Una medida de la Comisión Nacional de Valores (CNV) publicada el viernes forzará a los administradores de fondos comunes de inversión (FCI) de mayor riesgo a reorientar parte de la liquidez que tenían depositada en otros fondos de muy corto plazo, conocidos como money market. Según confirmaron a Ámbito fuentes oficiales, el monto en cuestión es de algo más de $25.000 millones. La medida fue leída en el mercado como un intento del Ejecutivo por llevar esos pesos hacia las colocaciones de deuda del Tesoro, que enfrenta un desafiante calendario de vencimientos. En el Gobierno, matizaron esa interpretación y hablaron de objetivos técnicos para evitar el solapamiento entre instrumentos financieros que tienen distintas finalidades.
Fondos de inversión deberán reorientar unos $25.000 millones; más recursos para Economía
El mercado lo leyó como un intento por llevar pesos a las colocaciones del Tesoro, aunque de escaso impacto. En el Gobierno hablan de una medida técnica para evitar solapamiento entre instrumentos.
-
Estafa piramidal en San Pedro: ¿qué se investiga en el caso Rainbow Exchange?
-
La estafa piramidal de San Pedro y los desafíos de las nuevas regulaciones a los criptoactivos
La Resolución 887 publicada en el Boletín Oficial estableció que los fondos T+1 (que tienen como destino pautado invertir en títulos públicos, corporativos, acciones o una combinación de estos) podrán destinar solo hasta el 5% de su liquidez a fondos T+0 o money market (que suelen apalancarse en plazos fijos o cuentas remuneradas). La norma entrará en vigencia el 21 de mayo, por lo que habrá tres semanas para la adecuación.
Fuentes de la CNV explicaron esta regulación impactará en un sector acotado de los FCI. Señalan que los fondos money market, que representan la mitad de los $2 billones que administra la industria en su conjunto, no deberán adecuar sus inversiones. Y que dentro del resto, sólo el segmento de renta fija (títulos de deuda) está excedido en un punto del nuevo tope a pesar de que hasta ahora no existía ningún límite para reinvertir en otros fondos T+0. “Son sólo nueve los FCI que deberán adecuarse de un total de 590”, remarcaron.
“Lo que se pretende es que un fondo no termine sobreinvertido en otro fondo, como ocurre hoy. Es una medida de ordenamiento de la liquidez de la industria. Se busca garantizar la correspondencia entre tipo de cliente (el inversor que pone la plata), la política de inversión del vehículo y el mandato que el vehículo tiene. Un inversor de renta fija entiende que ese dinero se invierte en productos que dan determinada rentabilidad, con determinado riesgo. Si no, pondría la guita en un money market (que es un producto para el inversor de corto plazo, las Tesorerías de las empresas que tienen recursos ociosos de corto plazo)”, argumentó una importante fuente de la comisión ante este diario. Respecto del destino de los pesos a reasignar, señaló: “Seguirán dentro del área de liquidez: productos bancarios, instrumentos de corto plazo con baja volatilidad. Cada fondo verá cómo reasigna”.
Con este panorama, la lectura predominante en el mercado fue que la medida apunta a volcar un mayor flujo de liquidez a las licitaciones del Tesoro que, a pesar de haber cosechado el roll over buscado en el primer cuatrimestre, vivió un proceso no exento de dificultades y afrontará un cronograma de vencimientos muy abultado en los próximos meses. Pero se espera un efecto acotado por el magro volumen de pesos a reorientar.
“El impacto es muy limitado porque la medida apunta a que los fondos T+1 no tengan liquidez en fondos T+0. La intención oficial es que los fondos T+1, que tienen liquidez, no la usen para ir a fondos T+0 sino que vayan a letras. Que un fondo T+1 sea realmente un fondo todo de bonos o letras”, analizó Santiago López Alfaro, presidente de Patente de Valores.
Por su parte, Juan Ignacio Paolicchi, economista de Empiria, consideró que se trata de “una medida extraña dado que liberaría fondos que apenas equivalen a lo que se coloca en una letra de una licitación puntual”. Y agregó: “Es una medida que hace ruido y es innecesaria. Con mejorar la tasa, los fondos automáticamente empezarían a ir a los instrumentos del Tesoro”.
Sin embargo, en el Palacio de Hacienda relativizaron esa posibilidad. Consultados por Ámbito, remarcaron que la resolución solo ordena redistribuir una parte del margen de liquidez que por las normas de la CNV deben tener todos los FCI. Por ende, ese flujo no podría ir de forma directa a títulos del Tesoro, sino que debería canalizarse hacia instrumentos como cuentas remuneradas, plazos fijos u otros similares.
De concretarse este tipo de movimiento, algunos operadores advirtieron sobre el riesgo de que el flujo genere una baja del tipo de interés que otorgan los bancos por las colocaciones mayoristas y que esto desincentive las inversiones financieras en pesos, con un potencial costo en materia cambiaria. “Salvo cuando el dinero viene de un fondo money market, los bancos tienen que pagar encajes por el dinero que colocan los FCI. Entonces, la tasa que pagarán a quienes dejen la plata será más baja”, apuntó Paolicchi.
Otros operadores, en cambio, señalaron que es difícil que eso ocurra porque el Banco Central le pone un piso a las tasas de colocación y no es previsible que lo baje.
Dejá tu comentario