Dicen en el campo: Chicago atenta contra la recaudación, mientras se padece la vacuna más cara del Mercosur

Se reactivan los mercados tras semana de feriados. Lluvias a favor y en contra. Más producción para exportar, pero menores precios internacionales. Sigue el conflicto por los (altos) precios de la vacuna anti aftosa.

La baja de los precios internacionales de los granos es una realidad, que atenta contra las intenciones de mayor recaudación del Gobierno.

La baja de los precios internacionales de los granos es una realidad, que atenta contra las intenciones de mayor recaudación del Gobierno.

Precios internacionales y cotizaciones: ¡Nada como el 2022!

Mientras los mercados locales tratan de reacomodarse tras casi una semana sin actividad, y las plazas internacionales muestran la debilidad relativa de una economía mundial que no está en su mejor momento (lo que le “pega” a todos los productos), la producción doméstica comienza a hacer los primeros números para el ciclo 24/25 (que se iniciará en dos meses, con la siembra del trigo). Y el panorama no es alentador: costos más altos, y cotizaciones mucho más bajas que en los ciclos anteriores. La situación quedó plenamente evidenciada en el último informe de exportaciones agrícolas de marzo cuando, según cifras oficiales del sector, “las empresas liquidaron u$s1.501 millones; que representan una suba de 22% en relación a marzo del año pasado y una mejora de 61% en relación al acumulado de este año en comparación con el año anterior”, dice el CIARA aludiendo a los u$s4.523 millones de este primer trimestre, respecto a los apenas u$s2.802 millones del primer trimestre del '23.

Los datos, sin embargo, se corresponden con la debacle productiva del ciclo anterior, cuando la grave sequía que afectó al país, determinó la pérdida de alrededor de 50 millones de toneladas que incidieron directamente en los volúmenes de exportación; efecto que, en buena parte, sería superado en el ciclo actual, aunque difícilmente se cubriría totalmente el tonelaje perdido entonces. Hay, sin embargo, un dato casi más grave, que queda enmascarado en los números globales, y que se corresponde con la profunda caída que vienen registrando las cotizaciones que tuvieron un par de ciclos de oro, con un pico en el 2022, considerado el mejor año en dos décadas. Tanto fue así, que las exportaciones de marzo de ese año totalizaron u$s2.984 millones (+ 99 % respecto a las del mes pasado), con un acumulado trimestral de u$s7.926 millones (+ 75 % en relación al 1º trimestre del ´24), monto que seguramente ahora hubiera hecho las delicias del ministro Luis Caputo.

Semejantes diferencias responden directamente a la caída de las cotizaciones internacionales que se viene registrando desde entonces y que llevaron a que, tomando siempre los precios en marzo de cada ciclo, la soja pasara de u$688/tn en el '22; a u$s540 en el '23, y u$s430/tn el mes pasado, o sea, una retroceso de 20% respecto al año pasado, y de 38% en relación al '22. Algo similar ocurre con los cereales. El maíz pasó de u$s335/tn a u$s250 y u$s170/tn el mes pasado. Un 50% menos en 2 años, algo similar a la caída del trigo que llegó a u$s410/tn en marzo del '22, bajó a u$s260/tn en el '23, y ahora a u$s204.

Y esto, si no cambia abruptamente la situación internacional (lo cual no se prevé, por el momento) significa, ni más ni menos, que buena parte de la recuperación relativa de la producción agrícola local, seguirá siendo erosionada por la baja de los precios en Chicago, ubicando entonces los ingresos previstos por las exportaciones de este año en alrededor de u$s30-33.000 millones; un 65% más que los magros u$s19.740 millones del año pasado, pero muy alejados de los u$s40.400 millones del récord el '22, monto que seguramente hubiera calmado un poco los nervios de varios funcionarios.

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El costo local de la vacuna contra la fiebre aftosa preocupa al sector ganadero.

El costo local de la vacuna contra la fiebre aftosa preocupa al sector ganadero.

Aftosa: Argentina discute por los precios (otros dejan de vacunar)

Las lluvias no fueron parejas. Y se sabe, aunque no es tan conocida, la alta mortandad de hacienda que se está registrando en algunas regiones del sur bonaerense, debido a la profunda sequía que aún se mantiene allí, al igual que en algunas áreas del Chaco y Formosa. Pero, sin llegar a esos extremos, la actual situación de suba en los costos de producción, con precios internacionales que no terminan de despegar, y caída de la demanda interna, vuelven a complicarnos números de los productores locales. A favor, aparece la mejor situación de buena parte de los campos naturales (y pasturas) por las lluvias de hace un par de meses, que ahora permiten "retener" más hacienda en el campo, lo que está permitiendo sostener relativamente los precios internos que, de otra forma, hubieran caído aún más.

Sin embargo, el tema que está levantando polvareda en materia ganadera en el interior, y más especialmente en el Litoral y el norte del país, es el inesperado costo de la vacuna contra la fiebre aftosa que es cuatro veces más que el que se registra en el resto del Mercosur, ya que en Paraguay está en u$s0,24/dosis, la de producción nacional y u$s0,37, la importada; en Brasil está en u$s0,50; en Bolivia u$s0,52, mientras que en Argentina está en u$s2 la dosis (y se fabrica localmente). Además, para el senador correntino Noel Breard, “el precio de la vacuna aumentó 475% en un año”. “El Congreso está interesado en saber porqué”, dijo el legislador que ya cuenta con un proyecto de ley aprobado al respecto, y consideró que “son temas que tanto Defensa de la Competencia, como la Secretaría de Agricultura, y también el Senasa deben abordar”.

Pero el tema amenaza con no terminar solo allí, ya que el esquema de fundaciones que adoptó la Argentina para el control, la falta de auditorías ciertas, las controversias internas y, más aún, la novedad regional de que se está dejando de vacunar contra la enfermedad, a partir del éxito de control conseguido por alguno de los países vecinos, obliga a rever todo el modelo. Lo cierto es que con esquemas mucho más lineales, ágiles y económicos, tanto Paraguay como Brasil lograron avances tan notables que, en este último caso, queda apenas una pequeña región en el noreste “libre con vacunación”, mientras que el resto del inmenso territorio directamente ya no vacuna lo que, teniendo en cuenta que se trata de uno de los principales productores y exportadores mundiales de carne vacuna, arrastra “positivamente” al resto de la región, que se acercaría así al máximo estatus. Buena parte de estos avances se dieron a partir de los sistemas de alerta automática (que se accionan ante la primera sospecha de un caso positivo, y se cierra la zona en forma de anillos), y los adecuados bancos de vacuna, algo que Argentina aún no tenía hace 20 años atrás. El tema, seguramente, serán uno de los centrales en la próxima reunión que el IPCVA llevará a cabo en el establecimiento Palmitas, en Mercedes, Corrientes, el próximo jueves, bajo del lema: “Carne del NEA al mundo” donde, al margen de las charlas técnicas, se podrá medir el “humor” del sector, y también se analizarán todos los costos…

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