Más construcción modular y preocupación por los costos en alza, ejes de una expo sectorial

Este jueves concluye en el Hotel Hilton el encuentro que reúne al sector de la construcción de viviendas en Argentina. Además del recorrido por los stands y el Nuevo Salón de la Construcción Modular/Industrializada, la agenda incluye workshops y conferencias con referentes del rubro

Gran asistencia en la exposición que se realiza en el hotel Hilton en Puerto Madero

La Expo Construir que concluye este jueves en el Hotel Hilton de Puerto Madero reúne a desarrolladores, constructoras y proveedores del sector, con foco en la eficiencia, el control presupuestario y la incorporación de tecnologías alternativas. Por primera vez, en este evento se realizó el Nuevo Salón de la Construcción Modular/Industrializada, un espacio exclusivo para exhibir sistemas constructivos donde gran parte de la obra se ejecuta en fábrica y luego se trasladan las partes al sitio para montar la vivienda o el edificio.

Entre los temas centrales figuraron la previsión de costos (en CABA, la construcción tradicional, acumula un aumento en dólares del 69% interanual según Fundación Tejido Urbano), la reducción de plazos y los desafíos de la mano de obra especializada. La agenda incluye workshops, conferencias con referentes del rubro y el noveno Congreso de la Construcción Argentina.

Juan Pablo Rudoni, presidente de Ecosan y de la Cámara Argentina de Construcción Modular e Industrializada, afirmó que las empresas del sector buscan posicionarse como protagonistas en el desarrollo de la construcción del futuro. “Venimos a mostrar soluciones con productos de alta calidad”, aseguró.

Según su análisis, el avance del sistema responde a una combinación de factores: previsión de costos, mayor sustentabilidad y reducción de riesgos durante la ejecución de obra. “Una vivienda modular permite acordar un precio que no se modifica. En cambio, la construcción tradicional puede incorporar imprevistos en materiales, mano de obra o terminaciones”, detalló.

Rudoni señaló que el componente principal del costo final se concentra en la instalación en obra, mientras que la estructura básica presenta valores similares a los del sistema tradicional. “Con este método no aparecen diferencias inesperadas en el precio final. Además, el suministro de materiales se organiza de otra forma y permite sostener los plazos”, explicó.

Como ejemplo, mencionó la reciente finalización de un edificio modular de 50 departamentos, con unidades de 56 metros cuadrados en Villa Añelo, cerca de Vaca Muerta, y un costo aproximado de u$s2.000 por metro cuadrado.

Para el empresario, el impulso del crédito bancario resultará clave para ampliar la escala de este tipo de desarrollos. El Banco Hipotecario ya lo ofrece para quienes quieran construir su vivienda modular.

Andrés Tilkin, de SICLA y Novafusión, señaló que este nuevo espacio permite otra forma de exhibir productos: “Antes, todos los stands se ubicaban en el área tradicional. Pero este sector modular ofrece otra lógica. Los jóvenes llegan con menos prejuicios. No pasaron por etapas anteriores de la construcción prefabricada. En este rubro, la previsibilidad de presupuestos y tiempos marca una diferencia concreta”. También indicó que la construcción modular avanza con fuerza en la Patagonia y en Buenos Aires, mientras que el norte del país muestra un ritmo más lento.

En la muestra se vieron distintas opciones para construir, diseñar o culminar ambientes

Actualmente en SICLA que reúne a varias empresas del sector llevan adelante más de 350 casas en distintos puntos del país.

“Existe un problema serio con la disponibilidad de mano de obra para los sistemas tradicionales”, observó Tilkin. “Hoy los constructores buscan cómo reducir costos. La construcción industrializada apunta a resolver ese dilema. En Australia, por ejemplo, un sistema modular se ubica entre los u$s80.000 y u$s120.000. El financiamiento resulta decisivo para impulsar la demanda. Hay un mercado comprimido, con personas interesadas, pero sin acceso inmediato. La clave estará en facilitar ese acceso”, amplió.

Recorrida

En los pasillos de la Expo, el público siguió con atención las nuevas tendencias en terminaciones, accesorios para el hogar y materiales como ladrillos termoeficientes, presentados por Unicer. Uno de los stands que concentró miradas exhibía una pared con apariencia de mármol, aunque el material utilizado era Suprastone (de Mármoles de Stefano), una solución que también se aplica en mesadas de cocinas y baños, y que permite revestir superficies verticales, y que tiene un costo de aplicación de u$s800 por m2, la mitad que el Dekton, por ejemplo.

La preocupación son los valores para edificar, hoy un departamento en CABA no baja de u$s1.600 por m2, y lo de gama media alta supera los u$s2.000 por m2.

En paralelo con el avance de los sistemas industrializados, un grupo de desarrolladores argentinos viajó recientemente a China con el objetivo de explorar materiales y soluciones constructivas que permitan reducir costos mediante importación. La misión empresarial fue organizada en conjunto por la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) y el Grupo LEAD. También, en Pekín, una delegación de 20 empresarios del sector inmobiliario presentó proyectos locales y el potencial de inversión en Argentina ante distintos actores del mercado chino.

