9 de junio 2022 - 08:31

BID: el nearshoring puede aportar u$s 4.000 millones en exportaciones a la Argentina

Se debate una propuesta, en el marco de reunión de jefes de Estados de América, que podría generar u$s 78.000 millones para la región en nuevas exportaciones de bienes y servicios. En el caso de la Argentina, especialistas ven que esta oportunidad podría venir por el lado de la energía y los granos.

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En el marco de Las Cumbres de las Américas, reuniones que, desde su creación en 1994, tuvieron como lema principal cómo incrementar las relaciones comerciales e inversiones entre los países del continente, apareció el concepto de nearshoring, el cual se refiere a mecanismos por el cual las empresas transfieren parte de su producción a terceros, en otros países, pero en destinos cercanos y con similar zona horaria.

En un contexto de reconfiguración de las cadenas globales de suministro, el cambio climático, la creciente digitalización de la economía y cambios en el sistema global de comercio desatados por la pandemia y la guerra en Ucrania, el Banco Interamericano de Desarrollo presenta los beneficiosos que puede generar este mecanismo en países de América Latina y el Caribe.

Según el BID, la ganancia potencial para América Latina y el Caribe, por las oportunidades de nearshoring en el corto y mediano plazo podrían representar hasta u$s 78.000 millones, en términos de nuevas exportaciones de bienes y servicios con importantes oportunidades para la región en la industria automotriz, textil, farmacéutica y energías renovables.

En el caso de la Argentina en particular, se desprende de la información analizada por el BID que el potencial incremento de las exportaciones podría rondar los u$s 4.000 millones, entre los resultados de corto y mediano plazo.

Federico Vaccarezza, especialista en relaciones económicas internacionales, señaló que “para la Argentina se abre una oportunidad en dos sectores clave, la energía y los cereales. Las exportaciones de Rusia de alimentos y energía eran muy fuertes hacia los países de Europa, por lo que el proyecto de energía puede permitir cubrir parte de la demanda de los países desarrollados que previo a la guerra cubría la oferta rusa. Asimismo, por el lado de los alimentos y granos, ya que Rusia y Ucrania abastecía un 25% de toda la oferta mundial de cereales. En este caso, la Argentina es un socio más confiable, más previsible y que brinda un diálogo más equilibrado que Rusia, políticamente hablando”.

El BID señaló que la información fue entregada a los altos representantes de gobiernos y empresas del hemisferio que se reunieron de cara la Cumbre de las Américas para analizar opciones para aprovechar las oportunidades que se presentan en este contexto.

Por su parte, Mauricio Claver Carone, presidente del BID, dijo que “las crecientes preocupaciones ambientales, sumadas a la crisis sanitaria y la reciente guerra de Rusia en Ucrania, han generado un contexto donde la región puede aportar a la economía global y al combate contra la inflación mediante una mayor participación en las cadenas globales de suministro, de manera sostenible y equitativa”.

En este sentido, para que la región pueda aprovechar esta oportunidad que se abre, el BID propone que los países trabajen en estrategias de inversión, infraestructura e integración, con el objetivo de mejorar la conectividad, comercio, transporte logístico y profundizar la integración regional para ofrecer un mercado ampliado y competitivo.

Sobre este punto, Vaccarezza agregó: “la globalización de la década de los 90 de integrar Asia en la economía mundial y dejar a América Latina únicamente en su rol de exportador de materias primas, terminó. A pesar de que trajo muchos beneficios hacia las empresas, el ascenso de China y el aumento de la dependencia de los países en vías de desarrollo hacia el gigante asiático llevó a esta decisión de relocalizar y volver a mirar hacia América Latina. No obstante, vale aclarar que la relocalización desde Asia hacia países en vías de desarrollo va a depender mucho de la oferta de factores que estos países alternativos tengan para los países que se relocalizan. Argentina tiene que tener factores tecnológicos para aprovechar dicha oportunidad, esto va a llevar tiempo de adaptación en la economía global, pero marca una nueva etapa que recién está comenzando”.

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