21 de noviembre 2018 - 23:04

BCRA busca “pax” financiera perdurable hasta fin de año

• ESPERA AHORA QUE LA TASA DE LELIQ PERFORE RÁPIDAMENTE EN 2019 EL 50% ANUAL
Colocaciones de deuda y más gastos de empresas de fin de año (bono, aguinaldos, impuestos y proveedores) licuarían la mayor oferta de pesos que habrá desde hoy. Sin temor por

Luis Caputo y Ricardo Cardarelli
Luis Caputo y Ricardo Cardarelli
El Banco Central inicia hoy la última apuesta de 2018 para firmar la paz con los mercados locales y comenzar a pensar en un 2019 con una tasa de interés que perfore lo antes posible el 50%. La entidad que maneja Guido Sandleris liberará desde hoy unos $122.234 millones y, si las cosas salen como espera la autoridad monetaria, ese dinero comenzará a circular libremente en el mercado monetario, sin generar mayores problemas en las pautas cambiarias oficiales. Esto es: no deberían provocar zozobra en el valor del dólar, como tampoco presiones inflacionarias. Luego, en diciembre, una estrategia similar se aplicará con los casi $100.000 millones del último vencimiento de Lebac de la historia reciente (algún día, obviamente, volverán); con lo que el BCRA habrá cumplido con la principal promesa que se le hizo en septiembre pasado a la conducción del Fondo Monetario Internacional (FMI): desmantelar la bomba de tiempo de las Lebac, sin utilizar dinero del organismo financiero para cubrir eventuales correrías hacia el dólar. Al menos eso es lo que mira detenidamente la misión que comanda el italiano Ricardo Cardarelli.

La estrategia general de la entidad necesita de un mecanismo de relojería para funcionar. Los números hablan de una licitación de ayer en la que se colocaron $39.754 millones a una tasa de 49,99% anual (ver nota página 3). Ese dinero debería ser absorbido, en gran parte, por sucesivas colocaciones de Leliq (emitidas sólo para bancos), Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (Lecap) a 91 días y tasa del 4%, y Letras en Pesos Ajustables por CER con vencimiento en febrero. Si bien no se puede cuantificar el monto, sabe el BCRA que ese dinero no ingresará en su totalidad en estas colocaciones, y que una parte importante quedará liberado para comenzar a circular por el sistema monetario. La pregunta de los operadores es obvia: ¿puede generar este dinero un aumento en la demanda de divisas o, si no se opta por la opción cambiaria, presionar por más inflación, justo cuando la entidad afirma que está todo controlado para que el último bimestre del año el alza de los precios no supere el 6%?.

Sandleris y su gente se tienen fe. Mucha. Como primera interpretación, aseguran que el combo Leliq, Lecap y Letes ajustables por CER será exitosa. Afirman, además, que los privados, fundamentalmente empresas (incluyendo bancos) que opten por no acceder a estos instrumentos, tomarán esa decisión para tomar posiciones en pesos ante la gran cantidad de demanda de moneda doméstica que el mercado local necesita para cerrar el año. Afirman que desde la próxima semana comenzará una mayor necesidad de efectivo para liquidar salarios, incluyendo el pago de la primera cuota de $2.500 para los empleados privados en relación de dependencia; un gasto que no estaba contabilizado hasta la semana pasada y que ahora las compañías deben absorber. Además, se acerca el tiempo donde muchas empresas (aún con la recesión a cuesta) deben pensar en premios y liquidaciones ya comprometidas con sus empleados; además de, en muchos casos, pagos nominales por la diferencia entre la inflación y los aumentos paritarios. También los privados suelen demandar pesos en el último mes del año para cerrar compromisos con sus proveedores, saldar pasivos de cierre de ejercicio y comenzar a proyectar los primeros meses del ejercicio próximo.

En general, sabe el BCRA, esta demanda de pesos se cubre con venta de divisas, lo que estacionalmente produce una suba en la oferta que debilita el precio y que luego, a mediados de enero, se recupera. Lo que podría ocurrir en este final del muy complicado 2018 es que esos dólares ahorrados no se utilicen y que sean los pesos liberados por el final de fiesta de las Lebac los que se destinen a los gastos de fin de año. Si esto ocurriera, al Central le serviría la estrategia de los privados para que no aumente la oferta de dólares y se perjudique el tipo de cambio con una caída en la cotización actual. Tampoco ve con malos ojos la entidad que ocurra lo contrario: que los privados utilicen los pesos liberados de las Lebac entre noviembre y diciembre para demandar más divisas. Si esto ocurriera, lo peor que podría pasar es que el precio del tipo de cambio se incremente, llegando a niveles más cercados a los $40. El BCRA afirma que, aunque la presión sea importante, sería imposible que se acerque al techo de la "zona de no intervención" que a valores de hoy debería ubicarse en los 46,22 pesos por dólar. En cualquiera de los dos casos, la situación es para el BCRA manejable. Sólo restaría preocuparse por el capítulo inflacionario. En este punto el Central piensa, desde los tiempos de Luis Caputo, que no se deberían correr riesgos, ya que la estructura actual de precios en la economía real, fue fijada (según la entidad) con un dólar a más de 40 pesos, según la cotización de los tormentosos días cambiarios de agosto pasado.

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