El peso perdió competitividad en octubre frente a las monedas de los principales socios comerciales. La inflación argentina, mayor que la del resto de los países, generó aumentos en los costos que dañaron la capacidad de competir de los productores locales.
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De acuerdo con datos del Banco Central, el Indice de Tipo de Cambio Real Multilateral cayó 0,7% en octubre, es decir, el peso perdió competitividad. La caída se dio principalmente contra el dólar y el euro, mientras que mejoró levemente la posición contra el real.
La moneda norteamericana se mantuvo relativamente estable en términos nominales contra el peso, pero al corregir el tipo de cambio por la inflación de ambos países se observa que la Argentina se encareció 1,5% en octubre.
Contra la zona del euro, la pérdida de competitividad fue aun mayor: 1,8%. En la relación con Brasil, en cambio, los productores locales ganaron oxígeno frente a los gobernados por Lula: el peso se devaluó 0,8% contra la moneda del país vecino, número que corregido por inflación dio una ligera ganancia de competitividad de 0,2%.
En relación con el mismo mes del año pasado, el peso se mantuvo en octubre prácticamente sin variaciones (-0,1%). En tanto, producir hoy en el país es todavía dos veces más barato que en la convertibilidad, de acuerdo con el índice del Central, que ajusta por la inflación al consumidor. Claro que si la corrección se hiciese por el Indice de Precios Mayoristas, que recibió el impacto de la devaluación de manera más directa en los primeros años después de la crisis, se observaría un nivel de competitividad menos optimista.
La caída del tipo de cambio real en octubre es un dato negativo para los productores locales.
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