3 de mayo 2017 - 08:25

Una recuperación gradualista: ¿cuándo despega la economía?

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Un inicio de 2017 marcado por varios datos negativos y pocas señales positivas en la economía hizo que varios analistas recorten los pronósticos de crecimiento para este año. La actividad no termina de despegar justo cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina. ¿El demorado rebote de la economía llegará a sentirse en la calle antes de octubre o el Gobierno deberá apelar solamente a la confrontación política con el kirchnerismo?

Una recuperación gradualista: ¿cuándo despega la economía?
Tras más de 16 meses desde la asunción de Mauricio Macri como Presidente, la actividad económica permanece sin evidenciar claras y sostenidas muestras de recuperación en las dosis que presagiaba el oficialismo, justo en un momento clave como lo es el período preelectoral, con la mira puesta en las legislativas de octubre, cuyo resultado puede a empezar a definir el futuro de Cambiemos en el poder.

Aquel anhelado rebote de la economía para el segundo semestre de 2016 fue aplazado y recalculado en varias ocasiones. De hecho, la expectativa de un repunte en la actividad se debió posponer irremediablemente para 2017, año en que algunos economistas y consultores estimaban un crecimiento de hasta un 5%, mientras que el Gobierno lo situó en el 3,5%. Sin embargo, transcurrido el primer cuatrimestre del segundo año de gestión macrista algunos indicadores -salvo excepciones- siguen no solo sin mejorar, sino que en ciertos casos empeoraron, lo que obligó a varios consultores y a organismos internacionales a rebajar proyecciones sobre la evolución del PBI argentino a entre el 1,5% y el 4% (por ahora) para este año.

Las alicaídas nuevas estimaciones se dan en medio de una particular y no menos llamativa coincidencia entre economistas de perfil heterodoxo y ortodoxo sobre las causas de este presente económico: ambas visiones concuerdan en que aún no se realizaron cambios de fondo y, consecuentemente, no podrá haber crecimiento sostenido en el tiempo.

El exdirector del BCRA, Arnaldo Bocco, afirmó que la realidad muestra que "sigue sin haber cambios en temas estructurales que harían salir de la recesión y que impacten en el aparato productivo". En ese sentido, recordó que "alrededor del 80% de la actividad, lo explican la demanda agregada, es decir, consumo más inversiones, y el nivel de producción local. Y lo que ha pasado es que el consumo viene de caer un 9% en promedio, pero en los sectores populares llega al 14%, y es en este segmento donde se mantiene un proceso de estancamiento, cuando no de recesión, como venía del año pasado". Es por esto que para Bocco, el crecimiento del PBI rondará el 1,5% en 2017, por lo que no se compensará la pérdida del año pasado (-2,3%).

Por su parte, Carlos Rodríguez, rector y docente de UCEMA subrayó que "desde principios de 2016 soy crítico de la política económica de este Gobierno, cuando anunciaron que iban a seguir una política gradual sin grandes cambios" de lo que se venía haciendo. Explicó que se mantuvo "el nivel del gasto público y el mismo sistema impositivo", con la novedad de que ahora "pasan la gorra en todo el planeta para que nos presten" y así cubrir el déficit. Según Rodríguez, hoy "no existe ningún motivo para que haya un crecimiento sostenido", aunque aclara que "la economía es una ciencia social y puede ser que crezcamos ocasionalmente por el clima, o por una suba la soja".

Una de las consultoras que ya recortó la evolución del PBI para este año al 2,7%, y muy posiblemente lo lleve al 2,5% es Ecolatina. Su economista jefe, Lorenzo Sigaut Gravina, remarcó que se tomó esa decisión ante perspectivas de débil desempeño de la industria, que "con suerte se expandirá entre 1% y 1,5%, y no le alcanzará para recuperar lo perdido en 2016", entre otros factores, debido al atraso cambiario. El analista también atribuyó la baja en el cálculo "a que al consumo masivo le está costando reaccionar, después de algunos errores del Gobierno, por ejemplo, con el programa Precios Transparentes".

