20 de mayo 2008 - 00:00

Peligro de cisma por elección en la AMIA

Abraham Kaúl
Abraham Kaúl
Esta noche comenzarán unos comicios que podrían prolongarse hasta el lunes próximo: 54 delegados, sobre un total de 90, deberían designar al próximo presidente de la AMIA, pero dado que ninguna lista alcanzó la mayoría en la elección de hace un mes, y que no hubo acuerdo para llevar un candidato común, es posible que el proceso se extienda hasta la semana próxima.

La razón de este impasse es que la lista del judaísmo «raigal» (ultraortodoxo) se plantó en su primera minoría y se niega a acordar con las que perdieron las elecciones y encabezaron Abraham Kaúl -laico, ex titular de la mutual- y Sergio Brukman -religioso progresista, apadrinado por el rabino Sergio Bergman-.

Los «doxos», como se abrevia su condición en la comunidad, llevarán como candidato a Guillermo Borger, dueño de la empresa de audio profesional Kol Ram. Lo acompañaría como vice Angel Barman, un fuerte importador de juguetes.

Por su parte las listas «modernas» no lograron coincidir en un nombre para la presidencia. Comparten un programa más secular para esta organización clave de la comunidad judeo-argentina que el que sostienen los ortodoxos.

La figura de Kaúl, causa el cisma: la gente de Bergman se negó desde un primer momento a asumirlo como su candidato, y a su vez los representantes de este empresario turístico no quisieron bajar su postulación; así se llega a esta noche, sin que por primera vez casi desde la fundación de AMIA no se sepa de antemano quién será el sucesor del actual presidente, en este caso Luis Grynwald.

  • Predominio

    Hasta ahora predominan en la vida política judía argentina el partido Avodá (laborismo), del que surgen Kaúl y Grynwald; una fuerte campaña de afiliación encarada por los ortodoxos provocó que en esta elección se duplicara el número de votantes respecto de la anterior, en parte por esa nueva masa de asociados, en parte porque los «modernos» concurrieron a votar por temor a que los ortodoxos ganaran.

    La existencia de dos listas casi con los mismos postulados provocó la división del campo no ortodoxo, y así fue que el Bloque Unido Religioso tendrá hoy 34 delegados, contra 30 de Kaúl/Avodá y 21 de Brukman/ Bergman. Los restantes cinco delegados están en manos de dos pequeñas agrupaciones, que podrían ser los árbitros del comicio.

  • Posibilidad

    Si las febriles reuniones para unificar candidatos que se llevaban a cabo anoche -y que seguramente seguirán hoy- no fructifican, no habrá mayoría absoluta y, por lo tanto, la Asamblea pasará a cuarto intermedio hasta mañana, cuando podría suceder lo mismo; habría entonces una tercera asamblea el jueves. En caso de que no se hubiera designado presidente por consenso, el lunes bastará mayoría simple para imponer candidatos, y en este caso ganarán los ultrareligiosos.

    En esta instancia los ortodoxos estarían dispuestos a gobernar solos, justamente para imponer su programa que prevé -entre otras medidas- una mayor observancia en las entidades comunitarias del «shabát» (los clubes deberían cerrar los sábados), el «kashrut» (las reglas alimentarias) y el sepelio en el cementerio de Tablada sólo de quienes hayan sido convertidos al judaísmo por rabinos ortodoxos.
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