23 de julio 2002 - 00:00

La industria de seguros de Brasil – Un gigante dormido

Con una población de casi 170 millones de habitantes, Brasil el mayor país de América Latina es siempre un objetivo para los inversores. En este contexto, las compañías de seguro y las reaseguradoras no son una excepción. La industria de seguros de Brasil representa aproximadamente el 2% de su PBI. Este porcentaje es similar a los logrados por casi todos los países latinoamericanos, con excepción de Chile, para el cual el seguro representa más del 4% del PBI. No obstante, Brasil, puede tener un mayor potencial que otros porque algunos productos que han tenido éxito en otros países en vías de desarrollo no han ganado aún el mercado brasileño. Responsabilidad civil, vida con ahorros y productos vinculados a pensiones son los que pueden guiar el crecimiento en Brasil. A pesar del escepticismo que rodea la aceptación de dichos productos por parte del mercado, tanto los inversores extranjeros como los locales están conscientes de que cualquier incremento mínimo de cualquiera de estas líneas significa millones de dólares.

PARADOJA
Brasil es uno de los pocos países en los que un monopolio del gobierno coexiste y compite con la actividad privada. Eso no fue obstáculo para las compañías de reaseguros. En 1996, cuando el gobierno anunció que el mercado del reaseguro iba a ser abierto, algunas reaseguradoras establecieron agencias que buscaban una participación del extremadamente amplio volumen de negocios del Instituto Reseguros Brasileiro (IRB), la reaseguradora monopólica local, que tiene la capacidad de llegar a US$1,7 mil millones anuales. Seis años más tarde, mientras la mayoría de los participantes se quejan de que el monopolio aún existe, sólo algunas de las reaseguradoras que originalmente se instalaron, han salido del mercado. Si bien es claro que menos participantes significa mejor masa crítica para el resto y eventualmente, mayor rentabilidad es peculiar que un mercado subdesarrollado tenga lugar tanto para un monopolio del gobierno como para la actividad privada, y que además todos los participantes tengan una participación razonable del mercado y obtengan ganancias. Aunque esto indica el potencial del mercado brasileño, la sombra de un ambiente macroeconómico en rápido deterioro contrarresta parte del optimismo con respecto al sector de seguros.

DINERO GARANTIZADO PARA LOS AGENTES
Nuevamente, Brasil posee una característica poco común. Por ley, todos los productos de seguros deben ser vendidos a través de un agente/ broker de seguros. Ni los seguros a través de la banca, ni la venta directa, pueden reducir los gastos de distribución a cero, trayendo productos más económicos a los clientes. Sin embargo, la actividad aseguradora logró reducir los gastos de distribución a 14% desde 18% en los años pasados. Aunque las compañías de seguro brasileñas logran resultados finales positivos, tradicionalmente cuentan con una mayor proporción de ganancias obtenidas en los mercados financieros que de los resultados técnicos.

REGRESO A LO FUNDAMENTAL
Acorde con lo que está sucediendo en el resto de América Latina, las compañías brasileñas podrían necesitar retornar a lo fundamental y hacer que la rentabilidad provenga del negocio principal. La tendencia de alza de precios iniciada internacionalmente por las compañías reaseguradoras puede no ser suficiente para determinar los mayores precios de tal modo que los productos de seguro contrarresten las pérdidas técnicas. Como en muchos de los países en desarrollo, el mercado brasileño se encuentra determinado por el sector automotor. Debido a que la responsabilidad civil tiene un límite de compensación (alrededor de BrR7,000 más BrR2,000 para gastos médicos) para automóviles, y las compañías de seguro más grandes poseen masa crítica, no adquieren cobertura de reaseguro. Asimismo, el denominado “eguro de autos opcional”(propiedad) es la línea más vendida y representa el 31% del total de primas de seguros. Por otro lado, la segunda línea de mayor venta (salud) contribuye con pérdidas al resultado técnico de la industria. Asimismo, la ausencia de riesgos catastróficos en Brasil deriva en una menor interacción con las reaseguradoras.
Sin embargo, Brasil compra riesgos industriales. En estos casos, el IRB por lo general actúa como intermediario, permitiéndole a las compañías de seguro tratar con las reaseguradoras privadas, brindándole a IRB una comisión. Si bien se esperan mayores tasas en este campo, el efecto sobre las primas suscritas de la industria será mínima.

EL SABOR LOCAL
El elevado ambiente inflacionario en Brasil hasta 1994, cuando el Plan Real entró en vigencia, no permitía que los productos de ahorro se desarrollaran en el campo de seguros. De este modo, la mayor parte del mercado de seguros de vida consiste en vida a término. Como otro ejemplo del sabor local que los brasileños agregan a los productos estándar, las compañías de seguros logran vender una especie de producto de renta vitalicia denominado “apitalizacao” Aunque esto es un producto financiero típico asociado a una lotería y no es una renta vitalicia real o de vida con ahorros-, se encuentra bajo la supervisión de los entes reguladores del seguro, y por lo tanto es manejado por las compañías de seguros. El producto es particularmente atractivo para los grupos financieros porque les brinda un financiamiento de bajo costo.

LOS INVERSORES INTERESADOS EN ...
Debido a la amplia población, el subdesarrollo de ciertos productos estándar, y el mito generado por el potencial de la apertura del mercado luego de que se venda IRB, Brasil mantiene un párrafo en cualquier análisis de inversión. Si bien la mayoría de estas cosas no han cambiado durante años, muchos participantes se encuentran interesados en estar en el lugar adecuado una vez que esos cambios finalmente ocurran. Este es el motivo por el que las reaseguradoras abrieron sucursales luego de que el gobierno anunció la privatización de IRB y también es el motivo del crecimiento de la participación extranjera de las compañías de seguros a un 50% desde un 7% en los últimos 10 años. A pesar de la inflación, la devaluación, el momento elegido para la toma de estas decisiones y la volatilidad de los mercados y la política, Brasil aún merece un lugar privilegiado en la agenda de los inversores de seguros. Si bien los más optimistas esperan que la participación de las compañías de seguros crezca a más del 5% del PBI de Brasil, lograr sólo el 3.5% significa más de US$6 mil millones, similar a las primas suscritas brutas logradas para Argentina antes de la devaluación, o 12 veces las primas suscritas brutas de Perú. Debido a ello, aún un escenario no tan optimista es atractivo para los inversionistas.

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