18 de mayo 2023 - 00:00

Flavia Royón: “Argentina necesita diversificar su matriz exportadora y ahí el sector energético ya tiene un rol clave”

La Secretaria de Energía de la Nación participó del ciclo Ámbito Debate, donde se refirió a la transición energética, el potencial de Vaca Muerta y los proyectos de infraestructura.

Flavia Royón
Flavia Royón

En un momento singular de la economía argentina, las preguntas tendientes a mensurar el crecimiento en la generación de energía resultan indispensables. ¿Qué mirada tiene el Gobierno de la transición energética? ¿Qué rol ocupa el gas argentino en esa transición? ¿Puede nuestro país transformarse en uno de los principales players a nivel internacional? En el marco del encuentro de Energía que realizó Ámbito Debate en el día de ayer, entrevistamos a Flavia Royón, secretaria de Energía.

Periodista: ¿Por qué es importante la transición energética para Argentina? ¿Quiénes son los encargados de llevarla adelante en el país?

Flavia Royón: La transición energética es parte primordial de nuestra agenda. Hoy es algo que se impone a nivel mundial y Argentina está comprometida en la reducción de emisiones. Dentro de este marco, se publicaron los lineamientos en materia de transición energética y estamos elaborando el plan de transición energética para nuestro país, en el Consejo Federal de Energía, en un debate participativo. La transición energética es una oportunidad para Argentina, porque tiene mucho para ofrecer. Primero, porque la matriz energética argentina es relativamente limpia, comparada con otros países desarrollados. En Argentina, prácticamente no tenemos carbón, pero en cambio no ha podido ser sustituida en las principales economías del mundo. Argentina tiene un potencial energético, cuando uno mira en términos de potencial de generación de energía, es difícil encontrar tanto en otros lugares: Argentina tiene la segunda reserva de gas no convencional en el mundo; Vaca Muerta, que es cuarta en shale oil; tiene otras cuencas, que son cuencas maduras; tiene la expectativa con el offshore en la cuenca norte. En materia hidrocarburos también tiene un gran potencial. En cuanto a las energías renovables el país también tiene de los mejores lugares del mundo para la generación de energía solar en el norte del país, generación de energía eólica en el sur, tiene un gran potencial en energía hidroeléctrica que también estamos comprometidos a impulsar. En materia de biocombustibles también tiene una gran potencialidad. En energía nuclear, Argentina es un país reconocido en todo el mundo en el desarrollo de la tecnología. Cuando se ve esto, se observa que Argentina es mucho más que gas y tiene mucho para desarrollar para ser un proveedor de energía en el mundo. En este contexto, vamos a seguir apostando a los hidrocarburos, porque la transición energética hay que financiarla.

P.: Dentro de ese escenario, ¿cuál es el rol para las empresas de hidrocarburos? ¿Van a ser protagonistas de esta transición?

F.R.: Argentina definió que el gas es el combustible de la transición energética, porque genera muchas menos emisiones que otros tipos de combustibles. Y Argentina tiene la segunda reserva de gas en el mundo. El rol del gas es fundamental. También versa sobre un concepto de seguridad energética: no sólo para Argentina, sino que para los países de la región. Estamos en un trabajo comprometido de mayor integración energética con los países del Cono Sur, y el gas tiene un rol fundamental, porque claramente las energías renovables son importantes, pero todavía hay que resolver la intermitencia de las energías renovables, la restricción que hoy tiene Argentina en materia de líneas de transporte de alta tensión, que claramente estamos trabajando para resolver este desafío. Pero el gas es hoy para Argentina, sobre todo el gas de Vaca Muerta, es el combustible de la transición. Y el que nos va a permitir llevar a Argentina hacia una matriz energética mucho más competitiva. Los resultados del Plan Gas de diciembre del año pasado permitieron comprometer gas hasta el 2028 para nuestro país, a un valor casi seis veces más barato que la importación de gas. Además del desarrollo de todo un sector, de los puestos de trabajo o de la industria, tenemos un gas competitivo. También el desarrollo de Vaca Muerta y el desarrollo del crudo en Argentina es fundamental: porque para la transición, y para cada proyecto de energía renovable, necesita financiamiento. Cuando se encara un proyecto de parque solares o eólicos, también hay que mirar la necesidad de productos importados que estos requieren. Y, al ver por ejemplo la situación del agro, que atraviesa la peor seca de los últimos 80 años, que le restó al país unos u$s20.000 millones, Argentina necesita diversificar su matriz exportadora, su fuente de generación de divisas, y ahí el sector energético ya tiene un rol clave. Esto ya es una realidad. La curva de crecimiento es real y el sector energético va a dar vuelta su balanza y va a contribuir con divisas y en el desarrollo.

