9 de diciembre 2016 - 23:42

Gobierno arrancó la campaña antártica con medios propios

• SIN UN ROMPEHIELOS USARÁN AVIONES PARA LANZAR LA CARGA LOGÍSTICA QUE REABASTECERÁ LA BASE GENERAL BELGRANO II
La ceremonia se hizo durante la zarpada del aviso ARA Puerto Argentino ante el fracaso de la licitación de un buque polar y un rompehielos.

Zarpada. El aviso ARA Puerto Argentino partió de Buenos Aires para reabastecer las bases antárticas. Esta vez la campaña para el continente blanco se hará sólo con equipo de las Fuerzas Armadas.
Zarpada. El aviso ARA Puerto Argentino partió de Buenos Aires para reabastecer las bases antárticas. Esta vez la campaña para el continente blanco se hará sólo con equipo de las Fuerzas Armadas.
El ministro Julio Martínez dio la orden de zarpada, este martes, al aviso (remolcador de gran porte) ARA Puerto Argentino que marca el comienzo de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2016-2017. "Hemos tomado la decisión de llevarla adelante con nuestros recursos y confiamos en el valor, el profesionalismo y la entrega de nuestras Fuerzas Armadas", dijo el titular de la cartera de Defensa en el acto de despedida del navío que zarpó desde la dársena "E" del Puerto de Buenos Aires rumbo a la Base Orcadas. Luego de realizar un recorrido por la embarcación y saludar a la tripulación antes de su partida, Martínez destacó la importancia de esta campaña "porque se realiza con medios propios aportados por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea".

Se llegó a la situación de reaprovisionar las 13 bases con los buques y aviones existentes ante el fracaso de licitación internacional para alquilar un buque polar, un rompehielos y los helicópteros. En la edición del 18 de noviembre este diario adelantó que el Gobierno recurrió al Plan C -de emergencia- que se había concebido en caso de que fracasara la licitación pública internacional de arriendo y también la alternativa de conseguir esos medios a través de un contrato de Estado a Estado; como finalmente ocurrió. Una suma de errores de gestión de la secretaría de Servicios Logísticos para la Defensa a cargo de Walter Caballos dio por tierra con el proceso licitatorio, amén de que la única oferta que encuadró en el pliego fue desestimada porque superó el monto previsto por Defensa.

La incertidumbre sobre el cumplimiento de los puntos básicos de la política nacional antártica: relevos de personal, abastecimiento, programas científicos, planes de cooperación internacional y el retiro de residuos conforme lo exige el Protocolo Madrid del Tratado Antártico generó tensión entre la oficina de Ceballos y la del secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Ángel Tello. Este funcionario es quien articula esas acciones de alta política con la Cancillería.

Está pendiente un tema no menor: el reabastecimiento, cambio de dotación y extracción de toneladas de basura de la base general Belgrano II, la más polar del sistema de bases argentinas.

Llegar a esa latitud extrema requiere contar con un rompehielos que no pudo conseguirse. El Almirante Irízar, hasta 2007, tenía esta tarea, pero bajo el comando del capitán Guillermo Tarapow sufrió un incendio inexplicable. Lenguas mordaces ironizan con su ascendencia familiar rusa y la seguidilla de licitaciones ganadas por navíos de esa nacionalidad.

Martínez eligió esta vez la gestión castrense; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Bari del Valle Sosa; para que resuelva la logística de Belgrano II por medio de un servicio de aerolanzamiento. El escaso tiempo disponible obliga a la contratación directa, un formato que aunque legal suele prestarse a favoritismos.

No es la primera vez que por la falta del rompehielos se recurre a la solución de compromiso de arrojar alimentos, combustible, medicinas y otros enseres desde un avión en vuelo. En la campaña de verano 2009-2010 se contrató un avión ruso Ilyushin IL-76 de la empresa Antarctic Logistics & Expeditions LLC (ALE), a un costo superior a los 3 millones de pesos, en conjunción con un aparato Basler BT-67, que es un DC-3 modernizado y con motores turbohélice, que traslada al personal a la pista de hielo que se encuentra a unos 8 km de la base Belgrano II. Esta temporada ALE sería otra vez adjudicataria de la maniobra.

La base está a unos 1.300 kilómetros del Polo Sur, tiene un régimen logístico riguroso, debe abastecerse al ciento por ciento con todo lo necesario para garantizar la supervivencia de la dotación de 19 hombres por dos años consecutivos.

Ese margen de seguridad da autonomía a los moradores para aguantar otra estadía en caso de que al siguiente año fallase la logística.

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