El precio del trigo cayó 5% en sólo tres días, lo que representa una merma de u$s 10 esta semana. Alrededor de u$s 140 millones se esfumaron de la mano de los productores que esperan recolectar 14 millones de toneladas a partir de fin de año.
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La baja en el trigo extiende la preocupación entre los agricultores que esperan definir con el Ministerio de Economía una modificación en el sistema de compensaciones que reciben como paliativo por el impacto del cierre de las exportaciones de trigo. Esto se refleja en el diferencialque existe entre el valorde exportación, que acompañaal valor internacional, y el precio que reciben los agricultores por el cereal. De hecho, la tonelada de cereal de la nueva cosecha cerró ayer en la Argentina a u$s 188,30 por tonelada mientras los agricultores estadounidenses recibieron u$s 313,4 la tonelada, una diferencia de u$s 125,1.
La decisión del gobierno de mantener estables los precios de los productos que inciden en el cálculo de la inflación determinó que toda la cadena del trigo se acercara al gobierno con sus reclamos. Los agricultores pujan por conseguir precios similares a los del mercado mundial, los molineros quieren abastecerse a precio bajo y los exportadores pretenden que les liberen las ventas, cerradas desde marzo.
Luego de un firme enfrentamiento entre la Secretaría de Comercio Interior con la Secretaría de Agricultura de la Nación por la resolución del problema, ahora toda la decisión pasa por el ministro de Economía.Pero Miguel Peirano no accedió aún al pedido de audiencia que le hicieran molineros y productores. El organismo que encabeza Guillermo Moreno, en coincidencia con los exportadores, pretende liberar las ventas externas, aunque condicionaría la emisión de los certificados de exportación al volumen que se destine al mercado interno, para presionar la baja en la harina y en el pan. En tanto, el secretario Javier de Urquiza apoya un proyecto de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) y de las entidades de productores, que quiere perfeccionar el sistema que establece las compensaciones para el molino sobre la base de la diferencia entre el precio del trigo comprado y el precio de abastecimiento interno. Un esquema en el que los molineros recibirían la ayuda del Estado. De Urquiza garantiza a los empresarios que saldrá este sistema antes de las elecciones. Pero voceros cercanos al gobierno indican que cualquier decisión se definirá luego del 28 de este mes.
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