Pasadas las elecciones y despejada una parte del ruido que predominó en el mercado durante las últimas jornadas, todas las miradas se enfocaban en el dólar. Buena parte de los inversores apostaba por un rápido abandono del esquema cambiario y un pronto salto devaluatorio, y el Gobierno envió señales para mostrar que sostiene su estrategia. En la primera rueda poselectoral, el Banco Central desaceleró el ritmo diario de depreciación del tipo de cambio mayorista, aunque aflojó la intervención sobre los dólares financieros. En paralelo, la Comisión Nacional de Valores (CNV) anunció una nueva restricción para la operatoria del CCL y el MEP “intervenidos” con la que busca reducir el drenaje de reservas por esa vía y canalizar el uso del poder de fuego del BCRA en la plaza oficial.
El Gobierno sostiene su estrategia en el dólar oficial y limita más el financiero para cuidar las reservas
Tras el 14-N, el mercado aflojó la demanda de cobertura y la presión se tomó un respiro. El Gabinete económico reafirma que no devaluará. Medida de la CNV para moderar la intervención del BCRA.
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Fuentes oficiales le dijeron a Ámbito que el Gobierno sostendrá el sendero pautado para el tipo de cambio oficial que incluyó Martín Guzmán en el proyecto de Presupuesto 2022 y que cuenta con los instrumentos para hacerlo. “El rumbo no incluye una devaluación ni un salto, como algunos quieren impulsar”, ratificaron cerca del ministro.
Tras los comicios, el anuncio de Alberto Fernández de que enviará al Congreso un programa económico plurianual con el que encarará el último tramo de la negociación con el FMI y las primeras señales del lunes, la presión devaluatoria se tomó un respiro. El mercado había apurado antes del 14-N la compra de distintos instrumentos de cobertura cambiaria, en una apuesta por una aceleración abrupta del ritmo de depreciación. Ayer esa demanda aflojó y retrocedieron las cotizaciones financieras “no intervenidas” (alrededor de 3% hasta algo menos de $210), los bonos dólar linked (cerca de 2%) y las tasas implícitas en los contratos de futuros (1.000 puntos básicos en promedio).
“El mercado llegó a las elecciones muy comprado en cobertura tanto MEP/CCL como en tipo de cambio oficial. Especialmente en los tramos cortos, cubriéndose de un escenario de una devaluación descontrolada o un cambio de régimen en el mercado de cambios apenas pasaran las elecciones y eso hoy no se vio en los precios. De hecho, el BCRA deslizó apenas unos centavos el dólar spot. Entonces, esa demanda de urgencia desapareció”, señaló Nicolás Rivas, trader de BAVSA.
En ese sentido, la señal que la entidad que preside Miguel Pesce le envió al mercado fue una desaceleración del ritmo de devaluación diaria. Ayer, vendió en la plaza oficial u$s35 millones para convalidar un alza del dólar mayorista de sólo 5 centavos hasta los $100,27, la menor suba para un comienzo de semana desde octubre de 2020.
Retoque del cepo
Como contrapartida, aflojó la intervención que el Central venía realizando de forma diaria sobre los dólares financieros operados con bonos bajo legislación local, cuya cotización se ubicaba unos $30 por debajo del CCL “no intervenido” (que se negocia con acciones o en operaciones bilaterales) tras las últimas regulaciones implementadas y antes de las elecciones. Ese accionar implicó una creciente presión sobre las reservas en las últimas semanas. “Hoy (por ayer) se vio mucha menos intervención en el MEP/CCL intervenido, de hecho lo dejaron correr de $184 a $188.80”, consideró Rivas.
Eso llevó a algunos operadores a pensar que la nueva táctica sería intentar una unificación de los dólares financieros para ir hacia un solo MEP y un solo CCL de cara al acuerdo con el FMI. Sin embargo, terminada la rueda, la CNV anunció un nuevo retoque del cepo a estas operatorias cambiarias realizadas con bonos bajo legislación local, es decir, el segmento en el que interviene el BCRA (fundamentalmente con el título AL30).
