30 de octubre 2001 - 00:00

Miles de cristianos exigieron venganza

Familiares de las víctimas.
Familiares de las víctimas.
Bahawalpur, Pakistán (Reuters, EFE, ANSA) - Miles de dolientes clamaron por venganza ayer en los funerales de 18 cristianos paquistaníes en la iglesia donde fueron masacrados por seis islamistas que dispararon rifles de asalto el día anterior. «No creemos en la venganza. No creemos en la violencia. Perdonamos la sangre de nuestros mártires», dijo el obispo católico del distrito de Multan, Andrew Francis, tratando de calmar a los fieles antes de que los féretros fueran llevados al cementerio.

Miles de cristianos se congregaron en la iglesia para el funeral, cantando «la sangre de nuestros mártires traerá revolución» y «no cederemos ante la opresión».

En las afueras de la iglesia de Santo Domingo, y alrededor de templos cristianos en todo Pakistán, de mayoría musulmana, agentes de la policía se desplegaron para proteger a la reducida minoría después de la peor matanza de cristianos en los 54 años de historia del país. La policía patrulló las calles de Bahawalpur, en Punjab, y aumentó las medidas de seguridad alrededor de las mezquitas, iglesias y templos de la ciudad.

Más de 100 activistas de grupos militantes islámicos fueron detenidos en redadas nocturnas en los distritos del sur de Punjab, dijeron fuentes de la policía.

«Instamos al gobierno a prohibir todos los grupos militantes», demandó Rocco Patras, el párroco de la iglesia, ante cientos de personas frente a Santo Domingo. Patras dijo además que «aún se esperan muchas víctimas entre los cristianos».

Consecuencias

«Cuando algún país musulmán es atacado por los occidentales, dijo el sacerdote a la agencia vaticana Fides, nosotros, los cristianos en Pakistán, sufrimos las consecuencias: muertes, torturas y sufrimientos.»

Por su parte, el presidente paquistaní,
Pervez Musharraf, dijo que ordenó la búsqueda de los responsables y que pronunciaría un discurso a la nación sobre la tragedia y sus políticas para prevenir nuevas matanzas. «Mi gobierno y los organismos de imposición del orden harán todo lo posible para que quienes hayan cometido este horripilante acto sean tratados con todo el rigor de la ley y reciban un castigo ejemplar», dijo Musharraf la noche del domingo.

Seis hombres enmascarados montados en motocicletas se detuvieron frente a St. Dominic el domingo, mataron a uno de dos policías que hacen guardia en la puerta y entraron en la iglesia disparando contra la congregación con sus rifles de asalto mientras gritaban «Pakistán y Afganistán: cementerio de cristianos», y «esto es sólo el principio».

Los cristianos habían expresado previamente temores de que pudieran convertirse en blanco de ataques si surgía agitación en Pakistán por la oposición a los ataques estadounidenses contra la milicia islámica de los talibanes, que gobierna el vecino Afganistán.

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