6 de noviembre 2024 - 18:13

Donald Trump a la Casa Blanca: qué opinan los expertos sobre el futuro de los agronegocios

Trump impulsaría en su segundo mandato una serie de medidas proteccionistas que podrían repercutir negativamente en el negocio de los biocombustibles, aunque de manera positiva si una eventual guerra comercial con China obliga a los asiáticos a aumentar las importaciones desde Sudamérica.

Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos.
Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos.

Las primeras reflexiones de distintos analistas consultados por Ámbito coinciden en que habrá alineamientos en cuestiones geopolíticas y que se mantendría fuerte el apoyo en los organismos multilaterales de crédito, como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero la pregunta que por estas horas sobrevuela en el ambiente de los negocios es si efectivamente la llegada de Trump a la Casa Blanca tendrá o no impactos en el sector empresario. En este sentido, Alejandro Díaz, CEO de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham), aseguró a Ámbito que “el proteccionismo a imponer por la futura administración de Trump podría afectar la exportación de productos desde la Argentina, como por ejemplo acero, aluminio y biocombustibles.

Este tema en particular ya había sido objeto de intensas negociaciones durante la primera presidencia de Trump mientras Mauricio Macri comandaba los destinos de nuestro país. En cuanto a este punto, Gustavo Idígoras, titular de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) explicó a Ámbito que “el triunfo de Trump en Estados Unidos es una señal muy clara del pueblo norteamericano de proteger su industria frente a las importaciones. En su primer mandato perdimos el mercado de biodiesel que era el único producto que había generado superávit comercial con Estados Unidos. Creo que debemos apostar a las buenas relaciones entre los presidentes y el nuevo canciller argentino para que Argentina sea excluida de las posibles medidas proteccionistas y además de abrirnos oportunidades de exportación de productos industriales como el aceite de soja sustentable”.

De todas maneras, Idígoras -que tiene vasta experiencia en negociaciones comerciales tras haber sido durante años agregado agrícola en Bruselas- detalló que “más allá de eso la geopolítica internacional atraviesa momentos de incertidumbre y sería natural esperar mayores tensiones que puedan impactar en los precios internacionales pero también en rutas marítimas hacia nuestros mercados compradores en el sudeste asiático y en Medio Oriente”. Este aspecto es importante que lo consideremos porque hablamos de los principales mercados de los productos argentinos, tanto de origen animal y vegetal.

Repercusiones en el mercado de granos: ¿tendencia a la baja?

El resultado electoral en Estados Unidos generó un sacudón en el precio de las materias primas.

En el mercado de Chicago el valor de la soja cayó u$s7,3 por toneladas y alcanzó un valor de u$s357,8 y los futuros de los granos, el petróleo, entre otros commodities tuvieron caídas en sus cotizaciones. Es probablemente una reacción lógica del mercado ante la preocupación por una nueva guerra comercial entre Estados Unidos y China, que tal como ocurrió con anterioridad, tuvo un fuerte impacto en el comercio mundial de los productos primarios.

El proteccionismo es la principal razón por la que se generaron caídas de precio en los mercados internacionales. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario destacaron que se generó un escenario de incertidumbre sobre el panorama de exportación para la cosecha de soja, independientemente de que el fortalecimiento del dólar presionó a la baja al resto de los granos. Además, la gran cosecha de la oleaginosa en Norteamérica y el buen avance de la siembra en la región, agregan una presión adicional a la baja.

Enrique Erize, analista del mercado de granos y titular de la Consultora Novitas, aseguró a Ámbito que “mas allá de la cuestión del biodiesel, donde la Argentina podría tener problemas para ingresar por el proteccionismo, es muy probable que Trump no continúe con la baja de tasas que venía prometiendo la Reserva Federal y eso implicaría un dólar fuerte, lo cual sería negativo para los commodities. Personalmente creo que en realidad todo se rige por oferta y demanda, pero si no hay sorpresas y el dólar queda fortalecido los fondos se pondrán del lado vendedor de los commodities y ellos son los que mandan”.

Proteccionismo y comercio global

Al ser consultado sobre las posibles definiciones del nuevo gobierno de Trump y las implicancias en el comercio global, Marcelo Elizondo, analista internacional y titular de la Consultora DNI, aseguró a Ámbito que “uno puede imaginar de parte de Trump la revitalización de la guerra comercial con China. Me imagino que él está avanzando con su propuesta de poner aranceles a las importaciones, pero el agro nuestro le exporta poco a los Estados Unidos.

Si él le impone aranceles a las importaciones, puede hacer de la economía americana algo un poco más ineficiente. Aunque, por otro lado, él también está proponiendo baja de impuestos y de costos regulativos con una reducción del peso del Estado en el sector privado, lo cual puede compensar, neutralizar y hacer más conveniente las exportaciones de los Estados Unidos. Tenemos fuerzas cruzadas, sin embargo hay una tercera línea que implica que si él, como se supone, va a bajar el costo de los impuestos, es decir bajar la recaudación fiscal, si reduce la presión impositiva y aumenta el déficit del presupuesto porque no baja el gasto público, eso va a hacer subir la tasa de interés lo cual podría generar un incremento en el valor del dólar. Lo va a fortalecer y para los emergentes esa no es una buena noticia.

Sin embargo, nada es tan lineal. Según Elizondo, “aún no sabemos quiénes son los miembros de su equipo ni cuál es su programa. Él está presentado como un proteccionista pero eso no es bueno ni para Estados Unidos ni para el mundo. Veremos si eso es generalizado o solamente impone sanciones contra los adversarios y no contra el resto. En cuanto al sector privado, la reducción de costos impositivos y regulatorios va a ser buena. Eso ya empezó a ocurrir en los primeros dos años de su presidencia anterior pero luego llegó la pandemia y afectó su programa. Hay algunas fuerzas a favor y otras en contra, pero habrá que esperar para tener mayores precisiones”.

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