La resolución general 911/21, que se publicará hoy en el Boletín Oficial, mantiene el límite máximo de estas operaciones en 50.000 nominales semanales (unos u$s17.000) pero estableció que, para contabilizar ese tope, las ventas de esos títulos contra dólares “ya no podrán ser compensadas o neteadas con las compras de estos mismos activos con liquidación en moneda extranjera”. Según informó el organismo que preside Adrián Cosentino, la medida busca “reducir la volatilidad de las variables financieras y contener el impacto de las oscilaciones de los flujos financieros sobre la economía real, en el marco de la política económica actual”.
En concreto, el objetivo es reducir el monto con el que el Central interviene al final de cada rueda para contener la brecha, que durante la semana pasada rondó los u$s30 millones diarios. “Muchos compraban al inicio de la rueda y luego le vendían sobre el cierre al BCRA, y eso le hacía poner muchos dólares. Estimo que buscarán reducir el volumen de intervención”, señaló Rivas. De esta forma, apuntan a preservar las escasas reservas para sostener la política de administración del tipo de cambio oficial.
Crawling peg
En cuanto al mercado oficial, en distintos despachos del gabinete económico afirman que el crawling peg (depreciación administrada) se sostiene en función de la estrategia para moderar la inflación y de las pautas presupuestadas. Y que en las negociaciones con el FMI no está en discusión el esquema cambiario. También aseguran que no se discutió dentro del Gobierno un desdoblamiento y que las versiones que circularon al respecto formaron parte del ruido preelectoral.
Los funcionarios sostienen que el mercado presiona para consolidar ganancias por sus apuestas a una devaluación que el Gobierno no está dispuesto a realizar porque un salto cambiario retroalimentaría la inflación, obturaría la recuperación económica y agudizaría aún más la situación social. Y consideran que, aunque son escasos, hoy hay más dólares líquidos que los que había el año pasado, cuando también se evitó un salto cambiario. Mientras tanto, quienes liquidaron pesos la semana pasada a la espera de una rápida devaluación no hicieron un buen negocio.
En ese sentido, fuentes del BCRA le contaron a Ámbito que, ante esos movimientos, la entidad intervino en el mercado de Ledes “para garantizar el rendimiento de los instrumentos en línea con la política de armonización de tasas”. Durante la semana pasada, incluido el viernes, compró letras a una tasa nominal de entre 45% y 50% para evitar una mayor depreciación del valor del título. Ayer, con la recuperación del valor de las Ledes, vendió al 34% para evitar una caída de la tasa de interés de corto plazo.
Con todo, en el mercado persisten las dudas sobre la continuidad del esquema cambiario. Pese al respiro de hoy, Rivas planteó que el dólar “va a seguir presionado” aunque auguró que “tal vez tenga un changüí de unas semanas hasta lo que podría ser un cambio en la política cambiaria en las vísperas de un acuerdo con el FMI”.
Por su parte, Alfredo Schclarek Curutchet, economista e investigador asociado a la consultora Equilibra, consideró que la reacción del mercado tuvo que ver con el anuncio del Presidente y “la ratificación de Guzmán”. “Eso le baja la probabilidad a que haya un salto cambiario discreto y es lo que está detrás de la fuerte baja de los futuros. Él dijo públicamente que no va a ocurrir un salto devaluatorio y hay suficientes dólares como para no tener que hacerlo. No sobran las reservas pero permiten seguir administrando el dólar oficial. Como no está atrasado, si hay un salto, subiría mucho la inflación. Pero tampoco hay margen para seguir atrasando mucho más”, señaló.
En ese marco, el analista espera que con el correr del tiempo el BCRA acelere un poco el ritmo de crawling peg, que hoy corre al 1% mensual contra un incremento de precios que supera el 3%. Por lo pronto, si el Gobierno mantiene el sendero presupuestado este año el tipo de cambio oficial cerrará a un promedio mensual de $102,40 en diciembre. Para 2022, el proyecto que comenzará a tratarse en el Congreso estipula una suba del 28% para terminar en $131,10, por debajo del 33% de inflación que prevé el mismo texto y mucho más lejos de la que anticipa el mercado.
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