7 de septiembre 2007 - 00:00

Otra vez farsa en el INDEC: 0,6% en agosto

Los datos que emite el INDEC ya no dejan margen para el asombro. Ayer se conoció la inflación de agosto, que mostró una suba de sólo 0,6%, mientras la canasta de alimentos que releva Guillermo Moreno aumentó 2,2% en el mismo período. El muestreo aporta ejemplos ridículos, como el precio del kilo de pan francés, que para el gobierno cuesta $ 2,69 y en las panaderías se paga entre $ 3,50 y $ 5; o el caso de la papa, la gran culpable de la suba este mes, según Moreno -así antes fue la lechuga-, que para él se consigue a $ 1,40, cuando los supermercados la publican a $ 4,69. En siete meses de intervenido el INDEC, primero se denunció la manipulación de los datos de inflación, a los que siguieron la actividad industrial, el desempleo y los servicios públicos. Ahora los técnicos del organismo aseguran que Moreno va también por el Indice de Costos de la Construcción, intentando ocultar así la suba del cemento.

Otra vez farsa en el INDEC: 0,6% en agosto
El Indice de Precios al Consumidor (IPC) registró durante agosto una suba de 0,6% frente a julio y de 5% en lo que va del año, siempre según la información del cuestionado INDEC. De esta manera, el organismo intervenido hace siete meses por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, destacó que las mayores subas del mes pasado se encontraron en los precios de los alimentos, las cuotas de los colegios privados y las obras sociales.

Ayer también se difundieron los precios mayoristas de agosto, que avanzaron 0,6%, muy por debajo de 2,1% que arrojaron en julio, y acumulan un aumento de 10,4% en los primeros ocho meses del año.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide la indigencia, subió 2,2% en agosto frente a julio, totalizando un ingreso de $ 442,03 y aumentó 6,6% en lo que va del año. La pobreza, que se mide a través de la Canasta Básica Total (CBT), subió 1,7% el mes pasado y 5,2% en lo que va del año, lo que equivale a un ingreso de $ 945,95 para no ser pobre.

A simple vista, el IPC parecía ser un poco más coherente que el publicado durante julio, cuando en plenas vacaciones de invierno se comunicaba que había una deflación en turismo. Sin embargo, al analizar los datos dados a conocer ayer por el INDEC, aunque en agosto de 2007 los precios hayan variado igual que en 2006, 0,6%, las irregularidades no dejan de asomar llamativamente.Por ejemplo, uno de los rubros más críticos es el de alimentos y bebidas, que, según el INDEC, aumentó sólo 1,2% durante agosto, cuando las asociaciones de defensa del consumidor registraban subas de 4% en sus propios relevamientos y reclamaban por «aumentos realmente preocupantes».

De hecho, mientras que para el organismo los precios de las verduras crecieron sólo 7,4% y las frutas 2,6% durante agosto, el Centro de Educación al Consumidor (CEC) registra incrementos de 75%.

A su vez, el INDEC informó que las mayores subas se registraron en la papa (23,9%), tomate perita (23%), ají (21,3%) y batata (12,2%). Por su parte, la lechuga, que fue la vedette de los aumentos cuando comenzó el conflicto en el instituto a principios de año, ahora se registra como una de las principales bajas (3,9%).

  • Evidente

    Pero lo que más llama la atención son los precios que el INDEC utiliza para calcular el IPC, los cuales están muy por debajo de los reales. Lo peor es que desde el gobierno no se dice nada, cuando resulta evidente la divergencia entre los valores que figuran en las góndolas de los supermercados, que son los que pagan los consumidores, y los que registra el INDEC.

    Para el organismo intervenido,la flauta de pan francés, tan cuestionada por Moreno, vale $ 2,69 el kilo, mientras que en las panaderías el kilo varía entre $ 3,50 y $ 5. Por otro lado, la batata INDEC vale $ 1,75 el kilo y en Coto Digital figura a $ 3,69; la papa, $ 1,40 versus $ 4,69; zapallo, $ 1,88 contra $ 4,39; tomate redondo, $ 2,67 mientras, que en Coto está en oferta a $ 3,99.

    El rubro en el que más treparon los precios fue educación, con 1,6%, influyendo con aumentos de 1,8% en las cuotas de colegios y universidades, y de 1% en textos y útiles.

    Otra de las mayores subas de agosto se registró en la salud, con 1,3%, con mayores precios en los medicamentos en 2,2% y de 0,7% en los servicios que brinda el sector.

    Los rubros que mostraron deflación en agosto fueron esparcimiento (1,2%) porque influyó la comparación frente a julio, cuando tuvieron lugar las vacaciones de invierno, e indumentaria (2,6%) por las liquidaciones.

    Los precios del rubro equipamiento y mantenimiento del hogar no variaron frente a julio.
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