30 de septiembre 2008 - 00:00

Sequía y esquema de precios jaquean producción regional

Ajo, pimiento y caña de azúcar son algunas de las producciones regionales que no sólo sufren la falta de lluvias, sino elefecto de precios que no hacen rentables sus negocios.
Ajo, pimiento y caña de azúcar son algunas de las producciones regionales que no sólo sufren la falta de lluvias, sino el efecto de precios que no hacen rentables sus negocios.
La histórica sequía que afecta esta temporada al campo argentino no sólo perjudica a las grandes producciones agroganaderas de la Pampa Húmeda, sino que también lo hace con particular fuerza en las zonas marginales del interior, dedicadas a cultivos y producciones de carácter regional.

La falta de agua -cuyos efectos no serán revertidos por las precipitaciones de estos días- se instaló en un contexto que ya no era nada favorable para sectores como la caña de azúcar, pimientos, ajo, cebolla, algodón, apicultura o ganadería de invernada, por caso, cuyos productores denuncian ser víctimas de bajos precios de venta y de falta de regulaciones.

Surgen, además, situaciones puntuales en zonas ganaderas donde las pérdidas son muy fuertes. Por caso, en Carmen de Patagones, al sur de Buenos Aires, la mortandad de bovinos ya supera 30%. Se trata del único distrito de la Patagonia norte donde se realiza invernada. Los problemas climáticos no permitieron implantar pasturas, mientras que el costo de alimentación de vacas ya supera el valor de los terneros. Durante 2008 sólo se acumularon en esta región entre 125 y 150 milímetros de lluvias hasta la segunda semana de este mes.

«Hasta el momento hemos gastado alrededor de $ 450 por vaca. Hoy el precio de mercado de la cría es aproximadamente igual al de 2005, entre $ 3 y $ 3,5 por kilogramo. Si tomamos un ternero de destete, de 140 kilos, se estarían cobrando $ 455, es decir que la parición ya la tenemos comprometida», señaló el productor local José Luis Zara.

Un dato que sobresale en esta zona de invernada es la reducción de vientres. A principios de este año, el número de vacas era de 23.904, pero los datos de vacunación de este mes revelan que este número se redujo a 11.760. Aun así, la zona no fue incluida bajo la figura de «desastre agropecuario nacional». El partido de Patagones incluye a la región homónima y las localidades de Stroeder, Villalonga y Pradere, que concentran unas 272 mil cabezas vacunas.

En el Nordeste la situación también es muy compleja. Los medianos y pequeños productores están muy golpeados por las medidas del gobierno nacional y el gran avance de la soja. En el caso del algodón, en los últimos cinco años, la siembra cayó de 1 millón de hectáreas a 250 mil. Tal vez este año, como la sequía hizo perder girasol y maíz, crezca un poco el algodón, según explicó Rolando Zieseniss, titular de la FAA de la Región I (Chaco, Formosa, Norte de Santa Fe, Misiones y Corrientes).

«Alrededor de unos 20 mil productores medianos y pequeños -35% del total- están yendo a la quiebra», aseguró Zieseniss. A su vez, en ganadería, hubo alta mortalidad y menor número de pariciones. Recién en dos años se podrían recuperar los rodeos. Sobre 2,3 millones de cabezas en Chaco y 1,7 millón en Formosa, se perdería este año 20% por muerte. La crisis genera venta y alquiler de campos. Hay avance de compradores de grandes extensiones de tierra, que en general tienen como objetivo la siembra de soja o proyectos inmobiliarios.

Por su parte, Juan Carlos Oldani, director de la FAA del Distrito 2 (Noroeste de Córdoba), señaló que la sequía golpea en la zona sobre un panorama de por sí desfavorable, que ya incluyó la desaparición de unos 100 mil pequeños productores desde los 90. En esta región se pasó de 5.000 hectáreas de algodón a 300 en la actualidad. La cebolla y el ajo abarcaron 1.500 hectáreas, pero ahora no llegan a 100. «Los pequeños productores hoy refuerzan la periferia de las grandes ciudades», indicó Oldani.

En el caso de la caña de azúcar, en el NOA y el NEA, los productores cañeros se enfrentan a la concentración del negocio por parte de los ingenios. El precio de la bolsa de azúcar más IVA es de $ 56 y los costos de producción de una hectárea son de $ 1.600 para obtener alrededor de 76 toneladas de caña. El cañero gana aproximadamente $ 1.000 por hectárea, según conclusiones surgidas del Congreso de la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), realizado recientemente en Tucumán.

Para los pimientos, en tanto, la crisis se da en gran medida por falta de regulaciones o bajos precios. En la Argentina se cultivan por año alrededor de 13 mil hectáreas de pimiento rojo con una producción de 65 mil toneladas. Esta economía regional está amenazada por el ingreso de pimentón adulterado proveniente de terceros países en cantidades que triplican la producción nacional, la que se desarrolla en los valles de Lerma (Salta) y Calchaquíes (Salta, Tucumán y Catamarca), donde la población local vive de este cultivo, junto a la vid y los nogales.

La apicultura también atraviesa un momento delicado. En La Pampa, el gobierno debió destinar 380 toneladas de azúcar para alimentar unas 127 mil colmenas ubicadas en la zona sur de la provincia.

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