29 de septiembre 2008 - 00:00

Dicen en el campo...

Hugo Biolcati
Hugo Biolcati
... que la semana fue agitada por varias razones. Naturalmente, sigue la conmoción financiera internacional sacudiendo los mercados, especialmente de commodities, lo que obliga a los productores a monitorear minuto a minuto. También se agudiza la sequía con daños ya irreversibles. La lluvia es imprescindible para parar las pérdidas (no para revertir la tendencia) y poder, finalmente, disparar la gruesa hasta el momento parada por la falta de humedad. Hubo una previsiblemente intrascendente reunión en Agricultura, y también siguieron los comentarios sobre el congreso anual de los ruralistas de CRA, esta vez en Tucumán. Simultáneamente, aunque la Mesa de Enlace siguió reactivándose (tras el parate que se suscitó desde el 17 de julio), hubo cambios en dos de las cuatro entidades: en la Federación Agraria (FAA), donde su titular, Eduardo Buzzi, fue reelecto (tiene tradición de larguísimas presidencias, como los 26 años del histórico Humberto Volando, luego electo diputado), y también en la Sociedad Rural (SRA), cuyos mandatos están acotados a un máximo de cuatro, de dos años cada uno. Allí, el negociador Luciano Miguens ahora le dejó el cargo al más combativo Hugo Luis Biolcati, lo que seguramente va a obligar a algún ajuste de roles entre los cuatro titulares de las organizaciones del campo dado que, además, también a fin de año se va de Coninagro (por estatuto no puede quedar), Fernando Gioino y será sustituido en forma permanente por Carlos Garetto que, en realidad, desde hace unos meses ya está actuando fuertemente al frente de la entidad.

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... que así, con Buzzi y Mario Llambías, actuarán dos dirigentes bastante distintos a sus predecesores. En el caso de Garetto, su origen en la poderosa ACA ( Asociación de Cooperativas Argentinas), una de las primeras exportadoras granarias del país, le da un juego distinto al que tuvo Gioino, proveniente de SanCor, cooperativa láctea que además, atravesó una convulsionada temporada financiera, que terminó con el acuerdo (impulsado por el propio gobierno) con el bolivariano Hugo Chávez, lo que también le acotaba, en alguna medida, el movimiento político. El caso de la Rural luce distinto y Biolcati, hoy tal vez el tambero más fuerte del país (envidiado, incluso, por el titular de Fiat, Cristiano Rattazi quien se inició en la actividad, hace unos años, en la zona de Tandil), es calificado por sus pares, y también por los funcionarios y los políticos, como un «duro», y un difícil negociador. Tal vez, son resabios de su pasado industrial (fue titular de Magnasco y presidió el CIL, Centro de Industria Lechera, que nuclea a las usinas lácteas del país). Así las cosas, habrá que lograr un nuevo equilibrio entre los cuatro en el que, tal vez, ahora el rol de componedor de Miguens, le toque a Llambías. Igual, ya hubo quien afirmó que «a Biolcati vamos a tener que contenerlo». Y ese tema cobra especial significación por el momento que se está viviendo, cuando la presión desde el interior comienza a hacerse sentir nuevamente y, cuando si no hay una buena lluvia que aplaque los ánimos, y que mantenga a la gente ocupada (con la siembra), va a ser difícil contener a las bases. Por otra parte, a Buzzi, el otro «duro» no le queda tampoco más remedio que mantener el rol crítico más activo (aunque fue oficialista durante buena parte del período de Néstor Kirchner), por un lado, porque los pequeños productores son los más perjudicados por la política oficial y, además, porque la presencia del titular de la FAA entrerriana, el combativo y carismático Alfredo de Angeli, no le deja margen.

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... que, aunque todo esto mantuvo algo distraídas a las entidades, igual el malestar creciente y la falta de espacio que condiciona cada vez más al secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, lo hizo finalmente abandonar el más ríspido y terminante estilo «Néstor» con que había asumido, y buscar uno más componedor. Al menos, eso pareció cuando este fin de semana salió a pedir el mantenimiento del diálogo y del trabajo en equipo, aunque sabe que, lamentablemente, ya es tarde, perdió casi dos meses, y difícilmente vaya a tener éxito. Y no sólo por la creciente inquietud de los productores, para la que evidentemente no tiene respuesta (por caso, los jaqueados criadores, ya están pagando $ 200 por los rollos, en muchos casos tiene que comprar el agua para la hacienda, y hasta la tonelada de sal está costando $ 1.800, y todo para ganado que no tiene precio, o que se compra a valor vil aprovechándose de la desesperación de los productores por la seca), sino porque ni siquiera logra disciplinar a su propio equipo mínimo y, menos aún, a su supuesto subordinado, Ricardo Echegaray, titular de la ONCCA que el día de la reunión con la Mesa de Enlace, manejó 70% del encuentro, y no justamente simplificándole las cosas a su jefe, ya que todos salieron bastante malhumorados. Por eso, no extrañan los crecientes comentarios en la sede de Paseo Colón, donde se escucha hablar de «pocas ideas», de que «el programa del INTA (base del que Cheppi le ofreció a la Presidente al asumir) ya está agotado y no hay quién le sume cosas»; de los « desplazamientos de personal de carrera, por gente nueva, de confianza»; y hasta de algunos casos de agentes que habrían sido claves, hace unos años, para detectar desvíos de fondos de un organismo autárquico, y hoy son «congelados» en algún rincón de Agricultura.

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