La Argentina tiene un contexto interno complicado y desafiante en materia de economía interna, con un cambio de paradigma fuerte que plantea el nuevo Gobierno, encabezado por Javier Milei. El año que viene no será fácil y anticiparon un escenario de estanflación, pero lo que muchos analistas señalan es que puede ser un poco más benévolo gracias a “un viento de cola” que podrías soplar para el país desde el exterior.
Viento de cola para Javier Milei: cuáles son las tres variables que tendrá a favor en el mundo en 2024
El escenario internacional será clave para el desarrollo de la Argentina en 2024, un año que será complejo, pero que ofrece algunas características para la economía global que nuestro país podría aprovechar.
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Es decir, que el contexto internacional podría ser más favorable en 2024 de lo que fue este año para nuestro país. “En las últimas semanas, el mercado internacional jugó a favor de los países emergentes, lo que favorece el ánimo de optimismo por los activos locales”, plantea un informe de la Banco CMF.
Inflación y tasas en Estados Unidos, una variable clave
Resaltan que los datos de inflación a la baja en Estados Unidos, sumado a un mercado laboral que continúa mostrando signos de desaceleración, animaron al mercado a acumular activos de riesgo en sus carteras. E indican que “el ánimo internacional por activos de riesgo es fundamental para Argentina, dada su necesidad de reducir el riesgo país en pos de conseguir financiamiento externo en algún momento del futuro cercano”.
Sucede que la tendencia que se espera para los próximos meses en las tasas a nivel global es de baja a medida que la economía estadounidense y la europea va dando señales de enfriamiento y descenso de la inflación. Así lo señala el experto en temas económicos y financieros Salvador Di Stefano quien es muy optimista respecto del contexto global que se viene para la Argentina.
En ese contexto, desde CMF resaltan que, “si bien no pareciera haber nada planeado en cuanto a levantamiento de deuda externa, la mejora del perfil de riesgo de nuestro país es fundamental para que las puertas al concierto internacional de crédito se abran”.
No obstante, el economista Federico Glustein advierte que, en lo que respecta a las tasas, “es esperable que sigan altas por un tiempo y eso no es positivo para la Argentina”, aunque se observa una tendencia a frenar la política monetaria agresiva en el país del norte y, en ese contexto destaca que, “si se confirma un tipo de cambio en la matriz estadounidense y se da una tendencia más recesiva con una baja de tasas, podría haber una tendencia favorable para la Argentina”.
En igual sentido, desde Banco CMF, anticipan que “no hay que descartar volatilidad de tasas en el norte, lo que puede complicar la situación de nuestro país”. Y explican que, si bien las condiciones macro parecen indicar que está todo dado para que en el segundo trimestre comience la baja de tasas, algunos miembros de la Fed piden cautela y no apresurarse.
La cosecha y las condiciones climáticas: otra clave
No obstante, el viento de cola para la Argentina tiene otro elemento clave y son las condiciones climáticas. Así lo plantea Di Stefano cuando sostiene que “en este momento, la Argentina tiene una oportunidad para recuperar terreno ante Brasil en materia de exportación de granos porque las zonas productivas del país vecino están sufriendo climáticamente en el último tiempo, mientras, que a nivel local, tras una bruta sequía en 2023, el año que viene se perfila algo mejor”.
Así, tal como apunta el economista Pedro Gaite “la principal tendencia positiva para la Argentina está relacionada con la capacidad de incrementar exportaciones gracias a una mejora de las condiciones climáticas. Esto se da en un contexto en el que la demanda de alimentos del mundo va a seguir alta.
“La cosecha se perfila muy positiva este año, por lo que hay una oportunidad de fortalecer la exportación tradicional de granos de la Argentina. Eso, combinado con la posibilidad de baja de tasas en el exterior, son dos grandes elementos que tiene a favor la Argentina en este momento”, aporta Camilo Tiscornia, director de CyT Asesores Económicos.
En definitiva, tal como plantea Glustein, “las condiciones climáticas van a mejorar para la Argentina, por lo que podríamos tener una mejor cosecha para 2024 y, de la mano con una mejora en el precio internacional de los granos, podría garantizar un fuerte ingreso de dólares, lo que es muy necesario para la Argentina en un contexto de escasez de reservas”. Y, en lo que respecta a las tasas, es esperable que el contexto mejore en el mediano plazo.
La pata energética: litio y energías renovables
Pero hay otro frente que la Argentina puede aprovechar en el nuevo escenario internacional y es la pata de los recursos naturales y el cambio en la matriz energética global, que va hacia el litio y las energías renovables.
“Me parece que la demanda de energía, litio y cáñamo van a ser puntales en la economía que viene”, anticipa al respecto Glustein. A lo que Gaite agrega que “la principal tendencia positiva para la Argentina está relacionada con la capacidad de aprovechar el contexto para incrementar exportaciones”.
En ese desafío que plantea el economista, menciona a la minería y al sector energético, con recursos naturales, como el litio, como un eje central para que el país pueda avanzar en el incremento de sus exportaciones.
No obstante, advierte que “lo que está en juego, también es cómo se administra la explotación de esos recursos por parte de empresas extranjeras”. Y señala que, si se utilizan como plataforma para que nuestro país agregue valor y eso derrame en empleo y mejoras económicas, sería mucho más positivo que si solamente se explotan los recursos y queda apenas una parte de la rentabilidad en el país.
“Hay un contexto de transición energética global que Argentina podría aprovechar, tanto en energías renovables como con el litio, pero hay que plantear qué modelo queremos para el desarrollo de estos recursos”, opina Gaite.
A lo que Tiscornia agrega que, si bien el escenario internacional puede presentarse más benéfico para la Argentina este año, a nivel interno está muy complejo y adelanta que “dependerá mucho lo que pase, principalmente, del frente local”. Y es que las políticas que se apliquen hacia adelante serán determinantes para el modo en el que Argentina logre capitalizar el viento de cola que se presenta para este 2024 que se acera.
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