El Banco Central decidió controlar con más rigor el ingreso y la salida de dólares del país. El directorio de la institución aprobó el jueves que todas las operaciones deberán anotarse en cabeza de las personas o empresas que entran y sacan los fondos, en vez de registrarse a nombre de sociedades de Bolsa o casas de cambio, como sucedía hasta ahora.
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Los cambios también pueden impactar en el mercado de capitales local, particularmente la operatoria con bonos. Una de las medidas pasa por exigir 72 horas entre la fecha de concertación de una operación determinada y su liquidación, cuando se hace entre el mercado local y el exterior.
Esta sería una «vuelta de tuerca» al mayor control que se dispuso para las operaciones de bonos conocidas como «contado con liquidación». En su momento, la entidad que preside Martín Redrado había determinado una supervisión más estricta porque notó que muchas operaciones de compra y venta de títulos en realidad escondían ingresos o salidas de capitales. Con esta nueva disposición, se supone que habrá una vigilancia mucho más estricta.
La medida, que será comunicada hoy oficialmente, busca dos objetivos principales: que se cumpla con más transparencia la normativa vigente en materia cambiaria y, al mismo tiempo, evitar el ingreso indiscriminado de fondos por parte de inversores argentinos y extranjeros. «Hace varios meses que el tema estaba en estudio, pero es evidente que hay una coincidencia en la decisión de apurar el expediente y la preocupación por el fuerte ingreso de divisas al país», aseguraron fuentes oficiales.
Presión
Esa preocupación tiene que ver con los problemas que está encontrando el Banco Central para defender la cotización del dólar, que hace ya un par de semanas opera por debajo de $ 3,10 y con importante presión a la baja por la entrada de fondos.
Existen dos normativas específicas de control de cambios que continúan vigentes: en primer lugar, ningún argentino está autorizado a sacar más de u$s 2 millones por mes, salvo permiso expreso del Central. Y, al mismo tiempo, los argentinos que ingresen para inversiones financieras más de u$s 2 millones mensuales deben efectuar un encaje de 30%, es decir, inmovilizar una parte de los fondos que entran por un año, tal como rige para los extranjeros.
En definitiva, las tres normativas que definió el Central para controlar mejor el movimiento de divisas e impedir que baje más la cotización del dólar son las siguientes:
Nominatividad de entrada y salida de dólares: deberán constar los nombres de cada una de las personas y empresas que sacan o ingresan divisas al país. Se elimina el esquema actual, por el cual las operaciones se anotaban en cabeza de casas de cambio sin identificación del verdadero comprador.
Permiso al público para abrir subcuentas en el exterior: si un individuo debe sacar dinero del país podrá abrir a partir de ahora una subcuenta en cualquier otra plaza del exterior utilizando su casa de Bolsa. De esta forma, procuran que el negocio no se pierda a manos de instituciones que operan con sede en Uruguay u otras plazas financieras.
Cambios en la operatoria con bonos: las liquidaciones de compras y ventas desde el mercado local con el exterior deberán liquidarse con un plazo de 72 horas. El objetivo es evitar que se produzca un ingreso o egreso de capitales eludiendo los controles, a través de una operación que se « disfraza» como una compraventa de títulos.
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