Una rueda que mostró aristas salientes de todo tipo, en lo que está más en superficie -el andar de los precios- dio efectos similares a cuando tocaron fechas alcistas. Nada más que ahora el proceso trabajó igual, pero con signo cambiado. La nota del índice la dio el hecho de haber perforado el piso del 1.900, perdiendo todo ese tramo que en el impulso la había hecho acomodar como para ya apuntarles a los fantásticos «2.000» puntos. Como una señal de que todo debe volver a rearmarse, el mercado local repitió rueda contraria y hasta un mínimo de 1.881 puntos, mejorado al cierre,para concluir en 1.896. Esto dejó porcentaje negativo de 0,9% casi, mientras los mercados comparables actuaban de modo disperso. El indicado de San Pablo decayendo cerca de 0,5% y el Dow con cierto repunte, de porcentual parecido. Lo que sucedió ayer fue un decrecer notorio en la plaza esencial de Tenaris, con 2,2% de retroceso, también con baja en Bansud -de 1,4 por ciento- y que no pudo ser conjurada por algunos otros papeles con aumentos. El sobrepeso en el ponderado resultó factor de lastre que tiñó al Merval en su conjunto.
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En esta ocasión, la baja de la principal se hizo con un volumen que no se contrajo demasiado, 457.000 acciones, y denotando una corriente fuerte de ventas.
En cuanto al monto total del sector, estuvo en los $ 84 millones -también ampliando, en vez de achicar y con el dato singular de representar 20% de los totales generales: ergo, hubo contracción en lo que hace a las demás especies, de renta fija. Un filtrado a fondo de la gran líder, que coloca un punto de interrogación para la clausura semanal. Y si sigue nublada, es probable que prosigan las goteras del Merval.
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