9 de diciembre 2019 - 00:00

Abrazo antigrieta por llamado de la Iglesia

Alberto F. y Mauricio Macri, en pose conciliadora en el Día de la Inmaculada Concepción de María, en misa "por la Patria".

Juntos. Juliana Awada, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Fabiola Yañez encabezaron ayer la misa en Luján por el día de la  Inmaculada Concepción.

Juntos. Juliana Awada, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Fabiola Yañez encabezaron ayer la misa en Luján por el día de la  Inmaculada Concepción.

Gestual, Alberto Fernández, mostró su perfil más moderado ayer frente a quien fuera su rival en las urnas y remarcó la intención de demostrar en las imágenes que no concilia con la grieta. Se abrazó a Mauricio Macri y, en primera fila, le cedió un vaso de refresco en la jornada cálida al aire libre. Respondió así al pedido de la Iglesia que, para que se concrete, hilvanó los detalles, desde el lado del albertismo, Guillermo Oliveri. Ese futuro funcionario arrancó, informalmente de esa manera, su cargo de secretario de Cultos que reasumirá el martes, ya que lo fue por doce años en el gobierno kirchnerista.

Es que el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, recurrió a Oliveri para anunciarle, hace días, que querían invitar tanto a Alberto como a Macri a la “misa por la Patria”, con homilía ofrecida por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Scheinig, en el día de la Inmaculada Concepción de María y la Eucaristía a cargo de Ojea. No era poco: la jornada sería “por la Unidad y la paz”.

No hubo mucha deliberación para que Alberto F. contestara que sí a la invitación y, luego, confirmó Macri. Eso sí, cada uno iría con séquito propio, unos de un lado, otros de otro, todo ordenadamente, como ocurrió. Todo lo puntearon Oliveri con Ojea y también el futuro jefe de ceremonial de Alberto F, Gustavo Navarro.

En la previa, ayer mismo, se encontraron y conversaron con los obispos, hasta que comenzó una caminata por un camino vallado para llegar al escenario-altar.

De paso, Alberto F. se anotó un punto más de diferenciación con Cristina de Kirchner, aunque, claro, las razones de uno y otro se distancian infinitamente. Pero, una escena semejante entre Cristina y Macri, con cortesías que parecieron espontaneas y abrazos en más de una ocasión, se imaginan solo por milagro. Sin embargo, para algunos, el abrazo sonriente quizá fue demasiado.

Para otros “se empezó a construir un puente que no se va a derribar. No muros”, como apreció entre los asistentes, Eduardo Valdes, un invitado del grupo selecto que acompañó a Alberto F. al almuerzo, luego de la ceremonia.

En otro sentido, desde hace dos años, cuando fue a visitar al Papa, la relación de Alberto F. con la Iglesia es buena. Inclusive “muy franca” califican con los llamados “curas villeros”, como el obispo Gustavo Carrara.

Como fuere, el Presidente electo mostró su más clara evidencia de proponerse una confrontación moderada, llegado el caso y, en definitiva una relación respetuosa con su por ahora principal opositor.

Así, se vio a Macri acompañado por Juliana Awada, ataviada de blanco, junto al presidente electo acompañado por Fabiola Yañez, de vestido negro con estampado florido, en la primera fila del acto que se realizó en la explanada de la Basílica de Luján. Estuvieron funcionarios y futuros funcionarios.

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“Para seguir construyendo esta Nación bendita necesitamos de todos. Nadie sobra en esta construcción...”, afirmó el arzobispo Scheinig, en la homilía de la Misa por la Patria y realizó un llamado a la unidad, a desterrar el odio y a asumir la opción por los pobres. “En este día de la Virgen, nos pareció oportuno invitar a rezar por la Patria. Y hacerlo en este lugar tan querido para nuestro pueblo argentino, el santuario de Luján, en medio de una peregrinación en la que tantas personas se acercan para agradecer, pedir, o prometer”, explicó monseñor Scheinig.

“No somos ingenuos, no creemos que una celebración sea la solución de los problemas, pero estamos seguros que este gesto que estamos realizando juntos, habla por sí mismo y deseamos que en estos días históricos y con la ayuda de lo Alto, se convierta en una puerta para entrar en esta nueva etapa, con sinceros anhelos de unidad y de paz”, afirmó. Tras la misa, Alberto F. fue con un grupo chico a comer asado a Estilo Campo, en Puerto Madero. Lo acompañaron Fabiola, Valdés, Oliveri, Juan Manuel Olmos (futuro jefe de asesores) y Julio Vitobello (futuro secretario general de Presidencia).

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