Un nuevo estudio sobre la estructura del poder económico en Uruguay volvió a encender el debate sobre la concentración y la extranjerización del aparato productivo, ya que un último informe reveló que de las 100 empresas privadas con mayor patrimonio en el país, 70 son de capital extranjero, 27 nacionales y 3 mixtas.
La cúpula empresarial del país es 70% extranjera y genera u$s 10 millones por día
Un estudio revela que las diez mayores empresas del país son de capital extranjero y que la extranjerización se consolidó en las últimas dos décadas.
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El estudio académico identifica una estructura económica donde los grupos globales ejercen un peso determinante en la inversión y en las reglas del mercado.
La investigación conocida como "Las grandes empresas uruguayas en el largo plazo (1920-2024)", financiada por la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Universidad de la República (Udelar), fue encabezado por el investigador y docente, Juan Geymonat, quien afirmó en M24 que estas compañías generan ganancias netas que rondan los 10 millones dólares diarios y que "las primeras 10 con mayor patrimonio son todas extranjeras". Entre ellas mencionó a Montes del Plata, Tenaris, Pepsi Cola, Maltería Uruguay, Banco Itaú, Banco Santander y UPM.
Geymonat sostuvo que este fenómeno no es reciente y respondió a tendencias que se aceleraron desde los años 2000: "Este nivel de extranjerización de la cúpula empresarial tiene una historia de 20 a 25 años".
Según explicó, muchas de estas firmas "son producto de un sistema de incentivos y de renuncia fiscal que el Estado ha llevado adelante para traer inversión", un régimen que contribuyó a consolidar la presencia dominante de capitales globales en los sectores más rentables de la economía.
Un mapa difuso sobre el poder económico
El investigador remarcó que los datos sobre estas empresas "están dispersos" y requieren un complejo trabajo de cruce de información. A diferencia de las métricas sobre pobreza, que cuentan con encuestas sistemáticas, no existe una medición oficial sobre riqueza o concentración patrimonial en Uruguay.
Además, subrayó que en otros países de la región como Brasil o Chile la obligación de cotizar en bolsa facilita el acceso a estados financieros completos. "En Uruguay solo cinco empresas cotizan, además de los bancos", señaló. Para avanzar con la investigación, el equipo debió adquirir los estados financieros en la Auditoría Interna de la Nación.
El ranking elaborado excluye empresas estrictamente agropecuarias, pero aun así muestra que la mayoría de las grandes firmas industriales "tienen algún tipo de encadenamiento con el sector agropecuario". Aun así, Geymonat puntualizó que "las empresas más grandes del Uruguay no necesariamente están vinculadas al rubro agroexportador".
Más allá del peso económico directo, estas corporaciones operan como marcadoras de reglas de juego sectoriales y ejercen un "poder implícito" que incide en las decisiones de política pública, tanto por su tamaño como por su rol en la estructura productiva.
La burguesía nacional en retroceso
El investigador afirmó que se puede hablar de "una burguesía nacional en declive, que no es una burguesía nacional en extinción". Recordó que en las décadas de 1970 y 1980 la mayoría de las empresas líderes estaban en manos de capitales locales, pero la reconfiguración posterior obligó a los grupos nacionales a reconvertirse.
Esa reconversión, dijo, "ha significado la pérdida tendencial del control directo del aparato productivo nacional", sin que ello implicara un desplazamiento absoluto del capital local, pero sí un reposicionamiento subordinado frente al avance extranjero.


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