La mayor demanda de créditos hipotecarios, el blanqueo de capitales y aquellos que disponen de dólares o vendieron propiedades para ampliar o reducir su espacio podrían disparar los precios de las viviendas en Argentina. Aunque en los últimos 16 meses los valores aumentaron hasta un 10% de promedio en Buenos Aires, las propiedades usadas siguen presentándose como una opción de compra atractiva, aunque este escenario no se mantendrá por mucho tiempo.
¿Es el momento adecuado para comprar? Precios de las propiedades siguen atractivos antes de la subida esperada
La reactivación de los créditos hipotecarios, el blanqueo de capitales y la inversión de dólares en propiedades podrían impulsar el aumento de los precios de las viviendas usadas. A pesar de un incremento cercano al 10%, se espera que los valores se ajusten hacia fin de año
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Comienzan a proliferar carteles de "Vendido" o "Se vendió" en distintas zonas porteñas.
El mercado inmobiliario argentino se encuentra en un momento clave. Durante los últimos años, la economía ha experimentado altibajos, pero en el sector inmobiliario se empiezan a vislumbrar signos de recuperación, especialmente en el segmento de propiedades usadas. La gran pregunta es si es conveniente comprar ahora, antes de que los valores empiecen a subir nuevamente debido a un aumento de la demanda de créditos hipotecarios.
De acuerdo con José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, los valores actuales de las propiedades, en términos reales, se encuentran en niveles similares a los de hace 17 o 18 años, y están muy por debajo de los valores de reposición. A medida que la economía crece y el ingreso real en dólares comienza a recuperarse, la demanda por viviendas aumentará, lo que hará que los precios de las propiedades no se mantengan en estos niveles por mucho más tiempo.
Según Rozados, "este es el momento ideal para adquirir una propiedad, ya que las cotizaciones de las viviendas usadas siguen siendo atractivas en comparación con las expectativas futuras de precios".
¿Por qué conviene comprar ahora?
A pesar de las subas de hasta un 10% en los precios de las propiedades en los últimos 16 meses, la compra de una propiedad usada sigue siendo una oportunidad de inversión. Oscar Puebla, arquitecto y de Puebla Inmobiliaria, reforzó esta idea al señalar que el mercado inmobiliario argentino comienza a transitar un nuevo ciclo de reactivación, impulsado por el acceso al crédito hipotecario y la reciente eliminación del cepo cambiario.
"La salida del cepo no solo genera certeza financiera, sino que abre la puerta para que la clase media acceda nuevamente a la compra de viviendas. En este contexto, los créditos hipotecarios desempeñan un papel clave al reactivar la demanda y fomentar el movimiento en la cadena de valor inmobiliaria", dijo.
Por su parte, Ezequiel Wierzba, socio de Click, coincide en que las propiedades usadas son una opción muy atractiva, dado que muchos precios aún están contenidos y presentan precios competitivos debido a la falta de ajuste en el mercado durante los últimos años.
Además, Wierzba destacó que la estabilidad cambiaria y la mayor disponibilidad de crédito hacen que ahora sea el momento ideal para acceder a buenas propiedades en ubicaciones privilegiadas. En comparación con otros sectores de la economía, la inversión en ladrillos se presenta como una de las más seguras y atractivas, especialmente con un mercado que muestra señales de recuperación.
Las ventajas de comprar una propiedad usada
El principal atractivo de comprar propiedades usadas frente a opciones nuevas o en pozo es la disponibilidad inmediata del inmueble. Como señaló Rozados, las propiedades usadas no solo tienen un precio más bajo, sino que también permiten usar o rentar el bien de manera inmediata. Esta ventaja de disponibilidad inmediata es clave en un momento donde los compradores buscan acceder rápidamente a su nuevo hogar o generar renta a partir de la compra de un inmueble.
Puebla refuerza este argumento al mencionar que la posibilidad de acceder a financiamiento hipotecario combinado con la eliminación del cepo es un cambio fundamental para el sector inmobiliario. Puebla indicó que, a partir de este nuevo escenario, el mercado se está normalizando y el ladrillo vuelve a ser una opción de inversión sólida, especialmente en el contexto de una economía que empieza a mostrar señales de estabilidad.
Inflación, devaluación y el riesgo de esperar para comprar
Como ocurre habitualmente en economías inflacionarias, la inflación y la devaluación juegan un papel crucial en la toma de decisiones de compra. Rozados observa que, si bien la inflación sigue siendo un factor de incertidumbre, las políticas cambiarias que establecen bandas para el dólar ofrecen cierta certeza sobre el valor máximo de la moneda. Esto proporciona un panorama más claro sobre la máxima devaluación esperada, lo que ayuda a disipar las dudas sobre una caída significativa de los precios.
En cuanto a quienes postergan la compra esperando una futura baja de precios, Wierzba advierte que esperar demasiado puede implicar el riesgo de perder una buena oportunidad, ya que los precios están comenzando a recuperar terreno, sobre todo en barrios más consolidados. Si se espera mucho, las mejores opciones podrían desaparecer y los valores de las propiedades pueden subir significativamente.
Tipos de viviendas y rangos de valor
La demanda actual se concentra principalmente en departamentos de 2 y 3 ambientes, que ofrecen una buena relación entre precio, ubicación y tamaño. Según Wierzba, estos inmuebles tienen gran salida en el mercado, ya sea para uso propio o para alquiler, lo que los convierte en una inversión sólida.
En cuanto a los valores, se pueden encontrar buenas opciones entre u$s70.000 y u$s150.000 en zonas tradicionales o en crecimiento, como Villa Urquiza o Caballito, con oportunidades también en PH y casas bajas que son altamente demandadas en este momento.
Las casas o PH también se venden por un rango que trepa hasta los u$s170.000, sobre todo en los barrios del corredor norte porteño.
El futuro del mercado inmobiliario
El panorama futuro del mercado inmobiliario depende en gran medida de la estabilidad macroeconómica y de las reglas claras a largo plazo. Sin embargo, Puebla consideró que la recuperación del crédito y la eliminación del cepo han creado un escenario en el que el mercado inmobiliario vuelve a recobrar confianza. Esto impulsa a muchos a considerar la compra de propiedades usadas como una oportunidad única que no se repetirá en el corto plazo.
Es el momento para aquellos que puedan acceder a financiamiento o que estén buscando una propiedad con buena relación precio-calidad.
Igual, se espera una suba gradual, que no superaría otro 10% antes de fin de año. Sin embargo, todo dependerá también de la política macroeconómica y del interés de los compradores.
"Con precios aún accesibles, pero en ascenso debido al aumento de la demanda, aquellos que compren ahora podrían beneficiarse de una inversión sólida a largo plazo", concluyó Wierzba.
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