Beirut (ANSA, Reuters, EFE) - El enemigo público número uno de Estados Unidos, Osama bin Laden, señaló ayer que «es inútil» congelar las cuentas bancarias de su organización para bloquear sus operaciones, porque las lucrativas actividades de Al-Qaeda están divididas «en más de tres sistemas alternativos que son independientes entre sí».
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
En la extensa entrevista concedida al semanario «Tabkir», que se difunde en lengua urdú, el terrorista saudita explicó que los negocios de Al-Qaeda son administrados por personas calificadas -miles y no centenares, que conocen a la perfección el sistema occidental-. Ella sirve «para despertar a los musulmanes de modo tal que puedan conducir la Yihad -guerra santa-contra los infieles».
En ese sentido, el diario «The Washington Post» señaló en su última edición que Bin Laden ha aportado a los talibanes unos 100 millones de dólares en efectivo y asistencia militar en los últimos cinco años, lo que lo convierte en el principal apoyo del movimiento. De hecho, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos ha llegado a la conclusión de que Bin Laden «tiene en sus manos y controla» al régimen talibán, dijo el periódico, citando fuentes del gobierno.
Durante la última jornada, la Casa Blanca dio a conocer la congelación de aproximadamente 24 millones de dólares que el régimen talibán y Bin Laden tenían en los Estados Unidos y otros países. El presidente George W. Bush informó sobre este asunto en una reunión de gabinete en la que indicó que «queremos que los terroristas sepan que estamos detrás de ellos de todas las formas posibles y una manera efectiva de hacerlo es cortándoles el dinero». En la entrevista a «Tabkir», Bin Laden también lanzó acusaciones contra los servicios secretos y los judíos norteamericanos a los que relacionó con misteriosos complots y explicó las tareas confiadas a su red terrorista.
Bin Laden afirmó que detrás de los ataques terroristas del 11 de setiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono habría «una conspiración» de los judíos y de los servicios secretos norteamericanos. «Nosotros no somos enemigos de Estados Unidos, pero estamos en contra de su política y de sus sistema diabólico. El sistema norteamericano está en manos de judíos y su prioridad es Israel.»
Decenas de millones de los 100 millones de dólares aportados por Bin Laden a los talibanes desde su llegada a Afganistán procedente de Sudán, en 1996, han sido rastreados hasta entidades del disidente saudita, pero no han salido de su fortuna personal, explicaron las fuentes al «Post». El dinero ha llegado de negocios legales e ilegales o compañías operadas por Bin Laden, pagos que recibe de las naciones y compañías del Golfo Pérsico para mantenerlo alejado o minimizar sus operaciones en sus países y grupos que se presentan como humanitarios, dijo el informe.
Dejá tu comentario