8 de diciembre 2022 - 00:00

Destituyen y arrestan a Castillo en Perú tras un fallido autogolpe: Boluarte asumió la Presidencia

El exjefe de Estado disolvió el Congreso y decretó un estado de excepción cuando los legisladores se aprestaban a votar una moción para destituirlo. La Fiscalía anunció que evalúa la prisión preventiva.

FUTURO. Medios locales difundieron una foto de Pedro Castillo en una comisaría luego de ser detenido. La crisis causó alarma en la comunidad internacional, que llamó a respetar la democracia.
FUTURO. Medios locales difundieron una foto de Pedro Castillo en una comisaría luego de ser detenido. La crisis causó alarma en la comunidad internacional, que llamó a respetar la democracia.

Lima - Dina Boluarte se convirtió ayer en la nueva presidenta de Perú, la primera mujer en ocupar el cargo, después de que el Congreso destituyera a Pedro Castillo, que horas antes había anunciado la disolución del órgano legislativo, en una medida calificada como “golpe de Estado” por diversos sectores del país.

“Como todos conocen, se ha producido un intento de golpe de Estado, una impronta promovida por Pedro Castillo, que no ha encontrado eco en las instituciones de la democracia y en la calle”, dijo Boluarte, que ocupaba la vicepresidencia del país desde julio de 2021, al hablar ante el Congreso durante su juramentación. La abogada, de 60 años, pidió en su discurso una tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional, con un “gabinete de todas las sangres”. Durante su exposición, dijo querer culminar con el mandato y no habló de convocar nuevas elecciones. Poco después ingresó al Palacio del Gobierno.. Según medios locales, el saliente mandatario se encontraba detenido .

El Congreso de Perú, dominado por la derecha y enfrentado con el mandatario de izquierda desde su asunción, adelantó ayer unas horas la sesión donde tenía previsto tratar la tercera moción de vacancia (destitución) contra Castillo desde que asumió, por “incapacidad moral permanente” derivada de supuestos hechos de corrupción, una figura constitucional que ya desembocó en la salida de dos mandatarios desde 2018.

Para remover a un presidente, la Constitución de Perú exige 87 votos, una cantidad de la que en principio no disponía la oposición, pero la decisión de Castillo de disolver el cuerpo cambió radicalmente el panorama y finalmente la destitución del mandatario cosechó 101 voluntades.

La decisión de Castillo de disolver el Congreso y decretar un estado de excepción fue considerada como un “golpe de Estado” por congresistas de varias bancadas, que de inmediato trazaron un paralelo con el autogolpe que protagonizó el expresidente Alberto Fujimori en 1992, cuando disolvió el Congreso.

Por su parte, el procurador general del Estado, Daniel Soria, anunció que interpondrá una denuncia penal contra Castillo, al que acusa de “violar flagrantemente la Constitución”. La posibilidad de que Castillo, un profesor rural de 53 años sin partido político, decidiera el cierre del Congreso ante la posibilidad de una destitución había sido desestimada por el mismo mandatario la semana pasada.

“Ratifico mi compromiso con la democracia, el Estado de Derecho y la Constitución, y rechazo profundamente que mi gobierno esté tramando un cierre del Congreso para evitar una vacancia”, escribió el sábado en Twitter.

Sin embargo, horas antes de que el Congreso se reuniera para debatir el pedido de vacancia, el mandatario dio un mensaje televisado en el que anunció la disolución del órgano legislativo, declaró un “Gobierno de excepción” y un “toque de queda a nivel nacional”.

Castillo convocó “en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses. A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso, se gobernará mediante decretos ley”.

El presidente acusó al órgano legislativo de “destruir el Estado de derecho, democracia y equilibrio de poderes”. Alonso Cárdenas, uno de los principales politólogos del país, dijo que “no hay ninguna figura legal que ampare lo que hizo el presidente. La Constitución es clara en que para disolver el Congreso se necesitan dos negativas a mociones de confianza, como hizo Vizcarra, que en este caso no se da”.

En un comunicado conjunto, las Fuerzas Armadas y la Policía de Perú emitieron hicieron referencia la única causa por la que un mandatario puede disolver el Congreso, que es “si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros”, lo que no ocurrió en este caso. “Cualquier acto contrario al orden constitucional establecido, constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las FF.AA. y Policía Nacional”, señalaron.

La crisis política en Perú llevó a que EE.UU. y la mayoría de las naciones de América Latina expresaran su “preocupación” y solicitaran a los poderes peruanos que encuentren una solución por la vía democrática.

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