12 de octubre 2007 - 00:00

Cupones bursátiles

No nos equivoquemos, todos los grupos foráneos que compran compañías locales cotizantes y, a cierto lapso, las retiran de nuestros paneles: no son remisas a cotizar en Bolsa. Lo hacen en otros países, en el de origen, o en el propio NYSE. Saben de las posibilidades que da el mercado bursátil, lo utilizan para emitir y fondearse (y salir a comprar más sociedades en distintas partes). El asunto es que demuestran que no quieren estar en la oferta pública de la Argentina. Pongan excusas, sean diplomáticos con sus argumentos, digan lo que quieran... la verdad es una sola. Prefieren hacer el esfuerzo y barrer lo que hay en el mercado, con tal de pasar a la privacidad absoluta. No es porque precisen tener el control comprando porciones minoritarias, lo obtienen al tomar el paquete principal. En general, cuando una empresa cotizante se vende y uno pregunta de entrada a los nuevos poseedores le contestarán que no tienen ninguna intención de salir de la cotización. A menos, claro, que lo hagan todo de una y lancen la OPA junto con la adquisición principal. Corrido cierto tiempo, comienzan las primeras versiones en el ambiente. La Bolsa solicita información oficial, en relación con las versiones que suelen estallar en los medios. Y en principio surgirán respuestas laxas, donde nadie de la compañía parece saber algo al respecto. Ya que la CNV se ha puesto a indagar ciertas cuestiones, bien podría chequear esas respuestas vacuas que se envían: cotejándolas con fechas donde existieron formales negociaciones y que se negaron completamente.

Por momentos parece que a nuestro mercado tan raído, hasta le toman el poco por todos lados. Después del intercambio epistolar con la Bolsa, poco más de agua corre bajo el puente y aparece la carta con la novedad sin apelaciones.

Todavía no se dejó de hablar de Acindar, cuando cayó lo de Alpargatas. Y si hablamos de emblema bursátil por la primera, que venía de la época del 40 del siglo pasado, qué decir de una Alpargatas que -junto con el Banco Francés y algunas otras ya desaparecidas-resultó de las primeras acciones listadas de la historia. Cierto es que Alpargatas anduvo caminando por el alambre hasta no hace mucho, en intensa terapia intensiva empresarial. Pero se la veía más recompuesta, desde lo operativo, como para recobrar parte de su gloria perdida. Y es otro símbolo de nuestro mercado que dejará el vacío, no reemplazable con alguna otra nueva que se integra. Y lo que mencionamos días atrás, acerca de que nuestro ambiente solamente encuentra el colorido, a través de acertarle a la próxima que pague un premio por retirarse de la Bolsa, tuvo ya dos casos en un mes. ¿Quién será la próxima?, tire y pegue. ¿Se puede hacer algo ante esto? Pues, solamente recrear un mercado que sea atractivo. Con gobiernos que lo quieran ver crecer. O la sangría seguirá, hasta secarnos.

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