ALTAS TASAS: IMPACTO EN EL CORTO PLAZO

En medio de este contexto, los especialistas esperan ver cuán contractiva y cuánto tiempo se mantendrá la política monetaria del BCRA, cuya tasa de referencia la entidad elevó en el último mes al 26,25%, en su lucha inclaudicable por cumplir la meta de inflación de al menos el 17%. Esta decisión, que "llama la atención en un contexto previo a elecciones, puede impactar en el corto plazo un poco más sobre una reactivación que de por sí viene siendo muy lenta, ya que hace mucho más rentable cualquier tipo de inversión financiera, que la inversión productiva", advirtió el economista jefe de Ecolatina, para quien "buena parte de la suba del costo de vida no se corresponde con una inflación de demanda". Al respecto, Bocco apuntó que "si el BCRA dice que la inflación será del 17%, las empresas no van a querer pagar más que esa tasa de paritarias, por lo que el mensaje que está mandando la autoridad monetaria es recesivo" para la economía, teniendo en cuenta una inflación superior a ese nivel.

PREOCUPANTE NIVEL DE EXPORTACIONES

Tras acumular un superávit de u$s2.128 millones el año pasado, el intercambio comercial acumula en el primer trimestre un déficit de u$s1.088 millones, lo que representa un 218% más que en el mismo período de 2016, según el INDEC. El dato surge como resultado de un acotado avance del 2,3% en las exportaciones, y un aumento del 16,4% de las importaciones (+14,3% en bienes de capital y +18,2% en bienes de consumo). "Vamos camino a tener junto con un déficit fiscal, un rojo comercial externo importante. Se han importado bienes que se producían localmente y seguimos primarizando el comercio exterior", alertó Bocco. Para Sigaut Gravina, en tanto, "las exportaciones de la agroindustria van a crecer por la cosecha récord, pero el resto de los sectores no lo harán, con lo que es probable que el déficit comercial crezca, entre otros factores, porque Brasil no muestra claras señales de recuperación, y porque el tipo de cambio es muy poco competitivo". Con relación a la suba de las importaciones, recalcó que es "lógico" que en un año de repunte de la economía "recuperen su ritmo de crecimiento".

IED, A LA ESPERA DE OCTUBRE

La llegada de Inversión Extranjera Directa (IED) siguió siendo una cuenta pendiente en el primer trimestre de 2017: apenas alcanzó los u$s740 millones. La cifra representa alrededor de la mitad de lo que entró para apuestas de portafolio, según datos del BCRA. Para los economistas consultados, el ingreso de IED quedará supeditado al resultado de las elecciones legislativas, más allá de puntuales desembolsos en sectores como el energético. "Si la economía ya está mal con 16 meses de Cambiemos, imaginá lo que va a ser a medida que se aproximen los comicios de octubre. No veo que alguien se largue invertir frente a la incertidumbre total que son las elecciones, y al otro ruido que te presentan las tapas de todos los diarios dándote una mala noticia todos los días, en términos económicos", enfatizó Rodríguez. A su vez, Bocco recordó que "estamos en una relación de IED sobre el PBI muy baja, del 16%; y en la medida que el Gobierno siga sin tener éxito en bajar la inflación, siga manteniendo altas de tasas, y quiera cumplir un programa monetario atado a metas de inflación, continuará conspirando contra las inversiones que posibilitan un aumento de la competitividad y la productividad en el sector más dinámico que tiene la economía que es el manufacturero". Al igual que el rector de UCEMA, consideró que "todos los inversores esperarán hasta el final de las elecciones para de ver cómo queda el cuadro político".

INFLACIÓN, SALARIO REAL Y CONSUMO

El comienzo de año fue complejo para el Gobierno en términos de inflación: en el primer trimestre la suba de precios minoristas ya alcanzó el 6,3% (y no bajaría de 2% en abril). Fuentes privadas e incluso el FMI estiman un alza en el costo de vida del 25% para 2017, lejos de la meta oficial del 17%. "Las metas de inflación no sirven para Argentina; acá se usan las tasas pero no para bajar la inflación, las utilizan para hacer una bicicleta con el fin de que la gente se vaya a las Lebac y no al dólar, que así se mantiene planchado, y con ello contenés la inflación, pero no reactivas la economía", destacó Rodríguez. Ante este panorama, será clave el tiempo que tarde en ceder el nivel inflacionario y cuánto, a su vez, aumenten los salarios. "En la medida en que los ajustes en las paritarias no se acerquen a esa tasa de inflación real y no se recupere un poco el poder adquisitivo, el mercado interno seguirá desplomado", vaticinó el exdirector de la autoridad monetaria. Desde Ecolatina, ven una masa salarial creciendo entre un 2% y el 3%, que no llega a recuperar la caída de 2016. De todos modos, prevén que con "este leve mayor poder adquisitivo, ya sin cepo y con mucho atraso cambiario, existe el riesgo de que crezca el consumo de bienes dolarizados y no de los que produce la industria local".

