24 de febrero 2004 - 00:00

Creció hasta 500% la producción forestal

La regularización de los pagos del programa Forest-Ar permite augurar un incremento en la cantidad de hectáreas forestadas. Recientemente, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA), que encabeza Miguel Campos, se pagaron 2.343 planes, equivalente a 21 millones de pesos, que correspondían a 2002. Mediante éstos, el productor se hace cargo de la implantación, la cual es verificada por la SAGPyA. Si se logra el monte 18 meses más tarde, se paga el subsidio, con el que los productores costean la implantación siguiente.

La concreción de los pagos de 2002 redujo la incertidumbre sobre la continuidad de implantación, y abrió el camino para continuar con la expectativa de forestación de 100.000 hectáreas anuales
. La producción argentina se orienta a la exportación -con Estados Unidos como principal comprador- debido a que el consumo nacional es muy bajo. Las ventas aumentaron notoriamente en los últimos 10 años, dado que se trata de un mercado mucho menos regulado, protegido y subsidiado que el de los alimentos.

El mercado mundial de productos forestales ronda los 140.000 millones de dólares. El volumen exportado se incrementó a partir de la devaluación. «Desde 2002 las ventas al exterior andan muy bien», dice Charles Pettit, de Navar SA, un establecimiento de Gobernador Virasoro, Corrientes, que posee 1.350 hectáreas forestadas con pinos y eucaliptos. Pettit aclara que la diferencia de precios causada por la devaluación no siempre llega a los productores, que vieron disminuidos sus ingresos en dólares. «En nuestra zona se pagan alrededor de 25 pesos por tonelada en pie, que representan un poco más de ocho dólares. Antes de la devaluación, los precios promediaban los 13 o 14 dólares», dice. La ganancia diferencial quedaría en manos de aquellos aserraderos que tienen posibilidades de exportar, los cuales compran la producción en pesos y la cobran en dólares.

Según el informe Agroalimentos Argentinos, elaborado por el área de Economía de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), en el país hay cerca de 2.200 aserraderos, con 10.650 trabajadores. En 1995, a partir de Forest-Ar y de la Ley 25.080, el sector comenzó a ser tenido en cuenta por una gran cantidad de inversores, muchos de ellos extranjeros, lo multiplicó por cinco el ritmo de forestación anual. De 23.000 hectáreas en 1992, se pasó a 125.000 en 2001. Uno de los beneficios de la ley mencionada es la garantía de estabilidad fiscal por 30 años, que en el caso de la Patagonia se extiende por 20 años más. Durante ese período, no se pueden incrementar impuestos nacionales, provinciales y municipales que inciden sobre el sector.

«Las expectativas de cara al futuro son buenas», explica Pettit. «El mundo siempre necesita madera. La cuestión básica es agilizar el pago de los subsidios a la implantación de montes». En las zonas de Misiones y de Corrientes, el subsidio -no reembolsable- es de 860 pesos por hectárea para pinos y de 910 pesos para otras especies.

Además del pago mencionado, posteriormente los productores reciben un subsidio para poda y raleo. Los productores no reciben ninguna ayuda oficial adicional en los años siguientes, aunque suelen realizar algunos raleos comerciales, que permiten ir vendiendo madera como para afrontar los costos de mantenimiento. Según el informe de AACREA, la superficie de montes cultivados en la Argentina es de 1.025.00 hectáreas, y existen entre 18 y 20 millones con aptitud para la forestación. El 75% está en las regiones pampeana, mesopotámica y patagónica, con 6, 5 y 4 millones de hectáreas. Al menos 5 millones no compiten con otros cultivos. El sector forestal cuenta con más de 15.000 empresas productoras -que emplean a 41.500 personas-, cuya actividad representa 3% del PBI agropecuario.

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