que el mercado era tanto un termómetro como un barómetro de la economía.

Reflejaba tanto el presente como lo que se veía en el horizonte, pero que yo nunca sabría cuál de estos efectos era el que dominaba. Lo que pasa antes (y después) de las elecciones refleja entonces, tanto la realidad presente como las expectativas

No le crea entonces a los que hoy o el lunes próximo le dicen que el mercado está anticipando la victoria de mengano o la derrota de fulano, simplemente -si es porteño- vaya a votar… según su conciencia

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