VENTA DE INMUEBLES Y AUTOS, BROTES CONSOLIDADOS

Uno de los pocos sectores que viene mostrando señales de despegue es el inmobiliario, cada vez más apuntalado por el crecimiento de los créditos hipotecarios en UVA: en los tres primeros meses del año la compraventa de departamentos y casas en la CABA trepa un 57,4% interanual, de acuerdo al Colegio de Escribanos porteño. También la venta de autos 0 km registra cifras positivas: crece un 42,5% interanual entre enero y marzo, según ACARA. No sucede lo mismo con la producción automotriz, que cede en el año un 7,4%, de acuerdo a ADEFA, principalmente por la caída de las exportaciones a Brasil. "Cuando uno ve que se avecina una crisis monetaria, comprás dólares, pero también apostás por los ladrillos y los autos, todas son alternativas para defenderse de la inflación", esbozó Rodríguez.

CONSTRUCCIÓN, IMPULSADA POR LA OBRA PÚBLICA

Después de transitar 14 meses con bajas, la construcción se despertó en marzo y acumula en el primer trimestre un incremento del 1,8%. Este repunte fue impulsado casi exclusivamente por la obra pública, mientras se aguarda la aparición en escena del sector privado. En ese sentido, el economista jefe de Ecolatina explicó que los privados "tienen perspectivas modernamente optimistas, ya que el costo del metro cuadrado está en niveles bastante elevados debido a la suba de costos en pesos a un dólar planchado". Y continuó: "Para que realmente la obra privada traccione como la pública, necesitás que haya más desarrollos sobre todo para la clase media. Los créditos hipotecarios en UVA podrían llegar a ayudar".

PELIGROSO DÉFICIT FISCAL

Si bien el Gobierno sobrecumplió la meta fiscal del primer trimestre del año (obtuvo un déficit primario de 0,4% del PBI), analistas creen que rojo fiscal de este año será "el tercero más elevado de la historia". Así lo alertó un informe de la consultora Economía & Regiones, que estimó "probable que la meta anual" de desequilibrio primario del 4,2% del PBI "sea incumplida por 1 punto porcentual". Para el rector de UCEMA, "el Gobierno tendría que plantear a la sociedad que esta situación de déficit es insostenible con endeudamiento. No es posible que estemos endeudando al BCRA para financiar un déficit basado en gasto corriente social populista", expresó. De acuerdo a Bocco, sin embargo, "el déficit se achica cuando la economía crece, que es cuando la recaudación crece más rápido que el PBI".  

ENDEUDAMIENTO CRECIENTE

Hasta mediados de abril, el Gobierno emitió bonos en moneda extranjera y Letes por unos u$s20.000 millones, y colocó títulos en pesos por $55.325 millones, según el Observatorio de la Deuda Externa de la UMET. Recordemos que la deuda pública bruta de la Argentina viene de subir con fuerza en 2016 a u$s288.447,8 millones, un 13,6% contra 2015, y ya alcanza el 53% del PBI. "El mercado va a llegar hasta un punto en que le pedirá a la Argentina que acuda al FMI para arreglar las cuentas, porque tiene un problema estructural, déficit comercial y fiscal", evaluó Bocco. Rodríguez, por su parte, recordó que "los endeudamientos nunca terminan bien, o desembocan en una licuación o en un default". Por último, el economista de Ecolatina indicó que "a nivel macro esto tiene un problema: para devolver en moneda extranjera en una divisa que no emitimos hay que generar más capacidad exportable, pero el atraso cambiario y más importaciones van en contra de tu capacidad de responder con exportaciones".

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