12 de febrero 2009 - 21:25

El Gabinete, un karma para Obama: dimitió otro candidato a secretario de Comercio

Otros tiempos: el presidente Barcak Obama junto al senador Judd Gregg.
Otros tiempos: el presidente Barcak Obama junto al senador Judd Gregg.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sufrió un nuevo y serio revés en la composición de su gabinete con la renuncia del republicano Judd Gregg al puesto de secretario de Comercio citando "conflictos irresolubles" de opinión con el mandatario.

Gregg es el segundo candidato al puesto elegido por Obama que dimite incluso antes de ser confirmado por el Senado, después de la renuncia a principios de enero del gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, que está siendo investigado por su relación con una empresa que respaldó con fondos su campaña electoral y que tuvo rentables contratos en el estado que gobierna.

También renunció a la nominación como secretario de Sanidad el ex senador Tom Daschle, después de admitir que no declaró unos 128.000 dólares en concepto de impuestos durante tres años, principalmente por usar un coche y un chófer "regalo" de un multimillonario amigo demócrata.

Gregg citó específicamente diferencias irreconciliables con Obama en asuntos como el paquete de estímulo, en cuya votación se abstuvo el martes, y la reforma del censo para justificar su decisión. El senador por New Hampshire, de 61 años, debía ser el tercer republicano en el gabinete de Obama, junto a los secretarios de Defensa, Robert Gates, y de Transporte, Ray LaHood.

La renuncia de Gregg provocó la primera dura reacción desde que Obama jurase el cargo el 20 de enero. El presidente no hizo mención alguna al asunto en un discurso que pronunció en una fábrica de Caterpillar en Illinois, que comenzó minutos después de que se conociese la renuncia, pero sí lo hizo su jefe de prensa, Robert Gibbs.

Gibbs contrarrestó a través de un comunicado los argumentos de Gregg asegurando que fue el propio senador el que "ofreció su nombre" para el puesto tras la dimisión de Richardson, y que en las entrevistas previas con Obama "fue muy claro" en que "a pesar de pasados desacuerdos sobre políticas, apoyaría, abrazaría y avanzaría con la agenda del presidente".

El senador por New Hampshire reconoció que antes de aceptar el puesto hubo discusiones sobre "potenciales diferencias". "Pero desafortunadamente no enfocamos adecuadamente estas preocupaciones", sentenció Gregg también en un comunicado.

"Estamos funcionando desde diferentes puntos de vista en muchos asuntos críticos de política", agregó.

Gregg anunció que continuará su carrera política en el Senado. De esta manera cerrará el paso a la también republicana Bonnie Newman, a la que el gobernador de New Hampshire ya había designado para ocupar su escaño en la cámara alta.

La formación de su equipo de gobierno está originando enormes quebraderos de cabeza a Obama, después de haber designado a todos sus candidatos en un tiempo récord.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, también tuvo que pagar más de 40.000 dólares de impuestos atrasados para poder asumir el puesto. Y la confirmación de la secretaria de Empleo, Hilda Solís, está aplazada por el momento "sine die" (sin plazo) después de que se descubriese que a su marido se le abrió un expediente en California por impago de más de 11.000 dólares de impuestos.

Diferentes fueron los problemas que tuvo que pasar el fiscal general, Eric Holder, que se vio obligado a reconocer ante el Senado que cometió "errores" al autorizar el perdón presidencial de un conocido fugitivo al final de la administración de Bill Clinton.

En la presentación de Gregg como su elegido como secretario de Comercio, Obama lo describió como un "capaz y convincente" embajador para la economía estadounidense, y le encargó enviar el mensaje al mundo de que el país está "abierto a hacer negocios".

Gregg, por su parte, alabó el "extraordinario paso" que Obama dio al elegirlo, y prometió ayudar a poner al país "en marcha".

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