21 de febrero 2024 - 12:42

Emergentes en problemas: Banco Mundial advierte que deben crecer "mucho más rápido" para pagar deuda

El crecimiento mundial se espera que descienda al 2.4%, antes de repuntar al 2.7% en 2025, cifras considerablemente por debajo del promedio del 3.1% de la década de 2010.

Ante la posibilidad de una escalada del conflicto en Oriente Medio y otros riesgos, la reestructuración de la deuda podría convertirse en una realidad para algunas economías emergentes. 
Ante la posibilidad de una escalada del conflicto en Oriente Medio y otros riesgos, la reestructuración de la deuda podría convertirse en una realidad para algunas economías emergentes. 

El Banco Mundial emitió una advertencia contundente sobre la creciente presión que enfrentan las economías en desarrollo debido a los elevados costos de deuda, señalando un cambio drástico en la necesidad de impulsar un rápido crecimiento económico.

La reciente explosión en las ventas internacionales de bonos de gobiernos de mercados emergentes, alcanzando un récord histórico de u$s47,000 millones en enero, fue liderada por economías de menor riesgo como Arabia Saudita, México y Rumania.

Sin embargo, la preocupación surge a medida que algunos emisores de mayor riesgo se ven obligados a acudir a los mercados a tasas más altas. Un ejemplo destacado es Kenia, que recientemente pagó más del 10% por un nuevo bono internacional, superando el umbral considerado inasequible por los expertos.

"En lo que respecta al endeudamiento, la historia ha cambiado radicalmente. Hay que crecer mucho más rápido", advierte Ayhan Kose, economista jefe adjunto del Banco Mundial. Aunque no se refirió a países específicos, Kose subraya la preocupación ante tasas de interés elevadas, comparándolas con la inquietud que surgiría al tener una hipoteca con un interés del 10%.

Banco Mundial: el sustento de la alerta

La advertencia del Banco Mundial, publicada en su informe Perspectivas Económicas Mundiales en enero, proyecta los resultados más débiles en los últimos 30 años para la economía mundial entre 2020 y 2024, incluso si se evita la recesión. El crecimiento mundial se espera que descienda al 2.4%, antes de repuntar al 2.7% en 2025, cifras considerablemente por debajo del promedio del 3.1% de la década de 2010.

La desaceleración del crecimiento afecta especialmente a las economías emergentes, con un tercio de ellas sin experimentar recuperación desde la pandemia de COVID-19 y niveles de renta per cápita inferiores a los de 2019. Esto plantea desafíos significativos para los objetivos de gasto en áreas críticas como educación, salud y medio ambiente, según Kose.

Ante la posibilidad de una escalada del conflicto en Oriente Medio y otros riesgos, la reestructuración de la deuda podría convertirse en una realidad para algunas economías emergentes. Kose advierte que, si el crecimiento sigue siendo bajo, será difícil salir de este problema, y algunas naciones podrían verse obligadas a reprogramar vencimientos o negociar recortes con sus acreedores.

Aunque el G20 lanzó el Marco Común en 2020 para simplificar el proceso de recuperación de países sobreendeudados, los retrasos persisten, y naciones como Zambia enfrentan suspensiones de pagos prolongadas. En última instancia, la situación económica global requiere una solución integral y una acción coordinada para evitar consecuencias adversas a largo plazo.

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