24 de noviembre 2009 - 09:48

Koenigsegg desistió de comprarle Saab a General Motors

Se frustró la venta de Saab.
Se frustró la venta de Saab.
El productor sueco de coches deportivos Koenigsegg anunció la ruptura del acuerdo con la multinacional estadounidense General Motors para la compra de su filial sueca Saab Automobile, tras seis meses de negociaciones entre las partes.

Koenigsegg señaló en un comunicado que los retrasos para cerrar el acuerdo habían causado "riesgos e inseguridades que impiden realizar con éxito el nuevo plan de negocio" para Saab.

General Motors había llegado a un acuerdo con el grupo Koenigsegg para venderle Saab el pasado 18 de agosto, dos meses después de cerrar un pacto de intenciones.

"Lamentamos que después de seis meses de trabajo intensivo y centrado en un objetivo hayamos llegado a la dolorosa y difícil conclusión de que no vamos a poder realizar la compra de Saab Automobile", señaló en un comunicado el director general de Koenigsegg, Christian von Koenigsegg.


Von Koenigsegg mostró su malestar por los retrasos continuos en el cierre del acuerdo, previsto inicialmente para septiembre pero que se había ido demorando progresivamente por dificultades en la financiación de la compra de Saab, cuyas ventas han bajado este año cerca de un 70 por ciento.

Los continuos "retrasos en el cierre de la operación han provocado riesgos e incertidumbres que nos impiden llevar a buen puerto nuestros planes para el nuevo Saab", agregó el comunicado.

El Banco Europeo de Inversiones aprobó el pasado 21 de octubre un crédito a Saab por valor de 4.000 millones de coronas (unos 400 millones de euros), en concepto de desarrollo de técnicas de seguridad y de medio ambiente, considerado fundamental para el futuro de la empresa y que debe ser avalado por el Gobierno sueco.

Varios inversores suecos habían puesto en entredicho la capacidad de Koenigsegg, que cuenta con 50 empleados, fabrica una veintena de vehículos de lujo y factura por valor de 10 millones de euros al año, cifras que contrastan con la producción de 94.000 vehículos anuales y una plantilla de 4.000 empleados de Saab.

Saab tiene que afrontar también una deuda que asciende a 1.000 millones de euros, si bien el tribunal de VTMnersborg autorizó el pasado 17 de junio a aplazar a dos años el pago del 75 por ciento y a abonar a corto plazo el del 25 por ciento restante, tras el acuerdo con el 80 por ciento de sus acreedores.

Ese mismo tribunal cerró un mes después el proceso de reestructuración de Saab, iniciado seis meses antes tras su declaración de quiebra y que había colocado a la compañía bajo administración judicial.

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