30 de enero 2003 - 00:00

Palau: "A los políticos no hay que pedirles nada"

Luis Palau estima que la Argentina necesita un liderazgo al estilo de Franklin Roosevelt.
Luis Palau estima que la Argentina necesita un liderazgo al estilo de Franklin Roosevelt.
«Mi padre era un hombre de negocios y yo mismo trabajé en el Banco de Londres cuando vivía en Córdoba, de modo que siempre me interesé por las cuestiones económicas», dijo el pastor Luis Palau a este diario en el hotel de Retiro donde instaló su oficina de prensa, y desde donde coordina el doble festival que encabezará este fin de semana -viernes y sábado desde las 19- en Av. Sarmiento y Libertador, en Palermo. En él participarán artistas como el dominicano Juan Luis Guerra, la mexicana Yuri y una larga lista de músicos bailanteros.

Periodista: Entonces ha venido siguiendo la crisis argentina.


Luis Palau:
Por supuesto. Yo me fui la última vez de aquí pocos días antes del «corralito» de diciembre de 2001. Pero, aunque no estuve, viví todo muy de cerca porque tengo parientes en la Argentina y porque sigo todo lo que pasa a través de los diarios. Le aseguro que en el exterior llama mucho la atención lo que nos pasa, siendo un país con tanto potencial humano. Yo veo esto muy parecido al crack del '30 y en ese momento el mundo pudo salir. Franklin Delano Roosevelt movilizó a las masas, generó puestos de trabajo artificiales para apostar a la dignidad del trabajador, creó el seguro social. Creo que hace falta que surja un líder así, que genere confianza, que dé trabajo. Porque, de afuera, veo muchos análisis y críticas, pero nadie ofrece realmente una solución para la Argentina.

P.: ¿Cómo se produjo su paso de pastor evangelista a líder de masas?


L.P.:
Existen cinco niveles de liderazgo dentro del cristianismo: el local (de un templo), el de la ciudad, el de la denominación (bautistas, presbiterianos, etc.), el nacional y el internacional. El lugar que ocupa cada uno surge de los dones de Dios, de la capacidad intelectual y espiritual, de la personalidad, de las oportunidades de viajar.

P.: ¿Se siente cercano a Billy Graham?


L.P.: Graham
fue para mí un hombre muy importante, que me dio buenos consejos y que me abrió muchas puertas.

Pero él cometió un error. Fue cuando se acercó demasiado a Richard Nixon sin saber las cosas que estaban sucediendo. Eso lo sacudió a Graham y, por supuesto, aprendió de la experiencia. Aprendió Graham y aprendimos todos.

• Embajador


P.: ¿Es con ese aprendizaje que usted se relaciona con los políticos?

L.P.:
A través de los años he tenido la oportunidad de reunirme con gente de todas las ideologías. En ese sentido me siento un embajador del mensaje de Cristo y trato de transmitirlo en cualquier ámbito. Pero con eso no estoy buscando prebendas personales, ni quiero sonsacar nada a la autoridad política. Ese aprendizaje también enseña que no es prudente pedirles nada a los funcionarios.

P.: ¿A qué adjudica el crecimiento que han tenido las iglesias evangélicas en nuestro país?


L.P.:
Ante todo, debo decirle que no es un fenómeno únicamente argentino, aunque reconozco que aquí es sorprendente. En este momento existen en nuestro país 20.000 pastores en 15.000 congregaciones, 1.500.000 de fieles bautizados y cerca de 4.500.000 que están espiritualmente cerca aunque aún no hayan hecho el bautismo. Y la razón es que, creo, las iglesias tradicionales han abandonado a los jóvenes.

P.: ¿No hay riesgos de sectarismo para quienes ingresan a esta fe?


L.P.:
De ningún modo, porque no nos interesa acumular fieles. Lo que queremos es que la gente dedique su corazón y su vida a Cristo. Por otro lado, la gente vive cargada de culpa y cree que no hay perdón, por eso se tapan de alcohol, de drogas, de sexo fácil.

P.: ¿Qué expectativas de convocatoria tienen para este fin de semana?


L.P.:
Los organizadores argentinos, unas 3.000 iglesias que se han agrupado para esto, me hablan de 500.000 personas, aunque no estoy preocupado por eso. Todos los que lleguen serán muy bien recibidos.

P.: ¿No teme que alguna gente vaya a Palermo solamente para escuchar el concierto de Juan Luis Guerra y su grupo?


L.P.:
Mire, cuando yo comencé a predicar en este tipo de festivales tuve esa precaución. Sin embargo, para mi sorpresa, me ha sucedido casi siempre que luego de ver al artista mucha gente que supuestamente sólo había ido a eso se quedó escuchando mis palabras.

P.: ¿Cómo se financia un festival de este tipo?


L.P.:
Las iglesias argentinas han hecho un trabajo increíble. Y en el festival no pediremos ni contribuciones ni ofrendas. Se ha formado un comité organizador que ha conseguido recursos de hombres de negocios y de los aportes que ha podido hacer cada iglesia. Ese trabajo nos permitirá además entregar 20.000 cajas de comida en comedores necesitados con alimentos que han aportado algunos supermercados. Y en cuanto al festival, cuyo costo ronda los $ 600.000, considerando la difícil situación argentina, hemos contado con el apoyo de grupos coreanos, mexicanos, norteamericanos e ingleses.

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