A lo largo de las últimas décadas, la tecnología dejó de ser solo una herramienta de trabajo o entretenimiento para convertirse en parte de lo cotidiano. Las aplicaciones que usamos a diario, muchas veces sin pensar, moldearon nuestra forma de hablar, de mostrar lo que sentimos y hasta de construir nuestra identidad digital.
Rechazaron su proyecto en la universidad y terminó creando una de las apps más usadas en el mundo: la historia de Evan Spiegel, el fundador de Snapchat
Impulsado por una idea simple y disruptiva, construyó un imperio digital que cambió para siempre la forma en que los jóvenes se expresan en redes.
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Evan Spiegel, fundador de Snapchat, se convirtió en multimillonario a los 25 años.
Detrás de cada una de estas plataformas hay una mente creativa que supo anticiparse a los cambios culturales y transformar una idea aparentemente simple en un fenómeno global. Como ocurrió con tantos otros pioneros del universo tech, la historia de Evan Spiegel, el fundador de Snapchat, está marcada por el inconformismo y la ambición de hacer algo distinto.
En un mundo saturado de redes sociales que priorizaban la permanencia y la acumulación de likes, el empresario estadounidense apostó por lo efímero y espontáneo. Cuando presentó su proyecto en la universidad, le dijeron que era una mala idea, pero siguió adelante y así nació uno de los sitios más populares entre los adolescentes.
Le dijeron que era una mala idea y hoy es millonario: la historia de Evan Spiegel
Evan Thomas Spiegel nació el 4 de junio de 1990 en Los Ángeles, California, en el centro de una familia acomodada. Hijo de dos abogados, creció en el exclusivo barrio de Pacific Palisades, rodeado de comodidades, autos importados y una vida marcada por el consumo, el estatus y acceso temprano a la tecnología.
Estudió en la Crossroads School for Arts and Sciences, una institución en Santa Mónica, y luego ingresó a la Universidad de Stanford para formarse en diseño de producto. Allí encontró el espacio ideal para explorar ideas digitales y desarrollar su costado creativo. Fue en ese contexto donde, junto a sus compañeros Reggie Brown y Bobby Murphy, comenzó a gestar lo que luego se convertiría en la app que cambiaría su historia.
Todo empezó como un proyecto universitario llamado “Picaboo”, que permitía enviar fotos que se autodestruían luego de unos segundos. La propuesta era simple, pero disruptiva: ofrecer una experiencia efímera en una era obsesionada con lo permanente. La idea fue rechazada por varios profesores y compañeros, que no veían valor en una plataforma “que borraba lo que compartías”. Les parecía innecesaria y poco seria.
Aun así, Evan insistió y en 2011, rebautizaron la app como Snapchat y la relanzaron en App Store. Lo que siguió fue un crecimiento exponencial. En pocos meses, llegó al millón de usuarios diarios activos que la usaban como una forma más libre, divertida e íntima de comunicarse. Para centrarse en su desarrollo, dejó la universidad poco antes de completar su carrera.
El fenómeno fue tan potente que Mark Zuckerberg intentó comprarla en 2013 por 3.000 millones de dólares. Pero, Spiegel, con apenas 23 años, dijo que no. Desde entonces, se consolidó como una plataforma clave que marcó el inicio de una nueva estética digital: los filtros, los efectos y las historias diarias. Funcionalidades que hoy forman parte de Instagram y TikTok, nacieron primero en su entorno.
Patrimonio actual de Evan Spiegel
Con 35 años, Evan Spiegel ya forma parte del exclusivo grupo de multimillonarios del mundo tecnológico. Según la revista Forbes, su patrimonio en 2.700 millones de dólares. Esta fortuna proviene, en su mayoría, de su rol como cofundador y CEO de Snap Inc., la compañía detrás de Snapchat, Spectacles y otras herramientas digitales centradas en la comunicación visual y la realidad aumentada.
Desde que la empresa salió a la bolsa en 2017, Spiegel mantuvo una participación activa en su dirección estratégica, apostando por la innovación constante en un mercado cada vez más competitivo. Aunque la app enfrentó desafíos con el crecimiento de Instagram y TikTok, supo reinventarse y conservar una base sólida de usuarios jóvenes.
Cada día, unos 432 millones de personas usan Snapchat para enviar fotos y vídeos que desaparecen a sus amigos. La compañía registró 4.600 millones de dólares en ingresos en 2023 y cuenta con unos 850 millones de clientes mensuales.
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