Lo que puede remarcarse de la rueda de clima tropical, para el primer día bursátil del año, es que el Merval se dio un paseo fugaz e instintivo por los 1.390 puntos, y lo que surgió después fue la extrema languidez operativa.
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Con mínimos en 1.367 puntos, el cierre estuvo cerca de ello y produciendo otro retroceso sobre el final de 2004 (que ya era adverso).
Tampoco hubo demasiado de notable en ello, quedando un retroceder de 0,42 por ciento y que no modificó en nada la sensación de un mercado envuelto en el agobio del clima y prefiriendo quedarse tieso, antes que gastar energías.
Esto dio una primera muestra de 2005, que tendió más a imaginar un pozo de expectativas frente al hecho trascendente que vendrá -canje de deuda- antes que darle el respaldo, por momentos muy firme, de diciembre.
•A media rienda
El trote, antes que el galope, una recorrida por el horario y un reunir de órdenes que no excedió de los $ 48 millones en acciones. Diez por ciento de ello en certificados, cifras de temporada baja.
Las puntas del día estuvieron fijadas en la suba de Rigolleau, 6% con tan sólo 16.000 papeles, y la marcha adversa de Tenaris con merma de 4%. Las demás, comprimidas en fluctuaciones menores, con el Merval opaco y el Burcap acusando un sesgo de 1,6% abajo. El sopor.
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