P.: ¿Qué aporte le puede dar el sector energético a la matriz económica argentina?

F.R.: Cuando se da la discusión de si hay agregado de valor o no, hay que remitirse a los datos. Claramente en el sector energético, y también en el sector minero, hay un agregado de valor. Hoy cada proyecto en Vaca Muerta tiene un porcentaje de más del 70% de componente nacional. Hay toda una industria nacional detrás. El derrame, no sólo en mano de obra, sino también de desarrollo de proveedores locales, genera un valor agregado. Argentina tiene en su industria un know how adquirido y desarrollado importante. Hay una empresa de Mar del Plata que ya está haciendo equipos de fractura, por ejemplo. Hay una industria nacional vinculada. Sin duda, el primer beneficiario del desarrollo de esta industria son los proveedores locales. Además, son sectores donde hay muy poca informalidad y que cuenta con salarios superiores al promedio. Además, es una industria que ayuda a tener un proyecto de desarrollo de país con una mirada federal.

P.: En cuanto a la infraestructura, es importante resaltar la puesta en marcha del oleoducto trasandino que generó la posibilidad de exportar petróleo a Chile. ¿Qué lectura hace de esto?

F.R.: Es un proyecto estratégico para Argentina. Hace 17 años que no se utilizaba este oleoducto y desde el martes pasado comenzó a fluir crudo hacia Chile. Hoy las refinerías argentinas están abastecidas, entonces todo el crecimiento de producción que pueda haber en crudo va a tener como destino la exportación. Y la exportación de crudo es clave para dar vuelta la balanza energética, que el año pasado fue de casi u$s4.500 millones negativa y para el 2030 esperamos que sea u$s12.000 millones positiva. En ese incremento de exportaciones, además del gasoducto Néstor Kirchner, en materia de oleoductos hay una inversión de aproximadamente u$s1.100 millones en diferentes proyectos: el trasandino, inauguramos hace poco el oleoducto de Sierras Blancas. Ahí está la inversión privada fuertemente comprometida.

P.: ¿Hay otros en cartera?

F.R.: YPF está liderando el proyecto de Vaca Muerta Sur y las expansiones están en cartera. Esto habla de que no es una promesa, es una realidad. Y este año se va a ver una contribución. Argentina puede producir mucha más energía de la que podemos transportar, por decirlo de una manera gráfica, y la infraestructura es fundamental. Hicimos la última soldadura del Gasoducto Néstor Kirchner, que viene en tiempo y forma y va a estar para la última semana de junio. Hay que reconocer que es un proyecto que nadie creía que se podía hacer en menos de 24 meses, se va a haber completado en 10 meses. El gasoducto generó casi 50.000 puestos de trabajo, un 81% de componente nacional. Es una obra que requirió la coordinación del Gobierno nacional, de los gobierno provinciales, de los contratistas. Es un proyecto que va a cambiar la matriz energética de Argentina. Y estamos trabajando para que esta red de gasoductos cambie la matriz de generación eléctrica en el país, que va a posibilitar más desarrollo, más industria y también más exportaciones.

P.: Uno de los proyectos del ministro Sergio Massa es generar un marco adecuado para las empresas que invierten en el sector de energía de Argentina. ¿En qué estado se encuentra este proyecto?

F.R.: El proyecto de GNL será enviado por el ministro en los próximos días, como también el de hidrógeno. Son dos proyectos claves para el sector energético. El marco de los proyectos, en líneas generales, buscan dar estabilidad fiscal por 30 años, porque son proyectos que requieren inversiones relevantes y a largo plazo; garantizar el acceso a divisas, así como también beneficios fiscales, porque Argentina tiene que salir a competir con otros países. Hoy Vaca Muerta está en valores de productividad a la altura de los mejores players del mundo. El objetivo es poder exportar el gas de Vaca Muerta como GNL, porque claramente la transición energética cambió el paradigma. Hoy debemos aprovechar nuestros recursos, con una producción con menores emisiones.

P.: ¿Cuál es la mirada de la Secretaría sobre el presente y las proyecciones a futuro del litio?

F.R.: Fui secretaria de Minería y Energía de la provincia de Salta, la provincia que tiene más cantidad de proyectos de litio en cartera. En cuanto a los minerales críticos que se requieren para la transición energética, Argentina tiene para ofrecer proyectos de litio y de cobre. Los proyectos de litio hoy son una realidad.

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