"Haciéndole el aguante en las últimas ruedas...», definía el sudoroso operador cómo había resultado el primer mes, de un ejercicio que promete dar bastante trabajo para extraerle la ganancia al mercado de riesgo.
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La semana llegaba al viernes tambaleante, con la única premisa de dejar saldo a favor en el Merval y a pesar de una fecha que reconoció piso de «543», solventado con una curiosa reacción final que lo «retocó» a casi «549» y dejando apenas una pérdida de medio por ciento. Con esto, el último tramo se vio rebajado en 1,5%, al nivel de lo que sufrió el Bovespa y algo más que el Dow Jones...
El primer período mensual quedó a saldo por lo recogido en la primera quincena, donde el índice se acomodaba hasta cerca de 15% por arriba del cierre de 2002. Lo demás fue un perder terreno, con ligeras reacciones, y justamente a partir de la rueda donde se informaba del «acuerdo»: se produjo un quiebre de tónica, ya no pudiendo enderezar hasta clausurar enero con un recinto falto de órdenes, pero peor que esto: pleno de incertidumbres y desconciertos, por la bruma que envuelve a la inversión en todo el orbe, pero sin faltar los acostumbrados puntos suspensivos locales. Apuntándole a los ganadores, hubo regias diferencias, en pequeño grupo de plazas. Pero, el global apenas dio 5% escaso, perdiendo cerca de 10% respecto de la primera parte. Y febrero, en las estadísticas, es un mes difícil, proclive aquí a ser más de los «osos», que de los «toros». Cuidado.
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