Mario Gómez, junto a Gabriel Skocaj, de Le Bleu Negocios Inmobiliarios, se refirió al tema y coincidió en que “no todo resulta fácil de importar; es necesario encontrar los mecanismos adecuados”. Ambos sostuvieron que lo ideal sería corregir los desequilibrios macroeconómicos y avanzar con las hipotecas divisibles presentadas por el Gobierno, que permitirían adquirir departamentos en pozo y darían impulso a la construcción tradicional.

En relación con los precios de las viviendas, Gómez señaló que los créditos hipotecarios y el blanqueo —especialmente si el Gobierno reanuda una nueva etapa— podrían agotar el stock de propiedades usadas. En ese escenario, los compradores deberían volcarse a unidades en pozo o a estrenar, que resultan más caras por el aumento acumulado en los costos de construcción. “Habrá que ver si la demanda puede convalidar esos valores”, advirtió.

Edificación y zonas en avance

Gustavo Romano, CEO de Grupo Govan —que agrupa a 13 empresas como Hormetal y Pradecon y opera un centro de servicios siderúrgicos especializado en aceros largos, mallas y perfiles— señaló que el sector comienza a mostrar señales de recuperación tras una caída del 30% en la construcción. “Este año se observa una mejora. Ya notamos expectativas más sólidas, aunque venimos de un rezago de precios que necesitó sincerarse”, afirmó.

Materiales innovadores para edificar presentes

Romano destacó además el crecimiento de las naves industriales y el buen desempeño de la construcción en seco, uno de los segmentos en los que más operan.

Issel Kiperszmid, titular de Dypsa, avanza con un nuevo emprendimiento en el sur del Gran Buenos Aires, cerca de la intersección de las autopistas Ezeiza-Cañuelas y Presidente Perón. En esa zona, conocida como Distrito Camino Real por el Municipio de Ezeiza, desarrolla el proyecto Aluen, que incluirá 560 viviendas bajo el modelo housing, construidas con sistema de hormigón premoldeado. Las casas, de entre 180 m2 y 300 m2 sobre lotes promedio de 800 m2, tendrán un valor estimado de entre u$s230.000 y u$s300.000.

El complejo también sumará 120 townhouses de entre 110 y 120 m2, y tres edificios con 252 departamentos de entre 60 y 110 m2. El valor del metro cuadrado oscila entre u$s1.700 y u$s1.800, un 25% menor que en Canning. La financiación se realizará mediante créditos UVA a 20 años, en alianza con un banco cuyo nombre todavía no fue informado. Además, Dypsa implementó un sistema de securitización con el Banco de Valores que le permite cobrar de inmediato el valor de las unidades vendidas y reinvertir en nuevos desarrollos.

También comentó que sigue adelante con obras en Vaca Muerta donde alquilan viviendas a empresas que trabajan en esta cuenca ubicada en la provincia del Neuquén.

Destino Uruguay

También hubo proyectos de uruguayos en busca de captar argentinos, entre ellos Antonella Pierro, directora comercial de Liderus, se refirió sobre el proyecto

Punta del Este, tradicionalmente asociado al lujo, amplió su mercado inmobiliario hacia sectores de clase media mediante desarrollos accesibles impulsados por la Ley de Vivienda Promovida de Uruguay. El régimen ofrece beneficios fiscales que mejoran la rentabilidad para quienes invierten en propiedades destinadas a alquiler o reventa. “Las rentas netas alcanzan niveles similares a los más altos de la región y oscilan en el 5% anual en dólares”, afirmó Antonella Pierro, directora comercial de Liderus.

El proyecto ubicado en Maldonado, en Punta del Este

Desde Torres Cardinal, proyecto de la desarrolladora en la zona de la Avenida Roosvelt, en Maldonado (un área de gran desarollo en este rincón esteño), Pierro aseguró que ofrecen unidades con altos estándares de calidad, valores competitivos y planes de financiación pensados para la clase media. El esquema contempla una seña del 10% y un 20% adicional en los 30 y 60 días siguientes, respaldado por la firma de un boleto de reserva. Además, es posible financiar hasta el 50% del valor de la propiedad en forma directa o con bancos locales.

Por ser proyectos de Vivienda Promovida no tienen tantos amenities, si vigilancia las 24 horas y cerco perimetral. Un alquiler de un monoambiente oscila en u$s450 más gastos, un dos ambientes en u$s650 y un tres ambientes en u$s850 mensuales más gastos, las expensas oscilan en u$s100 al mes.

“Los argentinos son protagonistas en la compraventa de unidades en pozo bajo este esquema, y prefieren monoambientes y departamentos de dos ambientes, mientras que los uruguayos optan por unidades de mayor tamaño”, concluyó Pierro.