El dólar tocó mínimos de un año y medio esta semana en el mercado local, reflotando las preocupaciones entre exportadores y productores agropecuarios por la competitividad y acentuando un atraso cambiario persistente en el tiempo.
Atraso cambiario: el sector agroexportador reclama mayor competitividad tras un año de dólar a la baja
El valor del tipo de cambio genera un encarecimiento relativo de Uruguay y referentes productivos advierten por el impacto de los costos en pesos.
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¿Qué hay detrás de la baja del dólar en el mercado uruguayo?
La baja del dólar reflotó el debate por la competitividad en el sector agroexportador.
Más allá de la debilidad del dólar a nivel global, referentes del sector productivo asegura que existe un encarecimiento relativo de Uruguay en comparación con clientes y competidores que impacta a la estructura de costos en pesos.
El encarecimiento de Uruguay
Desde la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), la responsable de asesoría económica, comunicación y sostenibilidad, María Laura Rodríguez, se hizo eco en diálogo con Ámbito de la baja mensual del 1,3% del dólar en el mercado local y analizó: “Si bien hay una tendencia a la baja a nivel internacional, en Uruguay se está dando con más profundidad”.
Al mencionar el retroceso del tipo de cambio a nivel anual, cercano al 11%, consideró que el país “se va encareciendo cada vez más con respecto a clientes y competidores y esto es acumulativo, más allá de altibajos”, mientras observó la baja del Tipo de Cambio Real (TCR). “Es una medición que condensa tipo de cambio e inflación de países con los que tiene más comercio y muestra Uruguay se encareció en términos relativos con respecto a esos mercados 8,4%”.
Ante la pregunta acerca de si existe un atraso cambiario, explicó que “no es un término académico y tiene que ver con las épocas en que había un tipo de cambio fijo”, para luego postular: “Sí es correcto decir que Uruguay está caro en términos relativos con respecto a clientes o competidores. Hay un deterioro de la competitividad vía tipo de cambio”.
El agro cuestiona “una acumulación perpetua de atraso cambiario”
El presidente de la Federación Rural (FR), Rafael Ferber, admitió que existe “una debilidad a nivel internacional que para un país chico como Uruguay es muy difícil que no se siga la línea de lo que pasa en ese plano”, aunque atribuyó el problema a una cuestión acumulativa.
“Desde principios de la década del 90, salvo durante la crisis de 2002, venimos con una acumulación perpetua de atraso cambiario que te va erosionando la posibilidad de ser competitivo”, expresó Ferber en declaraciones a Ámbito, al plantear el tema como “algo estructural”.
Para el referente agropecuario, “hay una parte de la historia que tiene que ver con el propio peso del Estado y el déficit fiscal”, al tiempo que admitió que “está muy bien bajar la inflación”, pero llamó a “generar ciertos equilibrios para no socavar la capacidad de competitividad de la economía y generar un perjuicio a la hora de pensar en un crecimiento económico”. “Otros países lo han resuelto o han intentado esbozar ciertas soluciones, pero en Uruguay seguimos con la fórmula de déficit, baja de inflación y endeudamiento”, cuestionó.
El impacto en el sector agroexportador
Al analizar el impacto en el sector, Rodríguez precisó que “los exportadores reciben sus ingresos en dólares y con esta baja del dólar sucede que, cuando van a pagar en pesos, cada vez tienen menos pesos para bajar sus costos, como combustibles, tarifa, impuestos y salarios”.
“Es una restricción importante, que afecta con más fuerza a quienes tienen más costos en pesos, como industrialización y exportación de servicios”, por lo que consideró importante “que se revierta para que las empresas no tomen decisiones drásticas de reducción de personal”.
En tanto, Ferber recordó que “se está terminando de votar un Presupuesto donde va a haber crecimiento del Estado y las propias proyecciones nos marcan que el atraso cambiario va a seguir”, por lo que trazó un análisis de los efectos negativos para el agro.
“Cada vez precisamos más dólares, es como una pérdida de salario real. Por otro lado, los costos en pesos se van encareciendo porque pagamos en pesos. Y los propios precios de los productos que comercializamos vienen corregidos por la cadena de producción hacia delante por todos los efectos cambiarios, como pasa con la tarifa del puerto”, precisó y consideró que se trata de “una carrera muy exigente de productividad para mantenerse a tiro desde lo productivo”.
En esa línea, el presidente de la FR sentenció: “La pérdida de competitividad que genera el atraso cambiario te hace precisar cada vez más kilos de producción para pagar los mismos costos. Hay un esfuerzo productivo que se vuelca al resto de la sociedad y no queda en nuestro margen, sino que es como un impuesto encubierto”.
¿Existe un valor de referencia para el dólar?
Al ser consultado por un valor estimativo para el dólar, Ferber recordó que la FR divulgó un estudio donde se estimaba un dólar a 58 pesos, lo que supondría un incremento cercano al 47% con respecto al valor actual. Al respecto, aclaró: “Estas estimaciones no son un pedido de precio del dólar, porque sabemos que flota y no hay que fijarlo, sino que es una cuantificación para ver la magnitud del atraso y de cuánto es la diferencia entre el precio del dólar y lo que tendría que valer acumulado en el tiempo”.
Por su parte, Rodríguez se refirió a la brecha del 8,4% en el TCR y advirtió que un aumento de esa magnitud en el mercado local no alcanzaría en términos comparativos. “Sería necesario un aumento del dólar mayor en Uruguay al resto del mundo para recuperar ese desfasaje”, señaló e indicó que “hay un efecto arrastre porque en el pasado quedaste más caro y nunca lo recuperaste”.
Cómo se puede revertir la situación
La reversión de este encarecimiento relativo es un proceso complejo. Rodríguez aseguró que “la competitividad es multifactorial y no depende solo del dólar o la inflación, sino que hay un montón de factores como accesos a mercados, temas burocráticos y otros que inciden”, en línea con la agenda de reformas que plantea la UEU.
Al mismo tiempo, postuló la posibilidad de “una baja más pronunciada” de la Tasa de Política Monetaria (TPM), al observar que “la inflación está en niveles realmente bajos y sigue habiendo un diferencial con la TPM que puede ser un incentivo para las colocaciones de los inversores en pesos, en detrimento del dólar”.
En paralelo, Ferber mencionó que es necesario “avanzar en la agenda fiscal e impositiva, pero también de logística e infraestructura y en el tema de innovación y ciencia”, aunque pidió poner manos a la obra: “Hay una agenda en ese sentido y creo que en general hay un consenso de que es el camino, pero en la realidad no encontramos los planes concretos y reales de acción”.


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