Medidas oficiales destruyeron negocio ganadero, y además provocaron precios altos para
consumidor y bajos para el productor, aseguró la Sociedad Rural.
La producción de carne vacuna corre el riesgo de desaparecer por las continuas restricciones que desalientan la inversión y promueven la liquidación de hembras y del rodeo en general.
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Los criadores afirman que trabajan a pérdida. En todas las regiones del país, sus costos de producción de terneros superan a sus ingresos. A esta crisis se suma la fuerte sequía que hasta el momento ha provocado la muerte de medio millón de cabezas, sostuvo la Sociedad Rural.
Las continuas intervenciones gubernamentales en el mercado de carnes y las interminables restricciones para exportar han destruido el negocio ganadero y perjudicado nuestra imagen en el mundo como proveedor confiable de alimentos. Como resultado de las medidas implementadas, lo único que se ha logrado es que aumente el precio de la carne al consumidor y que disminuya el precio al productor, generándose una transferencia de recursos dentro de la cadena de la carne que expulsa de la actividad al criador, afirmó la entidad que dirige Luciano Miguens.
Las medidas cortoplacistas sólo provocarán caída en la producción y la desaparición de miles de productores. Hoy, el productor recibe por sus novillos el mismo valor que en enero de 2003, mientras la inflación en los insumos y servicios, más los aumentos de salarios, hacen difícil el desarrollo de esta actividad, dijo la Rural.
La falta de una política de largo plazo que impulse a la producción sacará a la Argentina-del mercado mundial y la transformará en los próximos años en importadora de carne de países que hoy son nuestros competidores. Por eso es perentorio eliminar las restricciones vigentes y estimular la producción de carne vacuna. Tenemos un gran potencial que hoy se está desperdiciando, finalizó la entidad.
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